Si los Beatles no se hubieran separado
por Guilletek
Capítulo 2: "Reencuentro"
Paul se levantó de la cama con una terrible jaqueca.
Metió la cabeza debajo del grifo. Eran más de las cuatro de la tarde. Se tocó
repetidamente la cara intentando decidir si un afeitado mejoraría su aspecto.
No lo consideró necesario.
Observó, desde el parabrisas de su Mini Cooper, la puerta de los estudios EMI
en Abbey Road. Quedaba más de una hora para que los demás llegaran así que
decidió que lo mejor, para combatir los terribles nervios que sufría, sería
entrar al edificio y practicar un poco.
John observó desde la esquina, como Paul entraba en Abbey Road. Llevaba allí
ya un rato y, al igual que McCartney, se debatía entre esperar a que llegara la
hora de la cita o entrar al edificio; ”…el
viejo Paul…, parece que al fin y al cabo no somos tan distintos”,
pensó esbozando una sonrisa. Encendió un cigarrillo y decidió pasear hasta la
seis de la tarde.
Cuando Paul atravesó la puerta del “Estudio uno” de Abbey Road encontró a
Harrison y Starr ensayando. Era una canción sencilla, basada fundamentalmente
en un juego de dos acordes, George repetía insistentemente dos frases…
”Oh my Lord
My sweet lord”
Paul cogió su Rickenbaker y, sin que sus compañeros lo advirtieran, conectó
el bajo al amplificador. Comenzó a tocar. Ringo se giró hacia él y le dedicó
una mueca simpática. George paro inmediatamente de tocar.
El bajo y la batería se mantuvieron solos durante un par de compases antes de
unirse al silencio general, sólo interrumpido por las máquinas de aire
acondicionado.
-”Habíaamos quedado a las seis”,
dijo George mientras enfundaba su Fender Telecaster.
George salió de la habitación.
-”Eh, PPaulie, ¿cómo va?” dijo
Ringo palmeando en el hombro de McCartney.
-”¿De qqué va todo esto?”,
preguntó Paul sin levantar la mirada del suelo, ”¿a
qué estáis jugando?”
-”Vamoss a tomar un café”
Ringo explicó a Paul la situación mientras compartían un café en la cantina
de los estudios.
-”No crreo que funcione”
-”No lee des más vueltas, vuelve ahí y
toca… Ya son las seis”
Harrison y Lennon estaban es sus puestos cuando Paul y Ringo llegaron.
-”Hombrre, ¡el 50% de los Rolling
Stones!" exclamó John braceando.
Paul recibió la broma con una sonrisa.
-“One, two…” contó Ringo mientras
golpeaba las baquetas.
Los cuatro empezaron a tocar una base de rock’n’roll en MI… Llevaban
tocando juntos desde los 16 años... No necesitaban mirarse…, ni hablarse…
Yoko entró por la puerta y se sentó al lado de John…
Ringo se giró hacia Paul implorándole con la mirada que no armara un
escándalo, pero no le dio tiempo a impedir que George arrojara la guitarra al
suelo y comenzara a gritar…
-”¡Qué coño hace ella aquí!”
-“Georgie, Georgie… ¿cuándo lo vas a enttender?, Yoko y yo somos la misma
persona… Esto va para todos, donde yo esté, estará Yoko, donde Yoko no
esté, no estaré yo… ¿queda claro?
-“Entonnces…, a partir de ahora, ¿cómo
vamos a firmar las canciones?, ¿Lennon-McCartney-Ono?”, preguntó
Macca consiguiendo la sonrisa complice de George.
-”No, PPaul…, no voy a firmar las canciones
con Yoko…, pero tampoco contigo”
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Llevaba siete años produciendo los discos de mayor éxito que había conocido
la industria de la música. Ahora estaba fuera. Tenía la esperanza que, tras la
controversia que produjo la grabación de “Let it be” en el seno de la banda
y los buenos resultados de “Abbey Road”, los chicos confiaran de nuevo en
él.
Sabía que los muchachos, sus “hijos” musicales, habían vuelto al estudio.
EMI era una gran compañía, pero no lo suficientemente grande para evitar que
una noticia de este calibre corriera como la espuma. Y no lo habían llamado...
El teléfono sonó en casa de los Martin.
-“¿George?, soy Paul…”
-“Ah, hola Paul…, me pillas de milagro…,, ¿cómo va todo?”
-“No demasiado bien, pero…, no te llamabba por eso…”
George Martin se movió inquieto en el sillón, había merecido esperar toda la
tarde junto al teléfono.
-“Los chicos quieren que Phil produzca el
nuevo álbum”.
-“¿Spector?, ¿después de lo que hizo conn “The long and winding road”?,
¿vas a permitirlo?”, Martin se dio cuenta de que estaba perdiendo la
compostura… ”Está bien Paul, no pasa nada,
ya conocéis mi número”
Colgó…
Paul arrojó el teléfono al suelo. La votación del día anterior había sido
clara: dos votos a favor de Phil Spector (George y John), uno a favor de George
Martin (Paul) y una abstención (Ringo).
La bulliciosa noche londinense que se colaba en casa de los McCartney a través
de las ventanas acompañaba la rabiosa melodía que Paul empezó a tocar al
piano…
”Maybe I’m amazed
Of the way you love me all the time…”
Un día más el reloj marcaba las seis de la tarde. EL “Estudio uno” de
Abbey Road estaba ocupado por John, Paul, George, Ringo y un pequeño, delirante
y genial músico norteamericano: Phil Spector.
De aquella reunión deberían salir las bases de los que iba a ser el nuevo
álbum del grupo.
-“Bueno, chicos, quizás lo mejor es que
oigamos las canciones para empezar a hacernos una idea de lo que tenemos.”
sugirió un excitado Spector.”¿Quién
empieza?, ¿Paul?, ¿Nos obsequias con uno de esos clásicos
Lennon-McCartney?”
-“M-c-C-a-r-t-n-e-y…, sólo, McCartney…¿nno? ,¿John?” dijo Paul
dirigiéndose al piano.
John sonrió de forma irónica. Aquello le había dolido.
McCartney se sentó al piano, comenzó a acariciar unas escalas descendentes que
captaron inmediatamente la atención de Spector. La voz, quejosa al principio,
fue creciendo en intensidad hasta romperse en mil pedazos en el estribillo…
Lennon observaba atento y disfrutaba de la canción… ”Siempre
serás uno de los grandes, Paulie…” pensó.
Aún sonaba la última nota de la canción cuando Spector se levantó braceando
al aire…
-“Es maravillosa…¡¡Fantástica!!, ¡¡va
a ser un clásico!!, ¿Cómo la has titulado?"
-“Maybe I’m amazed”
-"Genial, me muero de ganas de empeezar a trabajar con ella…"
-"No vas a trabajar con ella..., niinguno de vosotros lo vais a
hacer…", dijo sin levantarse del piano y mirando fijamente al
teclado, ”No quiero que Phil produzca mis
canciones…, yo lo haré…, no quiero que ninguno de vosotros toque en mis
canciones…, yo lo haré".
George estaba encolerizado…
-“¡Hijo de puta!, ¡tenemos un acuerdo!
-No, George, tenemos un contrato y…, no te preocupes, tendréis vuestro jodido
álbum…y ahí estarán mis canciones
Dicho esto, se levantó del piano y se fue. Una vez dejó la puerta del estudio
cerrada a su espalda, sus ojos se inundaron de lágrimas. Se dirigió al baño a
lavarse la cara. El agua fría arregló en buena medida el desaguisado que las
lágrimas le habían hecho en el rostro,… entonces oyó a John..., el sonido
del estudio se colaba por la ventilación del edificio…
”Imagine there’s no heaven
It’s easy if you try…”
Paul estaba hipnotizado con la canción y con el dolor que le producía oirla,
cerró los ojos y se sorprendió a sí mismo improvisando un ritmo de
acompañamiento en el lavabo. Cuando la canción término, Paul abrió los ojos
y comprendió que el agua fría no sería suficiente esta vez. Hechó la mano al
bolsillo trasero de su pantalón.
”Esto será un himno, John… Es
absolutamente brillante” exclamó un boquiabierto Spector.
Pero John tenía la cabeza en otro sitio. Paul.
Habían sido amigos desde hacía quince años, habían compuesto juntos, habían
compartido hoteles, amantes, juergas, éxito…Toda una vida. Ahora no
aguantaban mirarse a la cara.
John se levantó del piano.
Buscó a Paul por el edificio. Tenían que arreglarlo. No lo veía por ningún
sitio. Entonces su mirada se cruzó con la de Paul…, se dirigía hacia él,
parecía entero, andaba con paso firme aunque extraño. Paso frente a él sin ni
siquiera mirarle. Sus hombros se rozaron y Paul siguió avanzando hacia la
salida…
-“Pero…¿qué coño?
John vio alejarse a Paul e, inmediatamente, sintió una punzada en el estómago.
Conocía ese gesto, ese rostro descompuesto. Lo había visto alguna vez…, en
su propio espejo… Fue corriendo al baño y encontró lo que temía…, la
marihuana ya no era suficiente para Paul…
John golpeó la pared con fuerza y rompió a llorar.
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