Los tucu-tucos son muy fáciles de escuchar. Producen un sonido fuerte como de un golpe que suena tuco-tuco tuco-tuco, por eso se llaman así. Es muy difícil ver un tucu-tuco porque viven la mayor parte del tiempo debajo del suelo.
Con las manos y los dientes cavan largas galerías. Con la cola y el cuerpo apisonan la tierra que van sacando para atrás. Para hacer las cuevas los tucu-tucos buscan suelos generalmente arenosos, lomadas o pedregales con escasa vegetación. Nunca eligen suelos arcillosos o terrenos inundables.
En las cuevas siempre hay humedad y la temperatura se mantiene entre templada y cálida, tanto en el invierno como en el verano. En la boca de la cueva suelen colocar un tapón arenoso. Este tapón, como es poroso, deja pasar aire.
Cuando el viento del desierto cesa y el ambiente de la cueva se vuelve muy asfixiante, el tucu-tuco quita el tapón para permitir una mayor ventilación.