Creatividad
con sabor y color a limón
La
campaña de concienciación sobre el cebiche, en Lima, no es
algo nuevo, ya trae mucha historia detrás. Pero lo interesante
es que el afán de defender a un recurso de San Lorenzo, ha
creado una nueva forma de llamar la atención sobre nuestros
miedos y problemas: utilizando el arte.
Irina
Mauricio Trelles maririna@hispavista.com
Piura
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¿Y quién iba a pensar que el humilde fruto verde,
alguna vez iba a crear tal revolución? |
Primero
un grupo de jóvenes se vistieron de negro, otros optaron por
convertirse en calaveras y se pararon, mudos, inmóviles y
testarudos frente a la empresa minera. La policía los sacó.
Para algunos eso fue arte en vivo.
Tiempo
después otro grupo salió con pequeñas plantas por la calle
exigiendo el respeto del medio ambiente y la no explotación
minera en Tambogrande. Se sentaron en el puente mientras los
conductores se impacientaban esperando que se movieran. Ese era
el inicio de una nueva propuesta para defender el valle de
Tambogrande.
Imaginación,
creatividad y una dosis de arte
comenzaron a conjugarse. El proyecto camina y en los próximos
días veremos algo que para algunos será una performance;
para otros una imaginativa protesta con sabor a limón piurano.
Sin
embargo, los jóvenes y adultos que defienden esta causa
decidieron ir más allá. Creyeron que faltaba motivar a la
población para que tome conciencia del asunto. Así se les
ocurrió invitarnos a imaginarnos el ceviche sin limón. ¿Sin
limón?. Sí, sin limón.
Fue
ese “Imagínate el cebiche sin limón”, el que se convirtió,
como dicen en factortierra, “en un santo, seña y
contraseña del sector juvenil que pertenece a la resistencia
anti-minera”.
Aunque
claro, esta periodista, le respondió a alguien que el ceviche
en sus inicios se preparaba, según un buen libro de historia,
con naranja agria y que a falta de limón, buenas serían las
naranjas, pero la asociación pescado-cebolla-ají-culantro-naranja
agria, es espantosa, por no decir otra cosa.
Así
que ni esta periodista se animaría a comer un ceviche con
naranja porque para experimentos culinarios, ya sufrieron
algunos de nuestros antepasados.
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Afiches que aún sobreviven en la cuadra 21 de la
avenida Arequipa, en Lima. |
Largo
viaje
Y
este “Imagínate el cebiche sin limón”, santo y seña de
los jóvenes ha viajado de Tambogrande a Piura y de este
departamento a Lima. De allá, no ha faltado quien ha preguntado
a algún amigo o pariente piurano “¿qué pasa con el limón?”,
“¿qué ocurre en Tambogrande”.
Otros
no han necesitado preguntar, ha sido suficiente conectarse a las
ediciones digitales de los diarios piuranos para enterarse del
asunto en cuestión y sacar su propia línea. Hasta por allí,
una estudiante de La Molina atraída por el limón amenazado en
Tambogrande decidió venir para investigar cómo se puede
aprovechar más ese cítrico tan indispensable para los piuranos
y peruanos en general.
Y
los medios televisivos de señal abierta o cerrada, centrados
generalmente en los asuntos nacionales, han venido a ver qué
pasa con Tambogrande, su limón y su mango.
Y
el colectivo Tambogrande, encargado de atender los comentarios
de la gente, ha recibido correos electrónicos (ctambogrande@latinmail.com)
pidiendo explicación de “cómo
es eso de acabar con el cebiche, quién es el loco detrás de
eso, qué demonios tiene en el cerebro”.
Otros no han escrito, sino que al principio creyeron que era algún
artista que intentaba nuevamente filmar, fotografiar y recibir
correos con las reacciones de los transeúntes para luego montar
toda una exposición, así como se hizo con el ya famoso afiche
de “La perra” que movilizó a las feministas y hasta la
misma ministra de la época exigiendo más respeto y ordenando
el retiro de los afiches provocadores y ofensivos contra la
mujer. Nada de eso, era arte.
Algunos creyeron que era una historia similar, pero que esta
vez, alguien quería meterse con el limón. El limón del peruanísimo
ceviche. ¡No faltaba más!.
Realmente, el limón, nos está uniendo y acortando distancias.
El limón hace que otros devuelvan la mirada a un pueblo
piurano. Claro que no todo es color de rosa, perdón, color limón.
Hay quienes aún ni se enteran de nada o simplemente, no les
interesa o les parece exageración, pura exageración o puro
juego de intereses. Bueno en esta Villa del Señor, de todo hay.
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Los afiches fueron, en realidad, parte de toda una
campaña de pasacalles, protestas silenciosas y mesas de
información. Todas con mucho éxito. |
Limón
artístico
El
limón, su nombre, su color y su forma, incluidos en coloridos e
imaginativos mensajes están ganando la batalla de la
indiferencia.
El
mecanismo no es nuevo, todos recordamos “rituales” como el
lavado de banderas, las bolsas de basura con los rostros de
Fujimori y su asesor o el Gran Muro de la vergüenza, las cintas
de “Peligro, mafia trabajando” o los recorridos en Lima con
insecticida en mano o los cuadros de nuestro piurano Víctor
Delfín, especialmente, aquellos titulados “El hermoso
general” (1993) o “El emperador y sus demonios” (2000).
A
esto, los artistas y comunicadores involucrados llamaron en su
momento “derrocamiento cultural de la dictadura”, los críticos
aseguraron que se trataba de arte situacionista, es decir, aquel
que lograba impregnarse del acontecer actual, especialmente el
social y político.
Eso
también era arte, ingenio, imaginación y creatividad crítica
inundando espacios, ganando conciencias. Confirmando una vez más
que de este lado, el golpe se siente más y lo más gracioso es
que no necesitas golpear, ni ser violento, sólo imaginativo,
artístico y creativo. ¿Artístico?. Sí. Artístico.
Por
ejemplo, el ritual de “lava la bandera”, puesto en marcha en
Lima por el colectivo Sociedad Civil, se replicó en todo el país,
fue una cadena, considerada por críticos de arte, como Luis
Lamas, como una verdadera obra de arte.
Y
es que el arte, no sólo puede colgarse en una pared de una
casa, representarse en una escultura, una pieza o en un objeto o
en una pieza musical. El arte, la creatividad e imaginación,
también está en las calles. El arte es vida y más allá de lo
estético, es también conciencia, individual o social y también
algunos buscan que el espectador reaccione a propósito frente
algo.
Aunque
claro, no faltará alguien que diga que esa creatividad,
imaginación o arte con se está reforzando el tema de
Tambogrande, no es tal sino es un mal ejemplo de los defensores
del medio ambiente porque qué derecho tienen para ensuciar las
paredes de las ciudades.
Otra
vez, hay que recordar que en esta Villa del Señor hay de todo y
para todos y para aquellos que no les gustan los afiches, pronto
verán enormes limones con diligentes jóvenes inundando los
mercados y restaurantes de Lima. Algo así como una performance,
pero esta vez, teñida de verde y con sabor a limón. ¡Provecho
Lima!
Esta
es la versión original del artículo publicado en el suplemento
Fans, del diario El Tiempo de Piura, el 1 de
febrero pasado, y que se basó en nuestro informe “Gritando
desde las paredes”.
Irina
Mauricio Trelles es editora de cultura de este medio, y
periodista radicada en la ciudad de Piura. Asimismo es
moderadora asociada de factortierra-LI.
©2002
María Irina Mauricio Trelles. ©2002 Diario El Tiempo S.A.C.,
donde corresponda.
Vea
también
El poder del limón
Gritando desde las paredes |