Marcas de Canteros | ||
IGLESIAS
ARAGÓN: HUESCA
CASTILLA: BURGOS PALENCIA SEGOVIA
GALITZIA: OURENSE Santa Cristina do Ribas do Sil
LEÓN: LEÓN ZAMORA
NAVARRA:
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Como
muchos de los signos usados por el hombre, estas marcas de cantero, tenían,
a veces, otro significado, a parte del evidente. Así
la firma segunda de la segunda línea, del dibujo, representa
el “abacus”, un bastón de mango en espiral, usado tanto por los magíster muri, como
por el Gran Maestre del Temple; las marcas de la izquierda son algunas de las
representadas en la iglesia de Santa Maria de Eunate
La primera de esa segunda fila, se encuentra en más
iglesias, siempre relacionadas con el Temple.
La primera y la segunda de la cuarta fila representa la torre del
ajedrez. En relación con la
Masonería,
el
francmasón
es en origen el
“escultor de piedra franca”, es decir el escultor de la piedra que puede ser
tallada y esculpida. Antes que los arquitectos se formaran en las Universidades,
los antiguos gremios de masones o albañiles, constituían entidades reconocidas
oficialmente, con derechos políticos y poseían la doctrina secreta del arte de
la construcción. Los miembros de estos gremios viajaban libremente por Europa,
manteniendo entre ellos estrechos lazos fraternales y de hospitalidad. Cuando el
neófito solicitaba el ingreso, recibía un signo o marca de cantero, que debía
reproducir en todos sus trabajos, y que era su marca de honor. Mediante el trabajo de la piedra y su elaboración, la materia pétrea es elevada al ámbito de lo simbólico y de lo significativo. Los propios instrumentos adquieren un significado iniciático debido a los secretos transmitidos por los Maestros. La leyenda los considera herederos directos de los constructores del Templo de Salomón, depositarios de un saber ancestral. Por lo cual lo compases, escuadras y plomadas estén representadas en las marcas de cantero. Después de Constantino, la única modificación ocurrida en estos gremios fue la sustitución de las divinidades paganas por el culto cristiano, pero las tradiciones técnicas, el propio ritual, incluso el secreto profesional y la iniciación se transmitieron sin cambio alguno.
A finales del s. X y principios del s. XI los arquitectos y canteros de la época, que comenzaban a firmar sus obras con marcas y signos, se reagruparon en
sociedades casi secretas y puramente laicas y fundaron en el Sacro Imperio
Romano Germánico, la poderosa Bauhutte, todo
ello sin renunciar a su vinculación con la Iglesia. La Bauhutte
se creó como federación de las logias de los talladores de Hasta mediados del s. XIX, las marcas de cantero no recibieron atención. La hipótesis más generalmente aceptada, expuesta ya en el mencionado siglo por M. Didron y Viollet-le-Duc, es que las marcas de cantero son signos lapidarios pertenecientes a la categoría de signaturas personales de los canteros, aparejadores y Maestros de Obra, que en muchos casos servían para señalar el trabajo realizado por cada uno, para así determinar el estipendio correspondiente. Bajo su aparente fantasía, se encuentra una composición uniforme sabiamente encubierta. Para el arquitecto austriaco, Franz Rziha, cada marca está compuesta de fragmentos de una de las cuatro matrices originales correspondientes a las cuatro logias afiliadas a la Bauhutte. Como esta de la derecha de San Miguel de Escalada (León), reducida según su teoría. Aunque muchos de los signos no pueden ser explicados según este modelo, por ejemplo todas las figuras de animales, hombres o incluso algunas geométricas. La mayoría de las marcas aparecen varias veces en los edificios, excepto algún signo extraño, que solo se presenta una vez en todo el conjunto arquitectónico. En su pequeño libro "Firmado en la
Piedra" Juan Luis Puente, del que he cogido los últimos fragmentos de esta
página, nos muestra un signo extraño y bello que se encuentra en la capilla
románica del complejo de San Miguel de Escalada, que se ilumina al medio día y
que está en una de las piedras basales. Mide ocho centímetros y él describe
como un doble arco que alberga una flor de loto sobre |