El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, volvió a afirmar ayer que la postura del Gobierno español respecto a una posible petición de traslado al Reino Unido del «Tireless»sigue estando supeditada a los riesgos y el tiempo que plantee la reparación del sumergible británico.
No obstante, tras insistir en que el Ejecutivo español pediría «formalmente» a Londres el traslado del buque si se llegara a la conclusión de que la reparación puede ir más allá del mes de marzo o entraña más riesgos que su envío a una base británica, el ministro se mostró convencido de que no hará falta hacerlo «en tono exigente» porque el Gobierno británico se plantearía «sin duda» esta posibilidad. Piqué también señaló que el informe de la Armada Británica indica que el submarino puede llegar a ser trasladado «en determinadas condiciones», aunque, según la información disponible, el tiempo necesario sería de momento más largo que la propia reparación en Gibraltar y podría entrañar más riesgo.
Asimismo, Piqué reiteró que la información que proporciona el Gobierno británico es «suficiente» y que la interpretación que se ha hecho de las declaraciones del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, Juan Manuel Kindelán, cuestionando la buena voluntad de Londres para informar a España del estado del submarino, han sido desmentidas por escrito por el propio Kindelán.
Por su parte, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, preguntará hoy en el Congreso al presidente del Gobierno si el Ejecutivo español «ha solicitado al Reino Unido el traslado» del submarino. La pregunta, quinta que Zapatero dirige a Aznar, ha sido aceptada por el jefe del Ejecutivo para contestarla hoy en la sesión de control.