UMSA, INGENIERIA

Antecedentes del Rito

En primer lugar la zona donde se realiza esta fiesta esta ocupada por ayllus quechuas - aymaras ; y refiriéndonos al significado de este rito podemos aludir a las traducciones de estas lenguas milenarias. La palabra Thinku significa: Encuentro en quechua y en aymará tinkuy significa caerse o tropezar; Entonces asociando los dos significados podemos decir que la palabra se refiere a un encuentro pugilístico hasta que un contendor caiga. Nótese que en este rito no hay peleas de mas de dos contendores, además pueden pelear varones, mujeres y niños.

Esta fiesta es asociada también como una ofrenda a la madre tierra , la cual recompensara con buenas cosechas a todo el grupo por el derramamiento de un poco de sangre en el combate y lleva en su contenido ademas la igualdad que debe haber entre dos fuerzas antagonistas las cuales se verán las caras para el siguiente año en la fiesta denominada ...

EL Thinku o el encuentro.

El Thinku en coreografia

Ambas comunidades, a la llamada de los pututus de inmediato hicieron arreglos necesarios para el combate. Los Laymes se reunieron al pie de la torre vieja de la capilla con trajes adecuados e instrumentos de batalla, consistentes en hondas para arrojar piedras, manoplas contundentes para asestar golpes fulminantes. Después todos ellos en grupo, se dirigieron al campo de batalla, el cual tiene una superficie plana y bastante amplia, rodeada por un lado de formidables cerros y por los costados de profundos barrancos, que parece hecho a propósito por la naturaleza para librar allí batallas decisivas. Los dos grupos enemigos, cual ejercito de bravos guerreros, se sitúan en el campo de batalla unos en aransaya y otros en masaya, formando dos filas, una frente a otra. Se gritan fuertes retos cada ves más ardientes, enardeciendo así los ánimos alterados y predisponerlos para un enfrentamiento mortal. Poco a poco el cielo se va oscureciendo. Iba a comenzar una incontrolada refriega que podía resultar con un saldo lamentable e irreparable. En este momento intervinieron los hilacatas (jefes sabios y calmos), que salieron de ambos bandos para dialogar y llegar a un acuerdo . En medio de los dos ejércitos exaltados conversaban pacíficamente y llegaron a una resolución de que serian solo dos valientes los que resolverían el asunto. ¡El mejor de cada grupo se batiría con el otro en un duelo a muerte!. Se había elegido la honda como el arma que usarían. Los dos valientes se colocaron inmediatamente en medio de las dos comunidades con hondas y piedras del tamaño suficiente para causar la muerte al ser arrojadas certeramente. Se iban disparando por turno, algunas piedras pasaban zumbando cerca del objetivo y otras se estrellaban violentamente en el suelo.

Montera de un Tinku, Bolivia

Mientras los dos grupos alentaban a sus representantes algunos seguían profiriendo retos a sus adversarios, los ánimos subían de tono y todavía ninguno había derribado al otro . Al fin un certero disparo pego a un jucumani, pero el casco protector le protegió del daño. En es instante uno de los Laymes preso de la ira y vencido por su nerviosismo, lanzo una piedra con su honda al grupo enemigo, quienes sin pensarlo dos veces , respondieron de la misma forma y en breves momentos el lugar se convirtió en una lluvia de aerolitos que iban de lado a lado.. Entonces los hilacatas, hablan con su gente y logran convencer a los contendientes para que cambien de actitud, dejando las hondas para usar los puños, cubiertos con manoplas de hierro forrado de cuero, de manera que la lucha sé a definitiva. Y comenzó la pelea, en la cual cada personaje se agarro con otro del grupo opuesto y formando parejas de púgiles comenzaron la refriega. Los golpes sonaban secos sobre las monteras y las corazas de cuero, algunos comenzaron a caer violentamente al suelo pero se volvían a levantar, otros cansados ya por los golpes soltados se daban puñetazos a turnos rítmicos . Era curioso observar que la pela se realizaba de una manera armoniosa , como si se tratara de una danza mas que una lucha. Se golpeaban por turno y con un cierto orden, haciendo a un compás el movimiento de cuerpos, con el pleno sol se veía este acontecimiento como una mezcla de colores vivos y brillantes de las vestimentas de los valientes en toda esa pampa, los cuales se movían formando un aguayo multicolor y hermoso.