Cuando quieras tu retrato

Cuando quieras tu retrato
mándame decir tu nombre,
si tienes apelativo
no lo dejes de nombrar.

Si al buscarlo en mis archivos
no lo encuentro, no te asombre:
ha de estar entre las chivas
que pa’ nada sirven ya.

Ahí te mando veinte kilos
de retratos, ahí te escoges;
cuando encuentres el que es tuyo
me devuelves los demás.

Y si acaso no lo encuentras
pos te mando las postales,
otros más de camarita
y hasta mi álbum familiar.

Y si acaso no lo encuentras
pos te mando los miñones,
otras amplificaciones
o de cuerpo natural.

Si un día fui tu mero mero,
seas quien seas aquí te canto;
tú eres parte de mi historia
que unas vienen y otras van.

Si un día dije que te quiero,
¿quién se va a acordar de tanto?;
ni que fuera mi memoria
Calendario de Galván.

Ahí te mando veinte kilos
de retratos, ahí te escoges;
pa’ que veas que mis archivos
están al puro dedal.

Y si acaso no te encuentras
nomás mándame este dato:
si dedicas tus retratos
con tu huella digital.

Y si ansina no te jallas
ahí escoge uno al desquite,
mándale ese a tu quelite
y así no quedas tan mal.