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Término usado para describir cualquier evidencia directa
de un organismo con más de 10.000 años de
antigüedad.
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La
palabra "fósil" deriva del latin "fossilis" que
significa sepulto o extraído de la tierra.
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¿Qué
es y cómo se forma un fósil?
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Fue acuñada
por Plinio para distinguir cualquier objeto sacado de la tierra,
es decir, una roca, un mineral o un resto orgánico. Pero en nuestros
días se llama fósil a los restos o rastros de organismos que han
llegado a nosotros a través de las rocas, ámbar o cualquier otro
medio de conservación. En otras palabras, es toda evidencia de
vida pasada que presenta una estructura orgánica.
El proceso
que involucra que un organismo se convierta en fósil se llama
fosilización. Después de muerto, si un organismo queda protegido
por cualquier material idóneo para la conservación, es decir,
que aísle el cuerpo del contacto con la atmósfera y los microorganismos
(bacterias, hongos, etc.), es candidato a convertirse en fósil.
Sus partes
blandas (órganos, piel, mucosas) rara vez se conservan, ya que
las más duras tienen posibilidades de llegar hasta nosotros, es
decir, sus esqueletos. En contadas ocasiones un animal puede conservarse
entero, incluyendo sus partes blandas, siempre y cuando quede
incluido en materiales asépticos que impidan la proliferación
de microorganismos (asfalto, petróleo, resinas, turba), o temperaturas
muy bajas (como en la Antártica o en Siberia).
La fosilización
es un proceso en el que se suceden una serie de transformaciones
químicas, en las que se reemplazan compuestos orgánicos del animal
u organismo muerto por otros, por ejemplo minerales (calcita,
sílice, pirita, carbono, etc.). Algunas veces esta sustitución
es tan delicada, que llega a realizarse molécula por molécula,
lo que permite un estudio microscópico.
El término
puede ser aplicado en un sentido más amplio a cualquier
residuo de carbono que permanezca con la misma forma que el organismo
original, el cual habría experimentado probablemente un
proceso de destilación; este es el caso de muchos fósiles
de helechos. Los moldes naturales formados tras la disolución
por las aguas subterráneas de las partes duras de algunos
organismos también son fósiles; las cavidades resultantes
se rellenan más tarde de sedimentos endurecidos que forman
réplicas del original.
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