HISTORIETAS

Hola soy Aurelio
Carta de un casado cansado de estar casado.


Estimados Colegas:

No culpo a nadie de mi muerte. Me quité la vida porque dos días más que viviera y no sabría ni quien soy en este mar de lágrimas.

Verá Sr. Juez, tuve la desgracia de casarme con una viuda, y de haberlo sabido, no me hubiera casado, ya que ésta tenía una hija, y mi padre, que era viudo para mayor desgracia, se enamoró de la hija de mi mujer y se casaron, de manera que mi esposa era suegra de mi padre, quien al mismo tiempo era mi yerno.

Al poco, mi padre trajo al mundo un varón, que por tanto era mi hermano y que al ser nieto de mi mujer, resulta que yo era abuelo de mi hermano.

Al correr el tiempo mi mujer trajo a este desdichado mundo un varón también y como era hermano de mi madre, era cuñado y nieto de mi padre y a la vez tío mío, siendo mi hija suegra de su propia madre, y yo en cambio soy padre de mi madre, mi padre y su mujer son mis hijos y yo por tanto soy mi propio abuelo.

Me despido porque no sé ni quién soy.

Murió sin dejar testamento

Índice

Siguiente página

Mande sus comentarios o sugerencias a: golmund@oocities.com


Página alojada en   GeoCities  Consiga su propia dirección gratuita.