Inde - Horas de meditación - La Onda - English


 
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Escritos sobre "la Onda"

La esencia de la Onda Global de Meditación
Cómo meditar en la Onda
Historia de la Onda
Creando un lugar de radiación en la ciudad
La unidad esencial
Que hacer cuando estamos embotados
Planos y polaridades
Lo importante en la Onda es...
Meditar según el propio estado
Estilos de Yoga y la Onda
Dormir durante la Onda
Las leyes energéticas y la lógica 
Los lugares de radiación energética



La esencia de la Onda Global de Energía

En la Naturaleza todo se mueve ondeando. Las ondas están por todas partes, desde la partícula más pequeña hasta en los ecos del Big Bang. En el espacio, las ondas tienden a manifestarse en una forma circular; cuando este ondear universal se manifiesta en el tiempo es denominado “ciclo”.

Si ponemos la mano en un recipiente grande de agua, y comenzamos a empujar el agua de un lado a otro, rítmicamente, veremos que al principio el agua se resiste, pero luego va tomando el vaivén de la mano. El esfuerzo que tenemos que hacer para que el “oleaje” así producido sea más y más fuerte va siendo cada vez menor, hasta que llega el momento en que incluso si dejamos la mano inerte en el agua, será empujada por el ir y venir de esa marea.
La actividad de la Onda es igual.

Los pocos que comenzamos a meditar rítmicamente, cada 6 horas, vamos creando un ritmo energético que afecta la energía total del mundo. Al principio, como cuando comenzamos a mover las aguas con la mano, encontraremos la mayor resistencia, pero luego esa energía se irá potenciando con cada meditación grupal/global, hasta que la propia energía acumulada y liberada rítmicamente sea más poderosa que la energía caótica hoy predominante. De esta manera, cuando alguien necesite de un momento de intensidad energética, ya sea para aliviarse de una enfermedad o concentrar sus propias energías, podrá encontrar en esas oleadas un espacio a donde recurrir siempre, en cualquier parte de la Tierra. Este es el corazón del movimiento de la Onda. 

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Cómo meditar en la Onda

PRINCIPIANTES: Lo mejor es estar recién bañado y sin haber comido recientemente.
Buscar un lugar solitario, sin actividad. Si se tiene la suerte de estar en un jardín o un bosquecillo, es lo perfecto, sino, una habitación silenciosa.
Sentarse enderezando la columna, cerrar los ojos, cómodamente.
Relajar el cuerpo, aquietar la respiración.
Si estás en la naturaleza, estar en silencio con los árboles, el cielo, la tierra.
Luego, tratar de sentir a las otras personas que están realizando esto en otras partes del mundo. Esta parte es importante. Se trata de tomar conciencia de que estamos juntos, aún a la distancia.
Observar los propios pensamientos, emociones y sensaciones corporales, especialmente la respiración.
Permanecer así, simplemente, aumentando la observación pasiva y la relajación; pronto se generará una atmósfera de quietud y paz. Es sumamente importante PERCIBIR el cambio, NO IMAGINARLO. Si no se produce, no importa; otra vez será, pero se debe evitar a toda costa la autosugestión, deben evitarse las imágenes mentales de todo tipo, sólo sentir lo que es.
Si se produce el cambio en la atmósfera, observarlo y permanecer en esa energía hasta que sintamos que es suficiente.
Si se hace bien, esa sensación de intensidad energética y paz estará con nosotros durante horas luego de la meditación global.
Los cambios que se producen en el caso de una mutación energética debida a la meditación global, son:
La sensación de que el aire "está cargado", como el ambiente de antes de las tormentas. En una habitación cerrada esto es mucho más notorio que en el exterior.
Claridad mental, mucha paz interior. Sensación de "espacios interiores" o "vacío iluminado".
Energía física, liviandad, ligereza del cuerpo, fluidez.
El cambio es sentido por otros, incluso por los animales, quienes adoptan una actitud de mucha distensión.
Si existía algún problema físico, existe un momentáneo alivio.
AVANZADOS: aconsejamos previamente un baño, luego una sesión de Yoga con énfasis en Pranayamas intensos, y a la hora en punto, sentados en relax, conexión grupal y la meditación de los ojos quietos.

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Los lugares de radiación energética

Todos los lugares adquieren una carga energética surgida de los seres que lo habitan y las actividades que ocurren en él. Esto es así tanto para lo armónico como para lo desarmónico y, por lo tanto, la meditación en un mismo sitio hace que ese lugar vaya adquiriendo una cualidad energética particular, de intensidad y sutileza.
Esto es aún más evidente y poderoso si el lugar – una habitación, por ejemplo - está dedicado solamente a actividades armonizantes, y más aún si es un sitio natural, como un bosque, una montaña o una playa que suelan ser solitarios, no concurridos por la gente. Estas tres cosas (las actividades armonizantes, la presencia de la Naturaleza y la ausencia de otras actividades humanas en ese lugar) son imprescindibles a la hora de crear lo que llamamos un “lugar de radiación”. ¿Qué es un lugar de radiación? Un sitio donde existe una intensa energía sutil. Luego de un tiempo, aunque nadie ya medite o haga yoga en ese lugar, igualmente todo ese espacio y sus alrededores quedan impregnados por una atmósfera de armonía, intensidad y paz, irradiando energía en forma permanente, por sí misma.

Lo único que puede destruir eso es – como siempre – la actividad humana discordante, violenta o vulgar.

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Historia de "la Onda"

La Meditación por Hiroshima
Durante los 70 hubo varias actividades tipo “meditación global” en todo el mundo. Uno de los primeros en hablar de meditaciones simultáneas fue el Maharishi Mahesh Yogui; sus seguidores realizaban incluso investigaciones científicas sobre las supuestas influencias de esa “meditación” sobre los eventos mundiales.

A la vez, los activistas pacifistas realizaban meditaciones globales en eventos tales como el aniversario de la bomba de Hiroshima.

En una ocasión, a principios de los 80, asistí a este último evento en una plaza de Buenos Aires, donde había centenares de personas sentadas en el césped. A la hora en punto en que había estallado la bomba todos quedamos en silencio, y eso también estaba pasando en muchos otros lugares del mundo. Inmediatamente percibí que un cambio energético había ocurrido; era intenso y – para mí – evidente, pero es difícil decir si todas las personas lo habían captado de igual manera. Este fue mi primer encuentro con los efectos que pueden causar muchas mentes unidas energéticamente a pesar de las distancias. 

El sueño
Años después tuve este sueño durante una breve siesta:

hablaba con el Maharishi acerca de la meditación simultánea que él había estado propiciando. Luego miro un reloj que tenía en mi muñeca, con fondo negro y números luminosos amarillentos. Cuando miro con más atención, veo que la esfera del reloj en realidad es una visión nocturna satelital de zona central-este de los Estados Unidos, una especie de mapa. Cada pequeña luz era una gran ciudad sobre el fondo negro, tal como se observa en las fotografías satelitales.Yo corría la perilla y el mapa se desplazaba. Entonces el Maharishi me dijo algo acerca de que en ese momento estaban todos meditando simultáneamente. Entonces cierro los ojos y comienzo a meditar yo también, pero en una forma distinta a la entonces famosa “Meditación Trascendental”: comencé a observar mi propia mente durante el soñar - algo relacionado directamente con las enseñanzas de Krishnamurti - y me desperté en ese estado. Este sueño me impactó, y de inmediato la idea de una meditación global simultánea se me vino a la mente. A lo largo de muchos años este proyecto estaría flotando en algún lugar de mí, y a veces intentaba entusiasmar a otros amigos, pero no estaba muy claro al respecto. Debo aclarar que nunca ni el Maharishi ni su supuesta “Meditación Trascendental” me simpatizaron en lo más mínimo. En cambio, la idea de la meditación global simultánea siempre me atrajo, pero implementar eso en los duros 80 era otra cosa, y todo quedó reducido a experimentar los efectos que causaba en mí una actividad cíclica de Yoga y meditación relacionada con ciclos cósmicos, diferentes horarios, etc.
Este sueño demostraría tener elementos predictivos a largo plazo. 

Internet
La llegada de la Red cambiaría las cosas. De pronto, era muy fácil dar a conocer globalmente una actividad como ésta, y puse algunas páginas web sobre el tema. 
Pensé cuidadosamente en cuáles serían los mejores horarios y frecuencias, que cosas podrían hacerse y cuáles no, y poco a poco algunas personas comenzaron a interesarse. Un bosquecito de San Marcos Sierra, Córdoba, se convirtió en el primer “lugar de radiación” (un sitio donde se medita regularmente, y que, a causa de esa actividad, adquiere una particular carga energética). 
Pude constatar en forma personal la enorme potencialidad benéfica de la meditación global regular sobre mí mismo y sobre la Naturaleza - algo que cada cual debe experimentar por sí mismo. Sin embargo, yo seguía sin prestarle toda la atención que merecía hasta los atentados terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos. 

Septiembre del 2001
En una coincidencia de ésas, me hallaba escribiendo un artículo sobre las contradicciones del islamismo cuando escuché por la radio que “una avioneta había chocado contra una de las torres gemelas de New York”. 
Todos recordaremos dónde estábamos y qué hacíamos cuando nos enteramos de esa noticia. 
Cuando todo pasó, volví a la computadora y envié una invitación para una meditación global especial para el domingo 16 de septiembre siguiente, en uno de los horarios de la Onda. 
Ese evento se convertiría en crucial, ya que durante la media hora de meditación que trascurrió entre las 18:00 y 18:30 GMT, se hizo presente una intensa energía ante diferentes personas simultáneamente, en distantes lugares. Durante alrededor de 15 minutos, los que meditábamos tuvimos la experiencia de ese poder, y tuve la absoluta certeza de que esta actividad debe ser impulsada, ya que es trascendente, carece de toda objeción, y es una de las cosas que más necesitan la humanidad y la Naturaleza en este momento.
La invitación a meditar - Detalles de la meditación

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Creando un lugar de radiación en la ciudad

Los pocos que tienen un pedacito de Naturaleza solitaria deberían ser considerados afortunados hoy día, cuando lo normal es vivir en atestados lugares.

Más frecuente es poder disponer de una habitación vacía, con alguna abertura hacia un jardín o copas de árboles, o quizás una buena vista del cielo. En ese caso, podemos seguir estas simples reglas a fin de crear un sitio de concentración energética en nuestras casas (un “lugar de radiación”). En primer lugar, trataremos de que ninguna actividad inarmónica o vulgar se desarrolle en ese lugar; sóloYoga, Tai Chi, meditación, lectura de libros relacionados, etc. En esa habitación pueden haber alfombras y almohadones (quizás alguna silla plegable), algunos libros, incienso, equipo de música, pinturas o fotos de la Naturaleza, etc. Lo importante es impedir que las energías caóticas de las personas interfieran con la creación del foco energético. Como la presencia de la Naturaleza es muy importante, podemos introducir plantas, o tener una ventana abierta que dé a un lugar con árboles, a un jardín, o al cielo. Los gatos y perros emanan, asimismo, abundante energía natural, ya que siguen siendo hijos de la Naturaleza (cuando no han sido desarmonizados por las personas). Pero aún si no poseemos todo eso, podemos igualmente crear un lugar de radiación mínimo dentro de una casa, en el rincón de ella que sea menos concurrido. Podemos dedicar un asiento (sea un sillón, un almohadón o una alfombra) solamente para ese fin y meditar acompañándonos en lo posible por seres naturales. Con el tiempo, la energía que emanará de ese pequeño lugar invadirá toda la habitación y la casa. Algunos yoguis llevan consigo una alfombra en sus peregrinaciones; donde sea se encuentren, al desplegar esa alfombra crean un pequeño lugar energético, una especie de burbuja de buena onda. Pero para quienes incluso estas cosas son inasequibles, existe aún otra alternativa: las plazas. En una plaza, podemos elegir un sitio no concurrido, preferentemente junto a un árbol. Notaremos con el tiempo que si bien en esos lugares hay abundancia de diferentes clases de energía, también la energía armónica se irá acrecentando con nuestra actividad (y la propia del árbol; ellos siempre están emanando buenas energías). Es difícil tornar a una plaza en un centro de emanación energética, pero al menos mientras estamos con sus árboles, de alguna manera estamos también en contacto con todas las Selvas y Bosques del mundo.Y eso no es poco.

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La unidad esencial

El Buddha dijo: “Al alcanzar el Buddha la Iluminación, todos los seres de la Tierra también la alcanzaron”.
Esta enseñanza del Buddha tiene un profundo sentido. El era un ser humano como todos, y la mente humana esencialmente es una sola, aunque manifestada en millones de cuerpos físicos. Su iluminación fue la iluminación de toda la humanidad, aunque uno no pueda darse cuenta directamente de ello. La misma humanidad es sólo una parte de la mente total de la Tierra, y así, también es cierto que todos los demás seres alcanzaron la iluminación, algo que también nos suena misterioso, ya que muchos seres de la Tierra – por ejemplo, los espíritus de las Selvas, los grandes espíritus de las Montañas, del Mar, etc. – parecieran ser seres ya iluminados. Krishnamurti habló mucho de estados de conciencia en donde él era todas las cosas, de estados de unidad con todo que a veces también percibían aquellos que estaban cerca de él durante esos momentos. El también dijo que “uno es el mundo, y el mundo es uno”. Incluso muchas personas comunes pueden relatar experiencias llenas de extrema bienaventuranza en donde la sensación de separatividad se diluye por completo, siendo sustituida por la clarísima visión de una unidad luminosa y vacía, esencial. Durante esos estados es muy evidente que la acción o el estado de un solo ser impacta en la totalidad en forma inevitable. Así que un cambio en uno de nosotros ocasiona un cambio en la totalidad de la mente humana, en toda la Tierra. Comprender algo nuevo, disipar una confusión, descubrir una nueva verdad es dar un paso más hacia el fin del sufrimiento de todos los seres. 

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Que hacer cuando estamos embotados

La mayoría de las veces nuestro estado general no es el mejor para meditar. Nuestro cuerpo puede estar pesado, nuestras emociones plagadas de sentimientos inestables, nuestra mente errabunda y confusa... ¿qué hacer entonces? Cuando nosotros estamos con un cuadro energético así, es muy poco probable que podamos generar rápidamente una radiación energética creativa. Pero los siguientes consejos pueden ayudar muchísimo a que cuando nos levantemos de la meditación estemos rodeados de energía armónica. Al sentarnos, consideremos que en ese mismo momento hay mucha otra gente que está meditando alrededor del mundo, y que muchos de ellos están irradiando abundante energía armónica, y que esta oleada mundial de energía está allí precisamente para aquellos que la necesitan. Si bien nosotros solemos ser uno de los que la generamos, en estos momentos necesitamos de ella, así que primero recibamos la energía irradiada por nuestros compañeros de Onda para armonizarnos, cargarnos y luego irradiar nosotros mismos. El solo hecho de percibir, sentir el hecho de que formamos parte de un grupo así, nos conecta con su energía, tal como si estuviéramos todos juntos en un salón. Leer algo trascendental. Nada hay mayor a los libros de Krishnamurti y del Buddha, pero también pueden servir fotos de la Naturaleza y buenos poemas. Esa clase de obras son en sí mismos una especie de usinas de energía que se transmiten directamente al lector. Realizar ejercicios: respiratorios, especialmente la respiración alternada del Yoga, y de relajación, especialmente de manos y de globos oculares. Si aún esto nos es difícil, entonces es mejor realizar una breve serie de Yoga. Si estamos realmente tan inquietos e inestables que ni siquiera podemos leer o realizar ejercicios de Yoga, lo mejor es salir a caminar vivamente, pero con la mente alerta, y mirando el cielo, los árboles, etc., sintiendo todo, observando nuestra mente. Caminar con una mente meditativa es en sí mismo una manera muy efectiva de armonizarnos y energetizarnos; es igual a estar sentados en silencio. Estar en contacto directo con la Naturaleza. Reposar sin hacer nada específico bajo un árbol, o bañarnos en un mar o río, salir a cielo abierto a mirar las nubes, etc. Los seres de la Naturaleza jamás dejan de irradiar abundante energía armónica a su alrededor, solo debemos dejar que nos “contagie”.

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Planos y polaridades

Tenemos 3 planos: mental, emocional y físico.Y existen 2 polaridades (femenino y masculino), cuyas combinaciones dan lugar a 4 posibilidades energéticas: 

  1. Masculino 
  2. Femenino 
  3. Bipolar (masculino y femenino en desarmonía)
  4. Armónico (masculino y femenino en armonía)

Las polaridades impactan de diferente manera en los planos; así, una persona puede tener un cuerpo con características muy masculinas pero poseer una emocionalidad femenina y, a la vez, una mente bipolar.
De estas cuatro posibilidades energéticas, sólo una, la armónica, es completa en sí misma. Un estado energético general de armonía se manifiesta por un cuerpo equilibrado, paz emocional y una mente perceptiva.
Durante la Onda, tratamos de generar y empaparnos del estado armónico de la energía.

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Lo importante en la Onda es... 

generar una intensa onda de energía sutil
Esto puede hacerse a través de:

  • Hacer un relax profundo.Sentarse quietamente, en silencio. Observarse. Esto incluye el cuerpo, las emociones, la mente. Relajación ocular, de las manos, respiración como suspiros profundos.
  • Conectarse con la Naturaleza en estado abierto, en comunicación con los árboles, los animales, la Tierra. 
  • Hacer Yoga, Tai Chi, caminata meditativa.
  • Leer: Buddha, Krishnamurti, sobre todo. Poemas adecuados: Keats, Shelley, Zen.
  • Música, para luego quedar en silencio: Beethoven, clásica india, New Age.
  • Meditación. Es el alma de la Onda. 

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Meditar según el propio estado

Esta es una escala de las posibilidades según nuestro estado al inicio de la Onda:

  1. Si uno se halla intenso, atento, despierto, observando todo, con la sensibilidad aguzada: no es necesario hacer nada, ya que uno está generando e irradiando energía en forma natural.
  2. Si uno está intenso, pero falto de agudeza, de atención: sentarse en silencio observando sus pensamientos, sentimientos, las sensaciones corporales.
  3. Si uno está muy desatento, pero con energía física: es preferible comenzar con una breve sesión de Yoga y luego meditar.
  4. Si uno se halla falto de energía física, sin deseos de moverse, aunque con la percepción despierta: respiraciones, relax y luego silencio con atención interior.
  5. Si uno se halla falto de energía y con la mente obtusa: una fuerte sesión de Yoga, o salir a caminar entre árboles. 
  6. Si uno se halla enfermo, o demasiado débil como para caminar o hacer Yoga: relajarse en el piso, tratando de recibir las oleadas de energía sutil que se están generando en los momentos de la Onda. 

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Estilos de Yoga y la Onda

Los diferences estilos (o escuelas) de Yoga son diferentes precisamente por tener otros objetivos además del primordial que es la unión con el todo, que es común a todo lo que se considere “Yoga”. Así, tenemos en un extremo a las escuelas “gimnásticas”, que son sólo una mezcla de contorsionismo y stretching, con algo de prácticas respiratorias y relax. En estos estilos – que se autodenominan “yoga” pero en realidad no lo son en absoluto – lo importante son los logros físicos, dejando por completo de lado los ingredientes psicológico-energéticos. Por otra parte, en la otra punta tenemos a las escuelas de Yoga “místicos”, a los que también dudamos muchísimo en calificarlos como verdaderas escuelas de Yoga, ya que son sistemas de creencias que carecen de toda práctica física más allá de la dieta vegetariana y algunas otras restricciones, quizás con prácticas de mantra, oraciones y estudios. Para estos últimos, los logros físicos del Yoga son completamente innecesarios, y todo lo que importa son los logros “espirituales”. Estas corrientes suelen desembocar en sectas cerradas.
En medio de estos dos extremos existen una gran variedad de estilos de Yoga, con mayor o menor importancia a lo físico (el Hatha Yoga) y lo verdaderamente espiritual (el Raja Yoga, siendo el budismo original y las enseñanzas de Krishnamurti las mayores expresiones).
Tenemos, por ejemplo, la excelencia en las prácticas físicas yogas, que son los estilos derivados del de Krishnamacharya, como por ejemplo, los estilos de Iyengar y Desikachar. Estos estilos son inigualados por su precisión y efectos corporales, y fue el practicado – y aconsejado – por Krishnamurti. Krishnamacharya aprendió esta Yoga de un maestro recluido en los Himalayas, Ramamohana, quien lo envió para difundirlo al mundo a principios del siglo XX. Este estilo de Yoga es, según nuestro punto de vista, el mejor de todos, y nosotros también aconsejamos vivamente su práctica. El Yoga Cósmico se basa en los ejercicios de este estilo de Hatha Yoga, con otros elementos extraídos sobre todo del Tai Chi. Además ha integrado también nuestros actuales conocimientos de Astrología Cosmoenergética. El Yoga Cósmico pone todo el énfasis en la creación de un estado energético sutil e intenso en el menor espacio de tiempo posible, adaptándolo a los distintos temperamentos cosmogenéticos. Es decir, es un sistema que apunta sobre todo a los occidentales, siempre carentes de tiempo, y en general, con muy poca experiencia con las energías sutiles. En el Yoga Cósmico, lo energético prima sobre lo físico.

Siempre aconsejaremos los estilos derivados del de Krishnamacharya (Iyengar, Desikachar y otros), pero para quienes practican la Onda creemos que el Yoga Cósmico es aún mejor: ha sido creado especialmente para eso, incluye muchos ejercicios tipo Krishnamacharya y del Tai Chi, guarda el espíritu de las enseñanzas del Buddha y Krishnamurti, y además, la Onda es parte esencial del Yoga Cósmico mismo.

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Dormir durante la Onda

Absorber la energía irradiada durante la Onda puede hacerse a través de un relax profundo durante el cual, si nos dormimos, es mucho mejor.
Los teósofos ponían sus cuerpos a dormir durante Wesak, a fin de viajar en sus cuerpos astrales a los Himalayas, y aquellos que no sabían cómo hacer esto, simplemente trataban de dormir para captar algo de la gran energía liberada durante esa ceremonia.
El dormir con una predisposición mental determinada es completamente distinto que “hacer una siestita”; en todo caso, es algo que uno mismo puede y debe comprobar por sí mismo.

Técnica
Son tres pasos:

  1. Realizar un relax como siempre.
  2. Luego, ya lograda la relajación total, determinar internamente que, en caso de quedarse uno dormido, el cuerpo estará receptivo a las energías sutiles irradiadas por la meditación global. Esta determinación puede tomar la forma de "órdenes" dadas al cuerpo físico, una entidad aparte de uno mismo. Uno debe hablarle al cuerpo como le hablaría a un niño. En el esoterismo, es conocido como "el elemental físico".
  3. Terminadas la relajación y la sugestión del cuerpo, uno trata de dormir.

Con esto es suficiente. Puede probarse su efectividad observando cómo se levanta uno luego. 
Es bueno realizar varios experimentos, tales como hacer lo mismo fuera de los horarios de la Onda, o simplemente comparar esos estados con los de la relajación normal durante la Onda.
Todo esto es parte del aprendizaje sobre las energías sutiles.

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Las leyes energéticas y la lógica

Las leyes del universo físico fueron comprendidas muy gradualmente a lo largo de la historia.
Al principio, los hombres trataban de explicar los sucesos que observaban a través de estructuras de su propia invención, tratando de ajustar los hechos a esa arquitectura cósmica imaginaria.
Cuando el avance técnico permitió ampliar el campo del universo percibido, los científicos comenzaron a formular leyes que explicaban muchos de los fenómenos macro y microcósmicos. Estas nuevas leyes, basadas en la razón y las matemáticas, parecieron ser omnipotentes para explicarlo todo durante un tiempo, exactamente hasta el descubrimiento de ciertos fenómenos físicos que transgreden impunemente la lógica, como la Teoría Cuántica.
Actualmente, los físicos están divididos en dos grandes grupos: aquellos que piensan que todo puede ser explicado a través de lo lógico-matemático (y, por lo tanto, puede ser comprendido por el cerebro) y aquellos que piensan que estamos descubriendo un universo que es lógico sólo hasta cierto punto, detrás del cual se expande un misterioso campo que al pensamiento se aparece como ilógico y paradojal, y que no puede ser comprendido en términos de la razón.
Si esto sucede en el campo de lo físico, podemos imaginar lo complicado que pueden ser las cosas en el universo energético, o sutil, que involucra a la mente. La afirmación de que “las personas que se juntan a meditar generan mucho más energía que ellos solos por separado” no tiene ningún viso lógico para las personas racionales.Y mucho menos que “dos personas pueden estar juntas energéticamente aunque estén separadas por grandes distancias”. Cualquier persona estrictamente apegada a los hechos físicos, desecharía estos dichos como una parte más de las tonterías pre-científicas. Sin embargo, afirmaciones como éstas tienen una diferencia con las estructuras imaginarias: pueden ser probadas por métodos científicos. Si bien la existencia misma de las energías sutiles no es aún algo que pueda ser probado en forma directa en un laboratorio, sus efectos sí pueden serlo. El campo de las energías sutiles es infinitamente más “ilógico” y “paradojal” que el universo cuántico, por poner un ejemplo. Sin embargo, es una realidad contundente para aquellos que pueden percibirla en forma directa y – sobre todo para los demás - a través de experimentos científicos, pero éstos sólo captan la parte exterior, la cáscara del asunto. Los estados de felicidad, claridad, creatividad y magia no son traducibles a fórmulas científicas, y cuando uno se halla en tales estados, las comprobaciones de ese tipo son cosas completamente accesorias. Lo más importante de la Onda Global de Energía es que a través del uso de las leyes sutiles se puede transformar la mente humana, su estado energético general. Eso vendrá acompañado de multitud de fenómenos extraños, por supuesto, pero estas cosas no son lo importante; sí lo es la intervención del orden cósmico en la Tierra.

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