Tan sólo seis de los cuarenta y ocho asuntos que pueden pasar a ser decididos por mayoría cualificada en la cumbre de Niza plantean problemas para España, especialmente los relativos a las políticas de cohesión y a la definición de las fronteras exteriores, en este caso por el contencioso que nuestro país mantiene con el Reino Unido acerca de Gibraltar.
Fuentes diplomáticas subrayaron ayer que la cohesión económica y social es un punto de especial sensibilidad para España e indicaron que, de todos modos la delegación española no va con una postura «absolutamente negativa» y actuará «en función de los esfuerzos que hagan otros países con respecto a asuntos que para ellos puedan ser tan sensibles como este para España». La decisión española estaría condicionada por cesiones de otros países en la cuestión de los recursos propios.
En cuanto al capítulo de fronteras exteriores, precisaron que no es sólo España la que mantiene reticencias a abandonar la decisión por unanimidad. Los otros cuatro asuntos en los que España tiene reservas para pasar a la mayoría cualificada son los impuestos directos, la seguridad social, la política comercial común y la parte del medio ambiente relativa al agua.