Desde que hace unos años el síndrome del drum’n’bass hiciera su aparición de la mano de Goldie y LTJ Bukem, este ha visto significativamente ampliado su campo de acción. Y con la misma rapidez se ha incrementado el número de actos que lo practican. Nombres como los de Photek, Squarepusher y Luke Vibert han contribuido en mayor o menor medida a dar solidez a esta escena, aportando cada uno su registro distintivo. Hasta mis amadísimos Everything But The Girl cayeron en la tentación e hicieron suyo el estilo, entregando con la ayuda de John Coxon y Ashley Wales (Spring Heel Jack) su visión del asunto, con el hermoso Walking Wounded. Hasta aquí todo bien. Sin embargo existía el peligro de que, como toda nueva tendencia, su posibilidades se vieran rápidamente agotadas por esas típicas hordas que se autolimitan a reproducir los hallazgos de los maestros hasta la extenuación. Urgían entonces piezas de recambio para el drum’n’bass a fin de espantar esta amenaza. Es aquí donde entra a tallar la figura de Roni Size (de nombre verdadero Ryan Williams). Oriundo de Bristol, este geniecillo de ancestros jamaiquinos continúa la tradición impuesta por la sagrada trinidad de su ciudad (sí, Massive Attack-Portishead-Tricky) aunque esta vez -como para marcar la diferencia- desde predios distintos a los del trip-hop. Size es de aquellos que han sabido sacar adelante su carrera con coherencia y tranquilidad, sin apresurarse demasiado, confiado siempre en las posibilidades de su talento. El tiempo ha sabido premiar su constancia y dedicación.
Como muchos, Roni comenzó su andadura musical en plena década de los 80's, luego de ser expulsado del colegio -no le interesaba mucho la escuela al parecer- asimilando con facilidad los sonidos de la época, como el rap, el aparatoso breakdance y, más adelante, los tics más desalmados de la movida del acid house. En sus excursiones por los clubs bristolianos conoció a Kirk Thompson, mejor conocido como DJ Krust, con quien crea Full Cycle, entidad que adquiriría luego forma de colectivo con el ingreso, ya entrados los 90`s de DJ Die y de Suv, un viejo amigo de Krust. Es con esta alineación que serían convocados por V Recordings, la escudería de Bryan Gee y Jack Frost, con quienes efectuarían sus grabaciones iniciales para tiempo después -con las ganancias de las fiestas que montaban para Circus Warp- crear su propio sello, al que denominaron igualmente Full Cycle. El single debut de la naciente compañía, "Music Box", les dejó ganancias por poco más de 2,000 libras y con este dinero adquirieron una consola de mezcla y un sampler profesional, siendo a partir de entonces que empiezan a editar discos a diestra y siniestra, con material de todos los involucrados. Con un entusiasmo digno de encomio se animan por montar una segunda etiqueta, la de Dope Dragon, empujados por el deseo de experimentar con las mayores variantes musicales posibles. No pasaría mucho tiempo para que llegara el espaldarazo esperado para Roni. Discográficas importantes como Island y Mo’Wax andaban tras sus pasos. Al final este se decidió por Talkin’ Loud, sello de infraestructura suficiente para satisfacer los requerimientos de producción y difusión de un artista naciente como era el. El ventajoso contrato firmado, además de respetar su consabida "libertad artística", le permitió hacer realidad el sueño del estudio propio. Como para saltar en un pie de la alegria.
Escribe:
Carlos Quinto
Interzona 3, Octubre 1998
nuevas formas