Este
otro 28
Como marco de una jornada
inmejorablemente pacífica, el sol se había despertado con mucho
entusiasmo, tanto que mostró una sabrosa inclemencia hasta que los
líderes repitieron el mismo discurso: nada de minería en ningún
lado de Piura.
por Redacción factortierra
factortierra@yahoo.es

Diseño
de las camisetas repartidas por Diaconía para la Justicia y
la Paz, una de las instituciones ligadas a la Iglesia
Católica, que están trabajando al lado de Tambogrande. |
Es normal que la
gente del valle de San Lorenzo se despierte temprano. Sólo que el
amanecer del 28 de noviembre de 2001 tiene un sabor distinto. La
gente se trepa de los camiones, y de todo vehículo que desde el día
anterior ha marcado en los cristales, el día de júbilo para
Tambogrande.
Reclamo con júbilo,
¿por qué no? Total, ya no hay el miedo de la época de Fujimori.
De otro lado, este gobierno tampoco está haciendo las cosas tan
bien que digamos, que no sienta un poquitín de remordimiento por
aquello que está causando el descontento popular en todo el Perú.
“¡Mira la gente
de Tejedores!”, dice un viejo cargador del mercado de Tambogrande,
señalando al fondo de la entrada principal a la ciudad, donde
campesinos portando una banderola desteñida.
La hermana
Magdalena Tagliviani, religiosa de la congregación de Notre Dame de
Namur, no es tambograndina. De hecho, ella viene del Reino Unido.
Sin embargo, su trabajo pastoral a favor de las comunidades más
pobres del distrito le han conferido mejor conocimiento que nadie de
la zona, y de los problemas más urgentes.
Su casa, en la
parta alta del cerro Santa Cruz, es uno de los pocos lugares donde
el caso Tambogrande se encuentra mejor documentado que en ningún
otro lugar.
Cuando Manhattan
quiso establecer un punto de perforación cerca de su casa, no dudó
en salir a encarar a los técnicos; mucho menos calló a la hora de
cuestionar a la empresa minera que busca crear un tajo abierto, a lo
largo de casi toda la ciudad de Tambogrande –la casa de las
hermanas de Notre Dame de Namur incluida—; y apoyó como pudo
acciones de resistencia.
Ella está dentro
de la marcha, junto a otros campesinos y habitantes del distrito que
se resiste a adjetivarse como ‘minero’ y prefiere seguir siendo
‘agrícola’.
No responder a provocaciones

A
diferencia de la marcha del 28 de febrero pasado, la
presente tuvo una mejor organización y no hubo ningún tipo
de incidentes violentos. Eso sí, mangos –como los que
lleva el joven de la foto—a discreción. |
Nueve meses atrás,
a la misma hora, un grupo de tambograndinos planeaba ir hasta el
cruce de la vía Sullana-Puente Internacional para recibir a
delegaciones de quejosos que llegan desde las comunidades al norte
de la ciudad, y del vecino distrito de Las Lomas.
Avanzando la mañana,
el grupo decidió marchar; pero a mitad de camino, hubo un altercado
entre ellos y los policías que desde el día anterior reforzaron la
seguridad en el campamento de Manhattan, su cuartel desde hacía
dos semanas atrás.
El día anterior,
un grupo había pasado similar predicamento, y se produjo una
revuelta que terminó por destrozar los modelos de casas en los que
serían reubicados los tambograndinos que se vieran afectados por la
construcción del tajo abierto. El resultado de este día no variará
mucho.
Horas después, el
grupo, ya reforzado por otras personas del misma ciudad y el área
aledaña, declaraban haber tomado el campamento completo con la
secuela de destrucción que ya es conocida.
Hay cierto temor
que ahora se repita la historia, pero las instituciones de apoyo,
como Diaconía para la Justicia y la Paz, así como colectivos
civiles como CREA Pueblo, o PVA-GGB han sido muy enfáticos en el
tema de mantener la calma por encima de todas las cosas.
Aunque la gente no
marchará en su Tambogrande, el escenario se presenta más peligroso
toda vez que una multitud revuelta en una ciudad como Piura, el
objetivo de la marcha, terminará creando más confusión y víctimas
que los tres cientos afectados el 28 de febrero pasado.
CREA Pueblo había
recibido información de que “el negro Arévalo”, uno de los
personajes ligados a Manhattan, preparaba una contramarcha,
con el objetivo de generar el caos y dejar sentado que el pueblo de
Tambogrande es violento. Por eso las recomendaciones, hasta el
momento de partir, de no responder a las provocaciones.
“¡A Piura! ¡Agro
Sí, Mina No!”, gritan, mientras uno de los hombres, con un
distintivo verde en su brazo izquierdo (que dice “Seguridad”) se
persigna.
Mucho más de
mil marchando

Se
calcula que hacia las once de la mañana, tres mil personas
integraban la marcha formando una fila de 1,2 km. La toma
muestra cuando la multitud ingresa al óvalo Grau (tal como
lo vería el héroe), actual escenario de la resistencia
antiminera. |
Cerca
del punto de reunión en Piura, el óvalo Cáceres está una de las
sedes de la Policía Nacional. Rusell Paredes, jefe de la
dependencia, había anunciado desde el día anterior que faltaba
poco para capturar al asesino de Godofredo García Baca –el sábado
se recuerdan ocho meses de su aún no explicado crimen—lo que fue
interpretado por los organizadores, como un intento de bajarle el
tono a la marcha.
Radio Cutivalú
lo había incluido en su lista de titulares matinales, pero al
final, como para que se pierda en el resto de noticias, pues la
intención estaba bien clara.
Nadie
más se hizo eco al respecto. El alcalde de Tambogrande, Alfredo
Rengifo, había dicho más temprano a la misma emisora que aunque no
había sido invitado estaría allí pase lo que pase: “No importa
quién lo haga, estamos luchando por el mismo objetivo de evitar la
explotación minera en nuestro distrito”, nos dijo.
El
alcalde también está gestionando la aplicación de la consulta en
su distrito para decidir si se desarrolla o no la actividad minera,
ante la Oficina de Procesos Electorales (ONPE), donde todavía no
hay una respuesta clara. Pero de que el pueblo se hará escuchar, se
hará escuchar, aseguró la autoridad a NPC.
Rengifo
anduvo acompañado durante toda la marcha por Bruno Fossa, uno de
los agroempresarios de San Lorenzo, y anterior candidato al
ayuntamiento local. Más a la derecha del actual alcalde, estaba
Antonio Bravo, del Frente de Defensa de Piura, sempiterno asistente
a las marchas de este y todos los tipos, según las malas lenguas.
Los cálculos
actuales hablan de unas tres mil personas marchando (Cutivalú
habló de cinco mil a seis mil), incluyendo los rezagados de la
comunidad de Malingas y los estudiantes de la Facultad de Agronomía
de la Universidad Nacional de Piura, que integraron ya cuando la
manifestación estaba a mitad de camino.
Poco
antes, cuando la multitud pasaba frente al Mercado de Piura, dos
sujetos quisieron desordenar la situación siendo rápidamente
reducidos –pacíficamente, por si acaso—por el personal de
seguridad, que básicamente estuvo compuesto por las personas, vamos
a describirlas así, de cabeza más fría y ciertos dotes de
liderazgo.
Cerca
de la Plaza Merino, dos jóvenes comenzaron a gritar como quien no
quiere la cosa “Vayamos a Manhattan”. La gente no les oyó,
por lo que cabe preguntar, no sin poca malicia, ¿son realmente
violentos los tambograndinos, o responden en defensa propia...?
Es la
primera marcha donde los organizadores utilizan mecanismos
adicionales de comunicación como teléfonos celulares, como para
detectar la menor irregularidad. Y hacían falta, pues se trataba de
cubrir una marcha que medía, en la avenida Grau, la segunda más
importante de Piura, 1,2 km.
Representatividades

La
voluntaria canadiense Chantal Bombardier sujeta un letrero
que dice “Escuchen a la gente. Ellos no la quieren” en
relación a la minería. |
Es la
primera marcha donde también se vio mucha representatividad: el lío
no era de Tambogrande solamente, y cada lugar contribuyó a
agregarle un sabor local, así Chulucanas articuló la demanda de
iniciar el Proyecto Agroenergético del Alto Piura.
El
proyecto busca trasvasar las aguas del río Huancabamba a la cuenca
del río Piura, para regar unas 42 mil hectáreas en la parte alta y
generar unos 900 giga vatios anuales de energía eléctrica para el
departamento completo, cuya demanda actual apenas es la mitad de
toda esa cantidad, según el ayuntamiento local.
No se
debe olvidar que Chulucanas fue una de las promotoras activas de la
lucha antiminera, siendo la primera en tomar una posición política
a ese nivel, incluso antes que la misma Tambogrande lo hiciera.
Algo
curioso fue observar otros grupos que antes ni siquiera se habían
visto, como la Coordinadora Independiente, un movimiento
contracultural de jóvenes que propone una oposición al sistema
basada en la creación de un estado de derecho sin capitalismo ni
globalización, así como un sistema de valoración personal basado
en los méritos propios.
Y
entre la gente que llevaba mangos, limones, papayas y sandías
pintadas, dos voluntarias canadienses decían en inglés que, aunque
ellas venían del norte, no apoyaban la minería en Tambogrande.
Chantal Bombardier llevaba una que pedía escuchar a la gente que no
quiere esa actividad. Y como rúbrica la bicolor con la hoja de
arce.
Margie
Orsi, profesora residente en Toronto, sostiene que muchas personas
no están ni enteradas del problema, pero piensa que si se comienza
a difundir esto, es probable que muchas corporaciones
multinacionales y el mismo gobierno canadiense pierdan piso. La
causa, dice, “son los dictados que el Fondo Monetario
Internacional impone a los países del Tercer Mundo”.
Ella
está produciendo un documental con asistencia de uno de los
editores de NPC sobre el tema para presentarlo a sus alumnos, cuando
vuelva a su país, probablemente en enero.
Nuevos
compromisos

Monseñor
Óscar Cantuarias se dirige a la multitud que paró la
marcha para desagraviarlo de una campaña destinada a
separar a las instituciones de la Iglesia Católica. No les
acompañó en la manifestación, pero tampoco les dio la
espalda. |
“¡Aguanta!
¡Aguanta!” A la altura del parque donde fue juramentada la
independencia de Piura, el 4 de enero de 1821, la gente para
bruscamente para decirle al Arzobispo de Piura y Tumbes, Óscar
Cantuarias Pastor, que tiene todo el respaldo frente a una campaña
que busca separar a las instituciones de la Iglesia y que había
comenzando por la Juventud Agraria Rural Católica (JARC).
El
domingo, en Tambogrande, varios jóvenes de esta institución
denunciaron extrañas visitas a sus comunidades de personas que querían
“dialogar” con ellas sobre la minería. En la mayor parte de los
casos, comunidades prevenidas han echado en términos cordiales a
los visitantes.
Muchos
de ellos andan por acá reafirmando lo dicho. Algunos se han
confirmado el año pasado y asumen estas participaciones como una
prueba de que han adoptado un compromiso cristiano activo, lo mismo
que Monseñor Cantuarias, quien el día anterior había sido
criticado por un medio local de “utilizar el púlpito” para
llamar la atención sobre la necesidad de rechazar el proyecto
minero.
“¡Que
nos acompañe!”, gritó una anterior dirigenta de clubes de
madres, pero el prelado se excusó, a lo que Francisco Ojeda,
presidente del Frente de Defensa de Tambogrande y el Valle de San
Lorenzo, concluyó diciendo que “lo estamos desagraviando”.
Fue
hace nueve meses atrás cuando Cantuarias, tras el asalto al
campamento de Manhattan, exigió la salida de la empresa por
haber provocado desunión entre la comunidad. Días después, un
consternado Roberto Obradovich, gerente de la empresa en Perú, salía
a decir que lamentaba esas expresiones, a las que consideraba
carentes de información.
Aquella
misma tarde, en Tambogrande, Ojeda proclamaba la victoria sobre la
minería –semejante espaldarazo el de Cantuarias—ante una
multitud que horas antes se había tomado la justicia con sus
propias manos.
En
esta ocasión no era la plaza principal de Tambogrande, pero tampoco
era escenario desconocido. Un discurso de casi media hora bajo un
inclemente sol.
“Voy
a hablar de tres temas: la consulta popular, los documentos que han
aparecido y la intangibilidad del valle”, resumió a NPC, apenas
segundos antes de comenzar a hablar todo un monólogo donde la
revelación importante fue una grabación de Eliane Kurp, la primera
dama, a la que se le arrancó un apoyo casi sin querer a la consulta
popular, y el pedido a la administración Toledo a respetar la
voluntad del pueblo (¿el presidente dirá ahora que su esposa también
está conspirando contra él?).
Para
Ojeda, uno de sus mayores pasos ha sido retirarse de la mesa de
concertación promovida por Defensoría del Pueblo, y cuya segunda
reunión está cerca, a la que acusó de estar coludida con Manhattan,
actitud que no es compartida por el sector intelectual de la
resistencia, por considerar que de esa forma los hermanos Quijandría
legitimarían el EIA.
Bajo
ese punto de vista, urge que el Frente reconsidere su posición y
regrese a pelear una nueva batalla, donde, en base a los documentos
publicados la semana pasada (que Ojeda interpretó de otro modo), la
Defensoría sería utilizada como trampolín, pero no estaría
involucrada dentro alguna negociación en particular. Queremos creer
eso.
Poco
antes, Julio Castro, de CREA Pueblo, criticó duramente a “los señorones”
que sólo servían a pie juntillas a los poderosos aún a costa de
su propio pueblo. Fue uno de los primeros en mostrar un rostro de
satisfacción, mientras nos enseñaba una ampliación fotocopiada
del mapa del Perú.
“La
parte en negro corresponde a los suelos más fértiles”, explica.
Piura los concentra en buena parte respecto del resto de la costa
peruana, y aún el resto del país.
Por la
tarde, la evaluación oficiosa preliminar era de satisfacción: cero
revueltas, cero problemas, pero una in cuantificable satisfacción:
decir a todo el que pudiera escuchar ‘en Piura, no queremos minería’.
NPC
Tambogrande contribuyó a este informe. ©2001 NPC
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