Las tortugas son reptiles herbívoros, es decir obtienen alimentos de las plantas: comen hojas, frutos y flores. Si encuentran un charco de agua después de las lluvias, beben. En invierno se meten en cuevas e hibernan como las víboras y los lagartos.
Cuando la tortuga detecta un predador, retrae las patas y la cabeza, que quedan completamente ocultas dentro de su caparazón.