(Proyectos)
Propósitos
El principal propósito de las Escuela del Agua es crear y conservar un cinturón verde contra la ampliación de las prácticas agrícolas y ganaderas y la plantación de especies foráneas (Pino y Eucalipto), para salvar el último reducto de bosque nativo de la cuenca del Tincé, refugio de aves en vía de extinción y de la esponja de agua que surte la el nacimiento de agua del Tincé, fuente de las aguas termales y del principal acueducto del pueblo de Tabio.
Paralelamente éste espacio es idóneo para:
Jornadas Escolares de campo Ecológicas por Senderos de Montaña
Los niños guiados,
recibirán enseñanza sobre la importancia del bosque nativo, su conservación, su
defensa y su recuperación por medio del contacto directo con el mismo.
Especies Nativas
Reconocerán las
plantas que conforman el bosque nativo, conservadoras de agua y productoras de
alimento para las aves.
Algunos nombres
comunes de estas plantas son: Encenillos, Trompetos, Manos de Oso, Manguillo,
Cedrillos, Condurango, Tunos, Esmeraldos, Cordoncillos, Salvios, Alisos, Uvos de
Monte, Laureles, Vira Vira, Cedro, Nogal, Frailejón, Arrayán, Guayacán, Gaque y
Cucharo entre otros.
Impacto del
Pino y Eucalipto cuando remplazan el Bosque Nativo
Conocerán como el
Pino y el Eucalipto a pesar de ser especies majestuosas, cuando son sembradas en
zonas de nacimiento y esponja se convierten en depredadoras de agua.
Las hojas del pino
forman un colchón sobre la tierra que impide el tránsito y absorción del agua
por la tierra en épocas de lluvia, la tierra desecada aleja un rico sistema de
vida y ya en dicho bosque encontrarán muy poca fauna, todo es silencio... la
naturaleza pierde su musicalidad.
El
Eucalipto fue traido para secar la sabana, hoy ya cumplió su cometido, absorbe
grandes cantidades de agua, reseca, erosiona; su mayor utilidad es la producción
de materiales para construcción, por esto lo han venido sembrando y arrasando
junto con el bosque nativo convirtiendo las montañas en verdaderos desiertos
grises.
La culpa no es
de los árboles, no es del eucalipto, sino del hombre ambicioso y egoísta
que lo siembra en zonas de nacimiento, reservas amortiguación de agua, contrario
a su valiosa función como cercas vivas reforestando en áreas no viables para el
bosque nativo.
Desde el parque, a
3.000 metros de altura sobre el nivel del mar es posible divisar como todas las
montañas están erosionadas y
hasta las
partes más altas ha llegado la mano del hombre arrancándole a la tierra sus
pertenencias hasta las últimas consecuencias, acompañado de su machete, su
egoismo y ambición.
En nuestra reserva los árboles nativos envejecen dignamente y mueren de pie.
Allí las aves nos dan
conciertos gratis... En el Parque todavía es común deleitarse con mariposas de
colores, colibríes. perdices, cardenales, pavas, torcazas, carboneros azules,
bababuyes, chisgas, lechuzas, halcones, copetones, ya tan extinguidos en las
partes bajas. También aún podemos encontrar armadillos, conejos de indias,
comadrejas, borugos, lagartijas y cangrejos, entremezclados con el sonido del
viento, en los árboles, entre la musicalidad de las cascadas y contemplando la
puesta del sol hasta llegar a las noches estrelladas, con el perfume de las
flores
y el olor del
monte frágil ....que siente temor de su peor enemigo: el hombre
Fotos y textos:
Armando Junca®
ecojunca[arroba]yahoo.com
2001-2005
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Las
fotografías publicadas en ésta página web fueron tomadas en la Escuela para
la cultura del Agua, Tabio, Colombia.
