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MAR AZUL
Mirando el color del cielo
me pareció tan hermoso
que entendí que el vanidoso
pinte el mar con su reflejo.
Es el mar su grande espejo
que al verse azul, de alegría,
juró de noche y de día
cantarle mientras se mece
hasta lograr que lo bese
sin fin en la lejanía.
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LA LETRA EÑE
La letra ene hoy salió,
con un lazo se peinó.
¡Cuánta elegancia y belleza
lo que traía en su cabeza!
Que ahora parecía otra letra
hoy le ha dicho su maestra.
Pedirá a todo el que enseñe
que mejor la llamen eñe.
No todos le hicieron caso,
no es más que una ene con lazo.
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LA CENA DE LA SIRENA
El comedor alborota,
la gaviota.
Se sirve sin cucharón,
el tiburón.
La servilleta no usa,
la medusa.
Llega a la mesa mojado,
el pez dorado.
Come y come aunque esté llena,
la ballena.
Tira su comida al piso,
don erizo.
No cierra nunca la boca,
doña foca.
No hace más que darle quejas,
doña almeja.
Ya no se quiere sentar,
el calamar.
Y cuando no aguanta más, doña sirena,
limpia todo con su cola,
los manda a acostar sin cena,
y se sienta a comer sola.
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LOS LIRIOS
Al lirio del campo,
le mojó la lluvia
su vestido blanco.
¡Ay, y al lirio cala,
toda le ha estirado
su ropa de gala!
El lirio del valle
fue y lo secó al sol
para que le entalle.
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LA ALERGIA DE LOS MARCIANOS
La gente sintió temblar hoy la Tierra
porque a los marcianos les ha dado alergia.
Ay qué picazón de nariz y ojos
tenían los que habitan el Planeta Rojo.
Con sus manos verdes dedos de lombriz
pudieron tan solo cubrir su nariz.
Al sobrevenirles el gran estornudo
los pobres terrícolas quedaron mudos.
Corrían por aquí, corrían por allá
¿Será un terremoto? ¿Será un huracán?
Quedaron peinados montes y montañas
y ha volado todo, hasta las arañas.
Búsquenles pañuelos de tela o papel,
que tapen sus bocas la próxima vez.
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LOS ABRAZOS DE PAPA
Mi papá da unos abrazos
como de oso, muy fuertes.
Yo me subo a sus zapatos
bailamos, luego me mece.
Me alza un poquito del suelo
apretando mis costillas
da vueltas, levanto el vuelo
y me empieza a hacer cosquillas.
Entre risas voy más alto
y cuando me ve mamá
se asusta y grita ¡cuidado!
y yo grito ¡quiero más!
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EL COLUMPIO
Mira, mira cómo sube
sube y sube hasta las nubes
el viento peina mi pelo
y con mis pies yo toco el cielo.
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MAMA, NO RECOJAS MI CAMA
Aunque el Sol ya se levantó
Mamá, no recojas mi cama.
Que la Luna ahora se va a acostar
me ha dicho por una ventana.
Si doblas mi sábana y frisa,
¿con qué, entonces, se va a arropar?
Mamá, y si le pones la colcha,
seguro que la va a arrugar.
Cuando venga yo de la escuela
a hacerlo te quiero ayudar.
Pero si estoy muy cansadita,
a siesta te voy a invitar.
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