Capitulo 3
Rina se movía de un lado a otro en su oficina. Realmente este era el colmo y no lo iba a soportar, pero ¿con quién se iba a descargar?. Xellos no era el culpable, por lo menos esta vez. Ya lo había comprobado, luego de haberlo torturado un poco. Entonces ¿quién le había enviado esa carta?. No era que el contenido fuera muy terrible o insultante, después de todo decía: "Mi contrato se ha vencido. Ruego que por favor cancelen lo debido y que se vuelva a renovar". Por lo menos algo así decía la primera carta, pero que a medida que pasaban los días, nuevas cartas llegaban y cada vez eran más insultantes. Lina estaba furiosa, pues ¿quién se creía que era ese tal Fantasma para tratarla así?, ¿acaso no sabía con quién se estaba metiendo?. Lo único que le preocupaba era que aún no descubría cómo lo hacía para que todos los días una carta de él llegara a su escritorio. Había dejado cerrado con llave, había revisado todo el cuarto en busca de una puerta secreta o algo por el estilo, incluso, y esto realmente le había hecho perder la paciencia, había pasado todo un día y toda la noche de guardia, sin dormir y casi sin pestañar, pero sin resultados; la carta seguía apareciendo de la nada.
- Lina, ¿estás ahí? - lo cual fue respondido sólo por un gruñido
- Pasa Goudy, y dime que quieres.
- Eh, bueno, sabes Lina, te he visto tan preocupada y creo que no esta bien asi que traje algo de comer para que habláramos - con lo cual entró con un gran carro, cargado de comida. Los ojos de Rina brillaron al ver los suculentos platos y por un momento algo de su ánimo mejoro, sólo hasta que empezaron a pelear por el último pollo que quedaba, el cual fue obtenido por Lina.
- Gracias Goudy - dijo finalmente Rina, mientras se echaba de espalda en su silla, mientras sorbía un poco de té.
- De nada Rinita, tu sabes que tu me preocupas mucho - este comentario hizo que ella se cayera de espalda estrepitosamente. ¿Acaso este sujeto no pensaba antes de hablar?, se preguntaba Lina, mientras intentaba no ponerse colorada.
- Bueno, y ¿qué piensas hacer? - le preguntó Goudy
- Realmente no se que hacer con este sujeto. Es muy astuto y escurridizo, realmente me tiene fastidiada. Lo mejor por ahora es estar bien atentos ya que no sabemos de que es capaz de hacer... ¿me estás escuchando?.
- Ehh, no realmente... - un sólido golpe terminó con su respuesta.
- Escucha bien Goudy, no conocemos al enemigo, no sabes como hace lo que hace ni cuales son realmente sus verdaderas intenciones, así que debemos estar preparados para cualquier cosa, ¿entendiste?.
- Si, pero ¿cómo?.
- Pues abriendo bien los ojos... no de esa manera Goudy... me refiero a que debemos vigilar toda persona que entra y que sale de este lugar y estar atento a cualquiera que se vea sospechoso o que sus actos nos hagan sospechar de él o ella, pues no debemos descartar que tal vez nuestro Fantasma, no sea realmente una Fantasma. ¿Te quedo claro?.
- Más o menos... - pero al ver el rostro de Lina, decidió no preguntar y hacerse el que entendía todo lo dicho.
- Bien, esta todo listo. Ahora pasemos a los negocios; dime Goudy, ¿cómo va la Opera?.
- Ehhh, bueno, podría ir mejor.
- ¿Ah que te refieres? - su voz de repente se puso fría y amenazadora.
- Hemos tenido un par de accidentes últimamente.
- ¿Y?
- Bueno, la gente ha empezado a murmurar que ha sido culpa del Fantasma... - Lina rompió con sus manos los bordes de la mesa - ...Y... hay gente que ha desertado... - no pudo terminar porque un grito de Lina terminó su breve discurso. Esta se paró y mientras con sus manos destruía cuanto mueble o decoración estuviera a su alcance, maldecía sin cesar. Goudy optó por esconderse detrás del sofá, lo que resulto una mala movida pues de una sola patada de Lina este salió disparado hacia la muralla, aplastando al pobre Maestro.
- Muy bien - dijo una encolerizada Lina - Esto se acabó. Yo misma voy a estar en el próximo ensayo y me aseguraré que ningún otro accidente ocurra - con lo cual salió del cuarto, golpeando tan fuertemente la puerta que esta se cayó. Mientras que desde las sombras unos ojos observaban todo lo ocurrido y una sonrisa lentamente se formaba en su rostro.