la vida como problema político,
la vida como problema poético1.

Autobiografía de la Conciencia2

(...)

¿Cómo están dibujadas?
¿qué es ese trazo?

Un tránsito de las manos por la materia, un saber que evoluciona a un conocer.

Mi forma de crear estas imágenes parte también de lo pequeño, de la escala humana, de lo que cabe naturalmente en las manos, y aunque el formato definitivo de las obras es muy superior, mi práctica tan sólo extiende a una mayor superficie lo que ha sido creado, concebido, probado a pequeña escala.

Los gestos del dibujo, el grosor del trazo, corresponden a las proporciones, capacidades y ángulo de giro de una mano sobre el material de soporte. Es decir, he intentado proceder con materiales que cupieran en mis manos, desde la película, hasta el papel acuarela, y sin caer el pulso ni a mano alzada, como con los pies en la tierra, sin intentar sobrevolar la superficie ni recorrer con ella espacios de características megalómanas, es decir, con tiento.

Para mí es importante que en cuanto al trabajo se unan las manos, y en lo referente al progreso de dicho trabajo se unan los planos, de entendimiento.

¿QUÉ ES ESTE TRAZO?
Lo más relevante de este grupo de obras no es la aparente composición tradicional, sino su atención al conflicto, desde la relación de las diferencias, la unión de formas, la mezcla de decisiones formativas, como el trazo del lápiz con la fotografía antropológica. Este trazo une diferentes planos, diferentes puntos, diferentes personas, diferentes partes, diferentes medios, propiciando un mayor entendimiento tanto de las partes como del todo.

Se trata de una naturaleza creada, trazada a lápiz, también circundada, enmarcada por el trazo, el dibujo; es el gesto de la mano, casi rúbrica, firma también de un compromiso; El trazo, que es también trato, es contrato, ES CONTRATO NATURAL 3, es afirmación de la identidad por la firma, es afirmación de identidad por la pertenencia a esa naturaleza.

.La naturaleza que aparece convertida en dibujo, aparece re-pensada; no se trata de una copia de la naturaleza, ni de una instantánea; se trata de reflexionar nuestra actitud previamente a la acción. De alguna forma interiorizada. Porque estamos embarcados.

El aspecto del paisaje ya no está caracterizado por el azar, por el caos de la naturaleza, sino más bien por esa artificialidad de un programa de parcelación del terreno, urbanización, carreteras, puentes, cultivos; organización. En estas imágenes nos identificamos con el entorno, por el contorno, lo contenido, lo que queda dentro, lo que pertenece, POR CONTRATO.

Como los tripulantes de una embarcación.

Los personajes se desenvuelven en una naturaleza plana, dibujada, planificada.

También se aprecia en esta visión artificiosa de la naturaleza un marco de estudio, como un caldo de cultivo, investigación de la enfermedad; quizá una visión de la sanidad, una cirugía del paisaje, las especies.

Aparecen agujeros negros, pozos, lugares de emanación de textos, tejidos, trazos, aparición de las leyes naturales, evidenciación de nuestra propia y común constitución; espacios en los que la biosfera se manifiesta...Quizá un nuevo contacto se prepara en la conciencia de ahora. Un nuevo horizonte próximo a una nueva conciencia de las partes y las leyes que las sustentan.

El dibujo es ensayo y error, una prueba, un ejercicio, porque se sabe que algo en la práctica, en nuestro trato, no funciona.

Pregunta y afirmación:¿Quiénes somos?

TAMBIÉN SOMOS NATURALEZA

Nosotros no, nosotros, los humanos, aparecemos fotografiados, objetivados, enmarcados también pero dentro de unas bolsitas, como el elemento del crimen, el cuerpo del delito, el caso, pero con otro fondo.

Aparecemos embolsados como una prueba más, quizá de la auditoría, la revisión del caso que se plantea; El conflicto de la relación   hombre / naturaleza, también HOMBRE INNEGOCIABLE-VIDA.

Cada espectador interpreta las figuras, el objeto artístico, según su formación, según su mirada. Pero yo propongo que estos semejantes se vean como no iguales, sino como diferentes a punto de alcanzar su definición. Propongo sean mirados como ese 80 % de la humanidad organizada según su voluntad. Así propongo trocar caridad por generosidad, amor por respeto, pues como dice Michel Serres el amor a nuestros semejantes crea clanes, mafias.

En estas imágenes lo humano proviene de nuestros archivos, de la fotografía colonial, como si valiera el registro, la fotografía, la visión ya tomada, pero no la interpretación que hasta hoy hemos hecho de ella.

Hemos de revisar ese mapa detallado, construído foto a foto, a base de nuestra práctica de registro. Ese mapa que también es representación de nuestro siglo.

Son los mismos personajes de la foto anterior a nosotros, mas no idénticos, un poco más sombríos, estáticos, como parados, a punto de alcanzar su autodeterminación. Son semejantes del presente.

Aparecemos estáticos, puede que por una avería en nuestros sistemas generales de medición de los tiempos.

¿Qué se ha estropeado? ¿Qué se ha roto?

¿Cuál es el motivo de nuestra postura espectante?

Tal vez la maquinaria natural en la que estamos inmersos no de más de sí, y se haga necesaria una reparación de nuestra actitud.Tal vez estamos próximos al umbral superior de resistencia de la nave que considerábamos nuestra.

Puede que el contrato natural con la tierra haya sido omitido.

Puede que en la declaración de los derechos del hombre, imprescindibles, hayamos omitido al resto de los seres vivos.

En estas imágenes no aparecen otros seres vivos, ni vegetales ni animales, ni dibujados ni fotografiados. No aparecen porque se reclama en nosotros, en lo humano, la atención a un discurso, el discurso cotidiano de su propia presentación. Con ellos, con el resto de los seres vivos compartimos la existencia, no somos sin ellos.

Por la misma razón sería impropio decir:

Todos los animales tienen derecho ..., pues sería externo. Más bien se trata de "escuchar" su susurro: Todos los animales tenemos derecho a... Nos dicen continuamente si entendemos las leyes naturales que rigen dentro de la prisión del sol.

Todas la plantas tenemos derecho a ... (lo dicen si nuestra mirada es atenta).

En la ciudad de Asís se firmó una declaración de los derechos animales, por todos lo dirigentes religiosos, reunión ecuménica de corte antropocéntrico.

Supongo en mi obra la intención de no "disecar" lo que está amenazado en su forma. Si la naturaleza, el paisaje, el suelo aparece, es de forma, como ya decía, dibujada, por no fotografiar; en definitiva mi obra inspecciona, repiensa la actitud del ser humano, desde el documento fotográfico, con las fotografías que ya hay.

Puede que se trate de una conciencia, mejor, una práctica de la reutilización de lo que ha sido pasado, dejado atrás sin extraer de ello toda su utilidad, toda su experiencia, todo su conocimiento. Sabemos aquellas fotografías documentales pero no las conocemos.

Se hace necesario llevar el saber hacia el conocer.

Aparecemos ESTÁTICOS sí, pero no inmóviles. Creo que hemos ralentizado la marcha.

Estamos todos, moradores de los cinco continentes, reconociéndonos en nuestras diferencias, también en nuestras similitudes.

Por ello lo insustituible de mi trazo, mi subjetividad, tal vez mi ego no entra en conflicto con lo Otro, lo admite. Quizá estamos tomando el tiempo necesario para entender lo Otro sin comprendernos en ello.

Puede que estos personajes que aparecen SEMIESTÁTICOS sean los primeros conscientes, y que de momento sólo sean personajes de una obra. Pronto cobrarán vida, si cambia nuestra mirada, y comenzarán a mostrarnos nuestros errores, pero más importante aún, comenzarán a darnos claves, eso sí, si miramos atentamente, si de alguna forma nos integramos en sus transparencias, en su irónica sustancia, en su casi fantasmagórica presencia, que como obras de arte poseen.

Pienso que hemos de prestar oídos a sus susurros.

*

Hay una parte de la obra que no aparece "visible" a simple vista, ni es fotografiable, tallada en los cristales que protegen cada obra. Se trata de unos textos y marcas en diferentes idiomas que, como marcas de agua, como transparencias, ascienden sobre las zonas de sombra o de máxima luz en la parte fotográfica, como emanaciones, como provenientes de un magma en el que los lenguajes todos se fundieran, y que sólo al emerger encontraran su texto, su idioma, su cultura, su frontera.

Se trata de sentimientos que hacen referencia a la inexistencia (también a lo innecesario) de su escritura antes de ver la luz, como el poema que yace en el tintero, o el que se condensa en el carbón del lápiz. Se hace necesario que alguien escriba su texto. Alguien cuya actitud vital, cuya pluma, cuya mirada, atraviese el conflicto.

Esta parte de la obra hace referencia a lo intraducible de la poesía cuando ésta ya está escrita, y a la importancia de la forma sin significante del sentimiento que se convierte en el signo al escribir. Un signo, que como diría Hoffmanstahl, es a veces indecente.

Quizá la relación entre figura y signo, objeto y letra, aparezca aquí.

Así el itinerario de la figura a la mancha y de ésta al signo encuentran su sentido.

La transparencia de estas formas, incluso escritas, estas irónicas presencias, estas "cosas" que no son visibles a simple vista, increpan a una mirada más atenta, que las rescate de su casi-no-ser, que las fije con la escritura. Pues con el movimiento de la luz a lo largo del día, o el movimiento de la mirada -a las superficies superpuestas del cristal sobre la fotografía - estas "cosas" cobran nuevos y diferentes mensajes, incluso aparece aquello que antes había permanecido oculto a nuestra mirada. Aquello que aún no era escrito. Pero que residía en la transparencia de nuestro sentimiento.

En definitiva abordan el problema de la autoría, de la conciencia, de la mirada para rescatar del silencio aquello que es necesario recibir... saber para luego conocer.

Hemos de mirar atentamente, de alguna forma hemos de integrarnos en sus transparencias, en su irónica sustancia, en su casi fantasmagórica presencia, que como obras de arte poseen, constituyendo un avance.

Hemos de prestar oídos a sus susurros.

                                                                                            éduardo cortils.

1.- (Exposición creada para la 9ª Primavera Fotográfica de Catalunya, 1998. Gal. Rosa Ventosa).

2.- (Extracto conferencia; Universidad Internacional de Andalucía, Sede Antonio Machado, Baeza, Jaén. Agosto 1998).

3.- El Contrato Natural, de Michel Serres.