El líder de los shinma aparece atrás de su padre, y sella el espacio. La madre de Miyu le comienza a relatar la misma historia que aparece en la introducción de cada OVA, agregando que sólo los del clan vampiro pueden permanecer en la tierra, ya que son los observadores que protegen el sueño de su gente. Ese poder es heredable y Miyu debe suceder a su destino le dice se madre con tristeza. Aunque Miyu rehuse ser un shinma aún recuerda el sabor de la sangre. Ahora el que comienza a hablar es el Jefe, le dice que su familia no es inmortal que puede envejecer, pero como es necesaria como guardiana, ella

será totalmente inmortal y le dará a los humanos la vida eterna. Sembrará vida y no muerte.

Después intenta "bautizar" a Miyu, cubriéndola con unos tentáculos, pero la niña asustada abraza a su madre, y ambas huyen ayudadas por Larva. El padre de Miyu permanece estático. A pesar de ser shinma, la madre no permitirá que su hija sufra tal destino. Y antes de continuar, le ruega a Miyu de que no beba más sangre. Miyu le pregunta ¿Pero acaso no todos los humanos desean la vida eterna?". Su madre le dice que amaba tanto a un hombre que lo mordió para darle la inmortalidad, y él se convirtió en un muñeco sin alma, él es el padre de Miyu. Ella le comenta que es porque los humanos son mortales es que poseen belleza y darles la vida eterna es hacerlos miserables, ella está dispuesta a morir con tal que su hija no padesca tal destino. El vampiro dentro de Miyu comienza a estar habriento, Miyu pierde el control y muerde a su propia madre y así se da cuenta que en el vaso estaba la sangre de su madre (ella creía que era la de Akiko). Cuando vuelve a ser ella otra vez, llora desconsoladamente sobre el cuerpo sin vida de su madre. En ese momento, el líder aparece y sella las almas de los padres de Miyu como castigo. Y le dice a Miyu que hasta que no regrese a todos los shinmas a la oscuridad, los espíritus de sus padres no serán

liberados. "Así que mi tiempo se detuvo hasta que cumpla mi misión, aunque tarde varios millenios" comenta Miyu a Himiko, y a pesar de lo cruel que es su misión, ella se muestra indiferente y despreocupada. Himiko pregunta que cuando la cumpla, sus padres serán liberados y ella retornará a su tarea original de ser una observadora, ella le dice que sí. Lo hará porque tiene algo que decir a su madre, quien se sacrificó con tal que su hija no diera inmortalidad a los humanos, mientras que ella está tomando el camino contrario a lo que ella deseaba. Himiko pregunta qué le quiere decir, pero Miyu desaparece sin responderle nada. Himiko está confundida si lo de antes era realidad o un sueño. Entonces recuerda que cuando era pequeña, en ese mismo lugar vió a Miyu, vestía igual y se veía como siempre, ella la calmó cuando estaba asustada. Las palabras que le dijo Miyu al comienzo resuenan en su mente (las de que algunos no saben que son vampiros hasta que un día despiertan), no puede aceptar que ella también sea un vampiro, como Miyu. No puede recordar nada despúés que la vió cuando tenía tres años. Y se escucha los ecos de la risa de Miyu coo si disfrutara de la confusión de Himiko...

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