PROFETAS
La profecía tuvo un significado religioso sin precedentes en el judaísmo y en el cristianismo. Para el judaísmo, el profeta es un individuo elegido por Dios, a menudo en contra de su voluntad, con el fin de revelar las intenciones y los planes divinos a la humanidad. Como portador de la revelación, el profeta siente la omnipresente presencia de Dios y recibe la fuerza suficiente para comunicar a otros su Palabra, incluso aunque ello pueda acarrearle la persecución, el sufrimiento y la muerte. Los autores bíblicos de los libros proféticos se dividían en el Antiguo Testamento en cuatro grandes profetas: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, y doce profetas menores, que escribieron los libros breves: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miquías, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías. (véase biografías en esta misma web en libros_de_la_biblia).
PROFETAS MAYORES |
ISAÍAS |
JEREMÍAS |
EZEQUIEL |
DANIEL |
PROFETAS MENORES |
OSEAS |
JOEL |
AMÓS |
ABDÍAS |
JONÁS |
MIQUEAS |
NAHÚM |
HABACUC |
SOFONÍAS |
AGEO |
ZACARÍAS |
MALAQUÍAS |