Iglesia Bautista Resurreccion

«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.» Apocalipsis 3:19

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Mensaje de Febrero 20 del 2005
Sed Llenos del Espíritu

Lectura Bíblica: Efesios 5:19-21

Introducción

Si dijera que soy buen cocinero ¿como lo sabrían ustedes? Me imagino que me pedirían que prepare un plato de comida para probarlo. El resultado del sabor es el que determina si en verdad sé cocinar o no. Sobre todo, consideramos gusto, presentación, color e ingredientes. Tenemos un mandato en Las Escrituras que nos alienta a ser «llenos del Espíritu» (Efesios 5:18) . Pero, ¿cómo podemos saber si hemos sido llenos del Espíritu? Algunos dirían que está en la recepción y el uso de ciertos dones espirituales. Las Escrituras nos enseñan lo contrario, en el contexto de este mandato. Tenemos evidencia interior, evidencia hacia las alturas, y evidencia exterior. Confirmamos que las evidencias están en el resultado.

I. Una evidencia interna (versículo 19)

¿Cuál es la evidencia interna? Haciendo «cánticos… en sus corazones ...al Señor». ¿Quisiera saber si usted está lleno del Espíritu Santo? Tendrás cántico en tu corazón. Los budistas tendrán sus impresionantes templos, pero no tienen cánticos en sus corazones. Los hindus podrán tener sus mantras, pero no es cántico las vanas repeticiones. Los musulmanes se enorgullecen en la moralidad, pero ¿dónde está su cántico? Este cántico que viene a formarse en nosotros, pasa a ser la marca del nuevo creyente y a tomar posesión en sus corazones. Es la alegría en los cielos y en la tierra que se torna en cántico de alabanza y adoración al Señor. No es algo que podamos describir con palabras en el sentido intrínsico de la expresión, pero La Biblia le llama un «cántico nuevo». El salmista se expresa con júbilo cuando dice «puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová» (Salmos 40:3) . ¿Por qué proviene este cántico nuevo en nosotros? Porque hemos conocido al Rey de Reyes y Señor de Señores, y podemos proclamar a los cuatro vientos las bondades y misericordias que ha echo con nosotros. Nos dice el salmista que lo ha sacado del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso y ha puesto ahora sus pies en peña firme. Esto sirve de testimonio a muchos más, para que crean y confíen en el Señor. Démonos cuenta que cuando hay cántico nuevo, hay alabanza a Dios. Lo uno va con lo otro. El libro de Apocalipsis nos dice, en la visión de Juan en los cielos, que los que habían logrado la victoria en la tribulación, cantaban el cántico nuevo de Moisés y del Cordero, diciendo: «Grandes y maravillosas son tus obra, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos» (Apocalipsis 15:3) .

II. Una evidencia hacia las Alturas (versículo 20)

Así como hay evidencia de gozo intrínsico, también hay evidencia de gozo dirigida hacia los cielos. Pero, ¿cuál es esta evidencia hacia las alturas? «Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo». El que es lleno del Espíritu Santo de Dios es agradecido en todas las cosas. El o ella tiene un sentido de gratitud en su corazón. El acuerdo común en nuestra Iglesia es, que debemos darle gracias a Dios por todo, aún por las pruebas. Nos dice el salmista que si venimos al Templo, vengamos con acción de gracias. Dice: «Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid Su Nombre» (Salmos 100:4) . Creemos que este es el sentir de cada uno que viene a esta Iglesia, porque sabemos que vamos a tener un encuentro con el Señor. Venimos a nutrirnos de Su Palabra, a tener un tiempo de comunión con los hermanos, y a fortalecer nuestra fe. Este es un lugar a donde venimos a llenarnos del Espíritu Santo de Dios y por eso somos agradecidos. También encontramos, que el ser agradecido es la voluntad de Dios en cada uno de nosotros. 1ra Tesalonicenses 5:18 nos dice: «dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús». No podemos estar llenos del Espíritu Santo, sin estar en el espíritu de acción de gracias a Dios, en todo.

III. Una evidencia externa (versículo 21)

Finalmente, hay una evidencia externa de como nos relacionamos los unos a los otros. Nos dice la Palabra de Dios: «someteos unos a otros en el temor de Dios». ¿Cuál es la clave aquí? El sometimiento - como una evidencia que todos puedan ver. No un sometimiento ficticio, sino puro y que provenga de un corazón sincero. Considerando a todos como mejores a nosotros mismos. Siendo manso y humilde de corazón. No ha habido una evidencia más significativa que la de Jesucristo en el aposento alto, cuando el Señor de todo, vino a ser siervo de todos al lavarle los pies a Sus discípulos. No escatimó vergüenza ni degradación, al inclinarse delante de ellos. ¡Que hermosa evidencia de estar lleno del Espíritu de Dios! Porque nadie da esta evidencia de humildad, a no ser que estemos bajo el control de lo alto y estemos conectados a la voluntad de Dios por nuestra propia elección. ¿A quién nos sometemos?

  • A la voluntad divina. Oramos en Mateo 6:10 «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.» Mateo 26:39 «Yendo un poco adelante, se postró [Jesús] sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú».
  • A la autoridad de la Iglesia. Hebreos 13:17 dice: «Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso».
  • También hay recomendación para los jóvenes de corazón. Dice 1ra Pedro 5:5-6: «Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo».

Conclusión

Así que, ¿cuál es la prueba que estás lleno del Espíritu de Dios? Nuestro mandato en las Escrituras es de estar llenos del Espíritu Santo (versículo 18) y nos continúa diciendo, en los tres siguientes versículos que la prueba está en una evidencia interna (versículo 19) teniendo un cántico en nuestros corazones. También, mostraremos una evidencia hacia arriba (versículo 20) viviendo en un espíritu de acción de gracias hacia Dios. Por último, tendremos una evidencia exterior (versículo 21) viviendo en mutua sumisión. Sí, amados creyentes, la evidencia está en el resultado. Oremos para que el Espíritu de Dios profundice esa evidencia que es una distintiva marca en el verdadero hijo de Dios. Amén.

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