El Poeta del Viaje Interior
Texto impreso en 1963 en la publicación "Psychedelic Review", consistente en colecciones de artículos relacionados con el uso de sustancias alteradoras de la percepción.En este artículo, Timothy Leary (profesor de psicología en Berkeley y Harvard), y el escritor Ralph Metzner (profesor de psicología en el Instituto de California para Estudios Integrales) intentan dar una visión general de la obra del escritor Hermann Hesse
Pocos escritores han hecho una
crónica con tal lucidez desapasionada y honestidad sin miedos el progreso del
alma a través de las etapas de la vida. Peter Camenzind (1904), Demian
(1919), Siddharta (1922), Steppenwolf (1927), Narciso y
Goldmundo (1930), Viaje al Este (1932), El Juego de los Abalorios
(1943) -- distintas versiones de autobiografía espiritual, distintos mapas del
camino interior. Cada nuevo paso revisa el dibujo de todos los pasos anteriores,
cada experiencia abre nuevos mundos de descubrimiento en un esfuerzo constante
para comunicar la visión.
Tal y como se
enorgullece John Cage de recordarnos, escribir es una cosa y leer es otra. Todos
los escritos, todos los autores, son malentendidos. La mayor parte de los
hombres sabios no escriben porque saben esto. El hombre sabio ha penetrado a
través de la cortina verbal, ha visto y conocido y sentido el proceso de la
vida. Le debemos nuestra gratitud cuando permanece con nosotros e intenta
inducirnos a compartir el gozo.
El gran escritor es el hombre sabio que se siente empujado a traducir el mensaje
a palabras. El mensaje está, por supuesto, alrededor y dentro de nosotros en
todo momento. Todo es una pista. Todo contiene el mensaje. Pasarlo a símbolos es
innecesario, y aun así quizá el más grandioso trabajo del hombre.
Los hombres sabios escriben (deliberadamente) sobre lo esotérico. Es el camino
para fabricar una rosa o un bebé. La forma exotérica es maya, la fachada
alucinatoria. El significado se encuentra dentro. La grandiosidad de un gran
libro descansa en lo esotérico, la semilla con significado oculta detrás de la
red de símbolos. Todos los grandes escritores escriben el mismo libro, cambiando
tan sólo las trampas exotéricas de su tiempo y tribu.
Hermann Hesse es uno de los grandes escritores de nuestro tiempo. Escribió "Finnegan's
Wake" en varias versiones en Alemán. Además de ser un hombre sabio, pudo
manipular las palabras lo suficientemente bien como para ganar el Premio Nobel.
La mayor parte de los lectores no advierten el mensaje de Hesse. En trance
gracias a la bella danza del argumento y la temática, pasan de largo por la
semilla. Hesse es un bromista. Como la naturaleza en abril, viste su código de
un decorado plumaje. El lector literario toma la fruta, la devora, y tira el
núcleo al suelo. Pero la semilla, el mensaje eléctrico, el código, está en este
núcleo.
Tomemos Siddharta - el texto elemental para jóvenes Bodhisattvas, escrito
cuando Hesse tenía cuarenta y cinco años. Observemos al viejo mago preparándose
para su trabajo. Se nos presenta a un hombre jóven y orgulloso, fuerte,
atractivo, ágil, airoso. Siddharta es jóven y ambicioso. Busca obtener el mayor
premio de todos -- la iluminación, la unidad cósmica. Domina cada uno de los
juegos del otro mundo. Los Vedas. El ascetismo. Iguala con su astucia al Buda
mismo. Éxito mundano tántrico. "Encontramos consuelos, aprendemos trucos con los
que nos engañamos, pero la cosa esencial -el camino-, eso no lo encontramos".
"La sabiduría no es comunicable". "Puedo amar a una piedra, Govinda, y a un
árbol y a un trozo de corteza. Esto son cosas y uno puede amar cosas. Pero uno
no puede amar palabras... Nirvana no es una cosa; sólo está la palabra Nirvana".
Entonces, en las últimas páginas del libro, Hermann Hesse utiliza las palabras
para describir la maravillosa iluminación de Govinda, quien
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Aquellos que han tomado alguna
de las drogas psicodélicas reconocerán la visión de Govinda como una secuencia
clásica con LSD. La confrontación directa visual con la unidad de todos los
hombres, la unidad de la vida. Que Hesse pueda escribir palabras como "unidad",
"amor", "Nirvana", es facilmente comprensible. Todo libro de texto hindú te da
la jerga. Pero esta descripción de los detalles visuales de la visión cósmica,
lo específico a la retina, es más impresionante. ¿Cómo llegó Hesse a estas
sensaciones concretas? La similaridad con las experiencias de expansión de
consciencia a través de drogas son sorprendentes. La concreta "ello-dad" del
momento iluminado habitualmente se escapa al filósofo abstracto del misticismo.
¿Llegó por sí mismo Hesse a este estado visionario? ¿A través de la meditación?
¿Espontáneamente? ¿Utilizó el novelista H.H. el camino químico hacia la
iluminación?
La respuesta a estas cuestiones es sugerida en la siguiente lección del maestro:
El Lobo Estepario; una novela de crisis, dolor, conflicto, tortura,... al
menos en la superficie. Hesse escribe en una carta: "Si mi vida no fuera un
experimento peligroso y doloroso, si no estuviera constantemente al borde del
abismo sintiendo el vacío bajo mis pies, mi vida no tendría sentido y no habría
sido capaz de escribir nada". La mayor parte de los lectores sofisticados en
psicodinámica reconocen el drama presentado; el conflicto entre "ego" e "id",
entre espíritu y civilización material, los "instintos satánicos, lobunos, que
se esconden dentro incluso de nuestros yoes civilizados", como indica el texto
de la edición de bolsillo. "Estos lectores [escribe Hesse] han ignorado
completamente que por encima del Lobo Estepario y su vida problemática existe un
segundo mundo, más alto, sin tiempo ... que contrasta el sufrimiento del Lobo
Estepario con un mundo transpersonal y transtemporal de fé, que el libro
ciertamente habla del dolor y el sufrimiento, pero es la historia de un
creyente, no un cuento de desesperación".
Como en Siddharta, Hesse sumerge al lector en su cuento fantástico, sus
ideas, sus acrobacias mentales, sólo para mostrar al final que toda la
estructura es un juego mental ilusorio. La alfombra mental se retira de repente
de debajo del confiado lector psicodinámico. Este truco Zen es evidente al menos
en dos niveles en el Lobo Estepario. Primero, en el pequeño "Tratado", un
brillante retrato de Harry, el hombre con dos almas. El hombre -refinado, sabio
e interesante-, y el lobo -salvaje, indomable, peligroso y fuerte-. El tratado
describe sus cambios de humor, sus explosiones de creatividad, su ambivalente
relación con los burgueses, su fascinación con el suicidio, su incapacidad para
reconciliar los dos yoes conflictivos. Un análisis psicológico que corta el
aliento de lo sutil. Entonces, el juego de manos:
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... Hay ... una
falsa ilusión fundamental a dejar clara. Toda interpretación, toda
psicología, todos los intentos para hacer las cosas comprensibles,
requieren como medio las teorías, mitologías, y mentiras; y un autor
consciente debería... disipar estas mentiras tan lejos como esté en
su poder... Harry consiste en cien o mil yoes, no en dos. Su vida
oscila, como lo hacen todos, no meramente entre dos polos, tal como
el cuerpo y el espíritu, el santo y el pecador, sino entre
miles,........... |
La autoimagen dualista es descrita -la fascinante y llamativa metáfora freudiana- y luego se muestra como una falsa ilusión, una perspectiva limitada y lastimosa, un juego mental. El segundo ejemplo de este truco ocurre al final del libro. Hemos seguido a Hesse en sus descripciones de Harry, a medida que corre a través de una serie de vanos intentos por conquistar su desesperanza -a través del alcohol, del sexo, de la música, a través de la amistad con el exótico músico Pablo-; finalmente entra en el Teatro Mágico, "Precio de Entrada, tu Mente", en otras palabras, una experiencia de pérdida de esta.
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De un receso en la pared [Pablo] tomó tres vasos y una extraña y pequeña botella... llenó los tres vasos de la botella y tomando tres delgados cigarrillos amarillos alargados del paquete y una caja de cerillas del bolsillo de su chaqueta de seda nos dio fuego,... su efecto era inconmensurablemente vital y enormemente agradable, como si uno fuera llenado con gas y no tuviera ya gravedad alguna. |
Pablo dice:
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¿Estabas luchando por una salida, no? Tienes un anhelo de abandonar este mundo y su realidad y penetrar en una realidad que te sea más nativa, en un mundo más allá del tiempo... sabes, por supuesto, donde se esconde ese otro mundo. Es el mundo de tu propia alma el que buscas. Sólo dentro de tí existe esa otra realidad que anhelas... todo lo que puedo darte es la oportunidad, el impulso, la llave. Te ayudo a hacer visible tu propio mundo... Este... teatro tiene tantas puertas en tantas cajas como desees, diez o cien o mil, y tras cada puerta está exactamente lo que buscas... sin duda has adivinado desde hace mucho que la conquista del tiempo y la escapada de la realidad, o como quiera que que hayas elegido describir tu anhelo, significa tan sólo el deseo de ser liberado de la carga de eso que llaman personalidad. Esa es la prisión en la que te encuentras. Y si entras en el teatro tal como eres, verás todo a través de los ojos de Harry y los viejos espectáculos del Lobo Estepario. Se te requiere por tanto dejar estos espectáculos a un lado y ser lo bastante amable como para dejar esa personaldiad que tienes en tan alta estima en el ropero, donde la encontrarás de nuevo cuando lo desees. El agradable baile del que acabas de venir, el tratado sobre el Lobo Estepario, y el pequeño estimulante que hemos compartido en este momento imagino servirán para prepararte lo suficiente. |
Parece claro
que Hesse esté describiendo una experiencia psicodélica, una pérdida del yo
inducida por drogas, un viaje al mundo interior. Cada puerta en el Teatro Mágico
tiene un cartel en ella, indicando las posibilidades interminables de la
experiencia. En uno en que dice "Gran Cacería de Coches", se inicia una
fantástica orgía de destrucción mecánica en la que Harry se convierte en un
lujurioso asesino. Un segundo cartel dice: "Guía en la Construcción de la
Personalidad. Éxito Garantizado", que indica una especie de juego de ajedrez en
el que las piezas son partes de la personalidad. Psicoterapia cósmica.
"Demostramos a cualquiera cuyo alma se haya roto en pedazos que puede
reorganizar esas piezas de un yo anterior en el órden en que desee, y por tanto
llegar a una multiplicidad sin fin de movimientos en el juego de la vida". Otro
cartel dice: "Todas las Chicas Son Tuyas", y lleva a Harry a inagotables
fantasías sexuales. La crisis del Lobo Estepario, sus conflictos internos, su
desesperanza, su morbosidad y anhelo sin satisfacer se disuelven en los rápidos
giros de un caleidoscopio de alucinaciones. "Sabía que los todos los cientos de
miles de piezas del juego de la vida estaban en mi bolsillo. Un vistazo a su
significado había revuelto mi razón y estaba determinado a empezar el juego de
nuevo. Probaría otra vez sus torturas y temblaría de nuevo ante su falta de
sentido. Atravesaría no una vez más sino a menudo, el infierno de mi yo
interior. Algún día tendría mejores cartas en la mano para jugar. Algún día
aprendería a reir. Pablo me esparaba, y Mozart también."
Así,
Harry Haller, el Lobo Estepario, tuvo su sesión psicodélica, descubrió en lugar
de una realidad, infinitas realidades dentro del cerebro. Es admitido en el
selecto grupo de aquellos que han atravesado la cortina verbal hacia otros modos
de consciencia. Se ha unido a la hermandad de los iluminados.
¿Y entonces qué? ¿Desde ahí, donde vas? ¿Cómo puede mantenerse la sensación
sagrada de unidad y revelación? ¿Se hunde uno de nuevo en el mundo sonámbulo de
mecánica pasión, acción automática, egocentrismo? El afilado grito del
ex-miembro de la Liga, H.H.: "Que casi todos nosotros -y también yo, incluso yo-
debería perderme de nuevo en los desiertos sin sonido de la realidad
cartografiada, tal y como oficiales y dependientes que, tras una fiesta al salir
un domingo, se adaptan de nuevo a la vida de cada día". Esto son problemas
encontrados por cualquiera que haya llegado a una experiencia trans-egoica
profunda. ¿Cómo podemos preservar la frescura, iluminar cada segundo de la vida
siguiente? ¿Cómo podemos mantener la unidad extática con los otros?
A través de los tiempos se han formado grupos místicos para proveer estructura y
apoyo social a la trascendencia. El círculo mágico. A menudo secreto, siempre
perseguido por la mayoría caminante en sueños, estos cultos se mueven
silenciosamente en las sombras de la historia. El problema es, por supuesto, la
cantidad de estructura que rodea la chispa mística. Mucha y demasiado pronto, y
tienes rituales y clérigos en tus manos. Y la llama se ha ido. Demasiado poco, y
la función de enseñanza se pierde, la unidad interpersonal deriva en gaseosa
anarquía. Los bohemios. Los beats. Los solitarios arrogantes.
Libre de apego al yo, a los juegos sociales, al humanismo antropomórfico,
incluso a la propia vida, el alma iluminada puede sostener la alta carga de
energía liberada por las experiencias trascendentes. Pero tales hombres son
raros en cualquier siglo. El resto de nosotros parece necesitar apoyo en el
camino. Quienes intentan seguir el camino psicodélico por su cuenta, subestiman
el poder y alcance del sistema nervioso. Una variedad de accidentes de LSD se
despluega en síntomas como ruptura, confusión, grandiosidad, individualismo
narcisista, excentricidad desorganizada, auténticas bribonadas, y la retirada al
conformismo. No tiene mucho más sentido echar la culpa a la droga por tales
accidentes que lo que sería culpar al proceso nuclear por la bomba. ¿No sería
más adecuado lamentar esas presiones tribales primitivas nuestras hacia el poder
personal, éxito, individualismo?
Huston Smith ha destacado que del camino de ocho pliegues del Buda, el noveno y
mayor es la Asociación Adecuada. El grupo transpersonal. La comunidad de
expansión de la consciencia. Rodéate tras la visión, tras la sesión psicodélica,
con amigos que comparten el objetivo, que pueden elevarte a través del ejemplo o
el amor que une; que pueden ayudar a reinstaurar la iluminación.
La sociología de la trascendencia. Hesse toma el problema de la comunidad
transpersonal en la forma de la Liga de Viajantes del Este.
"Era mi destino unirme a una gran experiencia. Habiendo tenido la buena fortuna
de pertenecer a la Liga, se me permitió ser partícipe de un viaje único". El
narrador, H.H., cuenta que el lugar de partida del viaje era Alemania, y la
época poco después de la Primera Guerra Mundial "...nuestra gente en aquellos
tiempos era perseguida por muchos fantasmas, pero también habían muchos avances
espirituales reales. Habían sociedades de danza bacanales y grupos anabaptistas,
había una cosa después de la otra que parecían apuntar a lo que era maravilloso
y se encontraba más allá del velo". También habían grupos científicos y
artísticos inmersos en la exploración de drogas capaces de expandir la
consciencia. La monografía de Kurt Beringer, "Der Meskalinraush", describe
algunos de los experimentos científicos y las aplicaciones creativas. La novela
de René Daumal, Le Mont Analogue, es un registro simbólico del viaje de
una liga similar en Francia. Los participantes estaban experimentando
ampliamente con drogas como hachís, mescalina, y tetracloruro de carbono.
Hesse nunca menciona explícitamente drogas en sus escritos, pero los pasajes
citados anteriormente sobre El Lobo Estepario son bastante inequívocos al
manifestar que había alguna sustancia química de por medio y que tenía una
relación bastante directa con la experiencia subsiguiente. Ahora, tras esta
primera iluminación, en "Viaje al Este", H.H. cuanta acerca de subsiguientes
visitas al Teatro Mágico.
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Más adelante, el enlace entre la liberación con drogas del Lobo Estepario y la Liga se vuelve más específica:
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Hesse es siempre la mano esotérica, pero parece haber pocas dudas de que bajo la superficie de su alegoría oriental se encuentra la historia de una hermandad psicodélica en la vida real. Las experiencias visionarias descritas en Viaje al Este se identifican por localización y nombre de los participantes. Una biografía recientemente publicada traza las conexiones entre estos nombres y localizaciones y los amigos y actividades de Hesse en aquel momento.
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Hans C.Bodmer es el amigo de Hesse a quien este libro se encuentra dedicado, y que más tarde compró la casa en Montagnola para Hesse. Vivió en aquel tiempo en una casa de Zurich llamada "El Arca".
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El castillo Bremgarten, cerca
de Berna, era el hogar de Max Wassmer, donde Hesse era un invitado a menudo. El
"Rey Negro" en Winterthur se refiere a otro amigo, Georg Reinhart, a cuya casa,
"llena de secretos", Hesse era invitado a menudo. Los nombres de artistas y
escritores que aparecen en Viaje al Este son o bien directamente los
nombres de personajes existentes o inmediatamente derivados de ellos: Lauscher,
Klingsor, Paul Klee, Ninon (la mujer de Hesse), Hugo Wolf, Brentano, Lindhorst,
etcétera. En otras palabras, parece razonable considerar que las escenas
descritas estén basadas en las experiencias de un grupo muy cercano de amigos
que se encontraban en sus casas en la Alemania del Sur y Suiza y perseguían el
viaje a lo que era "no era sólo un país o algo geográfico, sino que era el hogar
y juventud del alma, estaba en todas partes y en ningún lugar, era la unión de
todos los tiempos".
Así, que las
pistas sugieren que en algún momento en la "realidad histórica", un escritor
llamado Hermann Hesse y sus amigos vagaron juntos a través de las
representaciones sin límite de la consciencia expandida, a través de los
archivos evolutivos. Entonces, aparentemente, H.H. pierde el contacto, se retrae
hacia su mente y sus perspectivas egocéntricas. "... el peregrinaje se había
roto en pedazos ... la magia se había entonces desvanecido más y más". Ha caído
del flujo de vida a la racionalidad robótica. H.H. quiere convertirse en un
autor, hacer girar en palabras la historia de su vida. "Yo, en mi simplicidad,
quería escribir la historia de la Liga, ¡Yo, que no podría descifrar o entender
una milésima parte de todos esos millones de guiones, libros, dibujos y
referencias en los archivos!" ¿Archivos? ¿La librería cortical?
¿Qué era entonces, la Liga? ¿Es la sociedad exotérica con un Presidente vestido
en oro, Leo, fabricante de linimentos y curas herbales, y un Portavoz, y un Alto
Trono, y una extendida habitación de recepciones del consejo? Esto sólo son
trampas exotéricas. ¿No es la Liga más bien la "procesión de creyentes y
discípulos... incesantemente... moviendose hacia el Este, hacia el Hogar de la
Luz"? El flujo eterno de la vida siempre desplegándose. La unidad del proceso
evolutivo, demasiado facilmente fragmentado y congelado por ilusiones de
individualidad. "... un flujo o derretimiento muy lento, suave pero contínuo;
... pareció que, con el tiempo, toda la sustancia de una imagen fluiría hacia la
otra y sólo una permanecería..."
Muchos que han tenido contacto directo con el proceso vital a través de un
psicodélico o una experiencia mística espontánea se encuentran a si mismos
anhelando una estructura social. Alguna forma externa para hacer justicia a las
experiencias trascendentales. Hermann Hesse de nuevo nos provee con las
instrucciones esotéricas. Mira hacia dentro. La Liga está dentro. También lo
está el archivo histórico de dos billones de años de antiguedad, tu cerebro.
Juega con él con aquellos que bailarán contigo, pero recuerda, las formas
diferenciadoras externas son ilusorias. La unión es interna. La Liga está en tí
y alrededor de tí en todo momento.
Pero ser humano es ser racional. El Homo Sapiens quiere saber. Aquí se
encuentra la tensión ancestral. Ser. Conocer. Bien, el mago tiene un hechizo que
tejer aquí, también. El intelecto divorciado de la anticuada neurosis, libre del
egocentrismo, de la elevación a real de lo abstracto. La mente iluminada por la
meditación dispuesta a jugar con el ritmo legal de los conceptos. El Juego de
los Abalorios.
El Juego de
los Abalorios (Magister Ludi)
comenzó a escribirse en 1931, fue terminado once años después, y fue publicado
seis meses tras ser completado, pero en Suiza, no en Alemania. "En oposición al
mundo presente tuve que mostrar el reino de la mente y del espíritu, mostrarlo
como real e inconquistable; así mi trabajo se convirtió en Utopía, la imagen era
proyectada en el futuro, y para mi sorpresa el mundo de Castalia emergió
practicamente por si mismo. Sin mi conocimiento, estaba ya pre-formado en mi
alma". Así escribió Hesse en 1955. El Juego de los Abalorios es la
síntesis y el punto final del desarrollo del pensamiento de Hesse; todos los
finos hilos comenzados en Siddharta, Viaje al Este, Lobo Estepario, son
tejidos juntos en una visión de una sociedad futura de participantes en juegos
místicos. Los "jugadores con perlas de cristal" son una élite de místicos
intelectuales quienes, análogamente a las órdenes monásticas en la Edad Media,
han creado un retiro de montaña para preservar los valores culturales y
espirituales. El núcleo de su práctica es el juego de los abalorios, "un
mecanismo que está compuesto de los contenidos y valores completos de nuestra
cultura". El juego consiste en la manipulación de un complejo archivo de
símbolos y fórmulas, basados en su estructura en la música y las matemáticas,
por medios por los que todo el conocimiento, la ciencia, el arte y la cultura
pueden ser representados.
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El viejo sueño de una
universitas, una síntesis del conocimiento humano combinando el análisis y
la intuición, la ciencia y el arte, el juego del intelecto libre, gobernado por
analogías estéticas y estructurales, no por las demandas de la aplicación y la
tecnología. De nuevo, en el plano intelectual, el problema es siempre cuánta
estructura debería tener el juego mental. Si no hay objetivos o reglas globales,
tenemos una especialización y dispersión siempre en aumento, una ruptura en la
comunicación, una Babel de culturas, constricciones múltiples del rango en favor
de la profundización en el campo especializado. Psicología. Si hay demasiada
estructura o una sobre-inversión en los objetivos del juego, tenemos dogmatismo,
ahogante conformismo, una trivialidad siempre creciente de las preocupaciones,
una adulación de la mera técnica, la virtuosidad al costo del entendimiento.
Psicoanálisis.
En la historia del juego de los abalorios, el autor explica, la práctica de la
meditación fue introducida por la Liga de los Viajantes del Este en reacción
contra la mera virtuosidad intelectual. Tras cada movimiento en el juego se
observaba un periodo de meditación silenciosa; los orígenes y el sentido de los
símbolos utilizados eran lentamente absorbidos por los jugadores. Joseph Knecht,
el Maestro del Juego, cuya vida está descrita en el libro, resume el efecto como
sigue:
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Los grupos que intentan aplicar las experiencias psicodélicas en la vida social encontrarán en la historia de Castalia todas las características y problemas que encuentran tales intentos: la necesidad de un nuevo lenguaje o conjunto de símbolos que haga justicia a la increíble complejidad y poder de la maquinaria cerebral humana; la importancia central de mantener contacto directo con las fuerzas regenerativas del proceso vital a través de la meditación u otros métodos para alterar la consciencia: el problema crucial y esencialmente insoluble de la relación de la comunidad mística respecto al mundo en general. ¿Puede la órden permanecer como una fuerza educativa, espiritual en la sociedad, o ha de degenerar a través del aislamiento y la no atención hasta convertirse en un grupo de idealistas desinteresados de lo social y alienados? Cada "renacimiento social" (mayor o menor) ha tenido que enfrentarse a este problema. La respuesta de Hesse es clara: la última parte del libro consiste en tres cuentos, se supone escritos por Knecht, describiendo su vida en distintas encarnaciones. En cada una el héroe se dedica por completo al servicio y la persecución de un objetivo idealista, espiritual, sólo para ver al final que se ha convertido en el esclavo de sus propias falsas ilusiones. En "La Vida India", es donde queda más claro: Dasa, el jóven Brahmin, conoce a un yogi que le pide que le traiga agua; cerca de la corriente, Dasa cae dormido. Después se casa, se convierte en un príncipe, tiene hijos, hace la guerra, persigue el conocimiento, es derrotado, herido, humillado, encarcelado, muere, y se despierta al lado de la corriente del bosque para descubrir que todo había sido una ilusión.
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La vida de Joseph Knecht es descrita como una serie de despertares desde el momento en que es "llamado" a entrar a la jerarquía Castaliana ("Knecht" en alemán significa "sirviente"), a través de su periodo como Magister Ludi, a su final renuncia respecto a la órden y al juego. Castalia es esencialmente la Liga, congelada tomando forma de institución social. De nuevo, el bromista nos mete dentro de su magnífica visión utópica, el "Juego de juegos", sólo para mostrarnos al final lo transitorio de esta forma, tal y como lo son todas las demás. Habiendo alcanzado el mayor rango posible en la órden, Knecht renuncia a su posición. Advierte a la órden de su falta de contacto con el mundo exterior y apunta que Castalia, como cualquier otra forma social, está limitada en el tiempo. En su el discurso en que se justifica, se refiere a "un tipo de experiencia espiritual que he alcanzado ocasionalmente, y a la que llamo 'despertar'..."
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Lo místico o visionario siempre se encuentra en oposición a o fuera de las instituciones sociales, e incluso si la institución es la más perfecta imaginable, el Juego de juegos, incluso si es la que ha sido creada por uno mismo, esto también es temporal, limitado, otro reino a ser atravesado. Tras dejar Castalia, Knecht se aleja y vaga a pie:
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Aquí está, pues, la saga de Hermann Hesse. Los críticos nos dicen
que Hesse es un maestro escritor. Bien, quizá. Pero la novela es una forma
social, y lo social en Hesse es exotérico. En otro nivel, Hesse resulta un
maestro como guía hacia la experiencia psicodélica y su aplicación. Antes de tu
sesión de LSD, lee Siddharta y Lobo Estepario. La última parte del
Lobo Estepario no tiene precio como manual.
Entonces, cuando te enfrentes al problema de integrar tus visiones con la rutina
de muñeco-de-plástico de tu vida, estudia Viaje al Este. Encuentra un
círculo mágico. Los miembros de la Liga te esperarán en todos los lados. Con más
experiencia psicodélica, podrás enfrentarte mejor al problema del lenguaje y la
comunicación, y tus pensamientos y tus acciones se verán multiplicados en
complejidad creativa a medida que aprendas a jugar con los símbolos
interdisciplinares, las metáforas multi-nivel, El Juego de los Abalorios.
Pero siempre -nos recuerda Hesse-, permanece cerca del núcleo interno. La
fórmula mística, la Liga, los impresionantemente ricos potenciales
intelectuales, son trampas que ahogan si la llama interna no se mantiene
ardiendo. La llama, por supuesto, está siempre ahí, dentro y fuera, rodeandonos,
manteniendonos vivos. Nuestra única labor es permanecer sintonizados.