La desdichada Elvira

Murió de amor la desdichada Elvira
como pudo haber muerto de fiebre puerperal;
sin decir "Allá voy" se peló de esta vida,
su corazón sangrante dejó de funcionar.

Donde está el corazón tenía la parte hinchada
pues la flecha clavada salió por el pulmón;
porque Elvira murió, murió por el amado
de corazón malvado que hace un año la dejó.

Cayó como se cae cuando nos falta el piso,
por un tipo panzón, de paso cacarizo;
Elvira señaló la foto del culpable,
tenía en la mano un sable y un pie sobre un cañón.

Cayó como se cae, con los ojos al cielo,
o sea: cayó pa’ atrás, rebotando en el suelo;
se le hizo un chipotón y no se lo sobamos
y qué apuros pasamos pa’ cerrar el cajón.

El día que murió la desdichada Elvira
en la última boqueada aún pudo murmurar:
-Adiós, amor, la pata se me estira,<
pero dejo otra suelta pa’ venirte a espantar.

El día que se murió dijeron los vecinos:
-¡Que se muera otra vez, nosotros no la vimmos!
Y al último estirón toditos los mirones
salimos a empujones..., ¡qué susto nos metió!

Después llegó un doctor a echarle una mirada,
nomás llevó un cuentón y a ella ni le hizo nada;
ahí certificó que se murió de pena,
sacó para la cena y el tipo se largó.

Pagué la inhumación con los pelos de punta,
no se consideró que puse la difunta;
pero Elvira murió, murió por el amado
de corazón malvado que hace un año la dejó.