"Una nación que combate por su libertad no está obligada a observar las leyes de la guerra. Levantamientos en masa, procedimientos revolucionarios, guerrilla generalizada, tales son los únicos medios con que es posible resistir a un adversario materialmente superior..." (Karl Matx) el pueblo soviético no tardo en onerlo en práctica acosando ininterrunpidamente al ejercito alemán y a los colaboradores.

 

La temeridad de Budienny contribuye a la victoria alemana. En el inmenso saliente formado por los cauces del Dniéper y del Desná, amontona 6 ejércitos soviéticos, un millón de hombres, cuyas únicas dos líneas de operaciones son las vías férreas, muy expuestas, de Kiev a Kursk y a Járkov. El objetivo de esa colosal imprudencia es la conservación de Kiev. La gran ciudad forma en la orilla occidental del Dniéper una cabeza de puente defendida por 11 divisiones, que el VI ejército alemán no tiene medios de capturar a viva fuerza. La propaganda soviética puede sostener que, en la décima semana de guerra, ninguna de las grandes ciudades de la URSS ha sido conquistada por los hitlerianos, pero, para ese resultado de prestigio, se ha expuesto a la perdición todo un grupo de ejércitos.

Una consecuencia más positiva de la resistencia de Budienny es la evacuación de las industrias de Ucrania. Se dio la orden a comienzos de agosto. El 7 comienza la mudanza del laminador de tubos de Dniepropetrovsk, y el 14 el de la planta de Zaporojie, especializada en los aceros finos. La misma transferencia se extiende a todos los territorios occidentales de la Rusia europea. Un millón y medio de vagones y de plataformas desplazarán, de julio a noviembre, 1360 establecimientos industriales, 419 procedentes de Ucrania y 498 procedentes de Moscú. 450 serán montados de nuevo en los Urales, 210 en Siberia occidental y 250 en el Kazajstán, en el corazón de Asia. Tal movimiento, en una débil red ferroviaria atestada de transportes de tropas, representa uno de esos números de fuerza soviética inexplicables según las normas técnicas de Occidente.

Soldado alemán inspeccionando una casa en busca de soldados soviéticos.Esas fábricas en marcha son quizá la razón por la cual el O.K.H. se inclina a creer que Budienny evacua el oeste de Ucrania. Las disposiciones tomadas en consecuencia miran a cerrar la pinza lo más al Este posible, para prevenir el repliegue al espacio ruso de las masas soviéticas. La maniobra merece el calificativo de gigantesca. De Kremenchug, sobre el Dniéper, desde donde debe partir el ataque del Sur, a la región de Róslavl, desde donde se debe lanzar el del Norte, la distancia en línea recta supera los 600 km. Igual que las escasas carreteras, los principales cauces de agua están orientados de Este a Oeste, de modo que las operaciones dirigidas siguiendo los meridianos tienen el mínimo de facilidades y encuentran el máximo de obstáculos. Hay que hacer girar 90º los ejes de comunicación, encaminar el aprovisionamiento a través de la estepa, contornear los bosques, los pantaños y las arenas. Estas dificultades materiales, añadidas a la resistencia de un enemigo superior en número, al dar paso a un éxito total, hacen de esta batalla de Ucrania la obra maestra de la Wehrmacht.

Al Norte, el ataque se desencadena el 25 de agosto. Lo lleva el II ejército, von Weichs, compuesto por los 13, 33 y 35 A.K. y por la 2ª agrupación blindada, reducida a los 24 y 47 P.K. Siendo todo relativo, los soldados que entran en Ucrania, saliendo de la miserable y sombría Rusia Blanca, aprecian el contraste. «Los bosques espesos se han hecho excepción, el país y los habitantes producen mejor impresión, las casas están floridas, la gente más limpia, mejor vestida y más amistosa...» Pero las distancias siguen siendo extenuadoras y el polvo es más espeso que en los alrededores de Minsk y Vítebsk.

El primer gran obstáculo es el Desná, casi tan ancho como el Dniéper, y, como éste, complicado por un dédalo de islas con árboles. En el ala derecha del frente de ataque, el II ejército establece laboriosamente una cabeza de puente, arrastrando en su avance al VI ejército, que completa el envolvimiento de Kiev. En el ala izquierda, las Panzerdivisionen de Guderian dan a la ofensiva un giro más vivo. Las 17 y 18 ponen en fuga a los rusos en el curso superior del Desná. Mandada por un brillante jefe, el teniente general Model, la 3ª se lanza a Nóvgorod-Siéverski, donde un puente de madera de 700 m de largo franquea el río. El Oberleutnant Buchterkirch se sumerge en un violento fuego de artillería, a la cabeza de un pequeño grupo blindado, y se apodera del puente antes que los rusos hayan tenido tiempo de incendiarlo. Budienny responde con contraataques enérgicos, sacrifica su aviación encima de su puente perdido, lanza sus tanques en masa, maniobra sobre las retaguardias enemigas, y obliga al personal de los servicios enemigos a disparar, incluido el de una panadería de campaña que se cubre de gloria en Korop. Pero el copiar los métodos alemanes exige un aprendizaje cruento que los rusos no han terminado todavía. Al cabo de una semana, se deshace la resistencia sobre el Desná. El Sejm es también franqueado. La vía férrea de Kursk está cortada en Konotop. Romny está tomado. 250 km a la espalda de los defensores de Kiev, los tanques marcados con la «G» blanca de Guderian se precipitan al encuentro de los tanques marcados con la «K», letra inicial de von Kleist.

Septiembre de 1941. Almadías alemanas atravesando el Dniéper.En el grupo Sur, el paso del anchísimo Dniéper, aguas abajo de Kremenchug, dio lugar asimismo a un hecho de armas. El 31 de agosto, a la hora menos esperada, las 2 de la tarde, y en el lugar más sorprendente, con un cauce de 1 500 m de ancho, el 207 regimiento de cazadores lanza sus canoas de asalto y pone pie en la orilla izquierda. Al caer la noche, los cazadores han subido el declive que bordea el río y han conquistado una cabeza de puente de 3 km. El otro regimiento de la 97 división ligera pasa a su vez, seguido por la totalidad del 52 cuerpo. Como en el Desná, los rusos hacen un esfuerzo desesperado para resta blecer la integridad de la barrera del Dniéper, lanzando contra la cabeza de puente varias brigadas blindadas. Por el lado alemán, la coordinación es mala: los tanques de cabeza de la 16 P.D., avanzada de la agrupación blindada von Kleist, sólo cruzan el río el 11 de setiembre. Durante once días, con la espalda en uno de los ríos más anchos de Europa, un cuerpo de ejército aislado destroza incansablemente oleadas repetidas de infantería, de caballería y de tanques. Como Napoleón hasta el momento en que supo que tenía guerra en Europa, el mando alemán todavía puede hacer pagar sus errores con la superioridad táctica de sus soldados.

El 16, queda hecho el enlace entre las dos agrupaciones blindadas. Los restos del grupo de ejércitos Budienny se encuentran comprimidos en el triángulo Kíev-Cherkassi-Priluki. El II ejército apoya todo su peso sobre el lado norte. Las agrupaciones blindadas hieren el flanco Este. Los reconocimientos aéreos traen imágenes increíbles de esa bolsa gigantesca en que se debaten más combatientes que los que la Wehrmacht cercó en Flandes. Espesas columnas de infantería, masas de caballería y de tanques, convoyes de todas clases se mueven en desorden bajo una formidable nube de polvo. El 8º Flieger Korps machaca despiadadamente a esos vencidos. ¡ Ha desaparecido toda dirección de conjunto, todo mando! Las tropas alemanas recogen un botín colosal. Hasta toman fábricas en cajas, cargadas en trenes que no han partido.

Septiembre de 1941. Pontones sobre el Dniéper.El 18, fracasa la última tentativa de desbloquear al grupo Budienny. El 19, Kiev, sucumbe. La vasta bolsa queda subdividida. Una enotme masa rusa está aislada, entre Borispol y el Dniéper, por el VI ejército. El II ejército se une con el ala izquierda del XVII, mientras que, volviendo la espalda a la batalla moribunda, el ala derecha de esta última, 52 y 55 A.K., invade Ucrania oriental, y toma Poltava y Krasnograd. Nunca ha hecho la Wehrmacht tal redada de prisioneros: 655000. Muchos morirán de hambre en el cautiverio.

En esa victoria casi sin comparación en la historia, no hay más que un punto negro: el tiempo. La lluvia ha empezado a caer el 3 de setiembre, y en seguida se ha comprendido que no tenía nada en común con las tormentas de comiehzos del verano. Es una lluvia sin orquesta, una lluvia plena y densa, tras la cual falta el sol ardiente que secaba en unos minutos el pantano superficial producido por los chaparrones de la tormenta. El suelo se vuelve un fangal, y, en un país sin caminos empedrados, el menor desplazamiento exige esfuerzos y tardanzas enormes. Guderian ha tardado cinco horas para recorrer 75 km, y, varias veces, los horarios alemanes se han visto perturbados por. las malas condiciones del suelo. Todavía no es el Schlammperiod, la raspútitsa, la época sin caminos de los rusos: es un aperitivo.

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