ARTICULOS
DE INTERES
1. LA
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO
2.
No hay mejor
Negocio que tu propio Negocio
3.
LO
IMPORTANTE ES EL CONOCIMIENTO, NO LA INFORMACION
LA IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO
POR
JUAN ENRIQUEZ CABOT
Juan Enriquez Cabot, es mexicano, ha desempeñado altos cargos públicos
en su país y dirige el Life Science Project Harvard Business School, y
miembro del Centro de Estudios Latinoamericano David Rockefeller. Extraido
de: "Los imperios del futuro serán los imperios de la mente" -
Centro de Estudios Latinoamericanos David Rockefeller, Harvard,
Massachusetts, USA
La Argentina ya es un país objeto de estudio en los centros académicos más
importantes del mundo: ¿cómo puede ser que una Nación tan formidable a
comienzos del siglo 20 haya retrocedido tanto a comienzos del siglo 21
pese a contar con enormes recursos naturales? La exposición que se
publica llega a la conclusión, implìcitamente, de que la Argentina no es
un país viable, si no produce una Revolución del Conocimiento. Una nota
para reflexionar.
En 1900, la Argentina era uno de los países más ricos. Para 1960, pese a
una serie de gobernantes de cuestionable habilidad, seguía siéndolo.
¿Por qué? Porque en ese momento, 1/3 parte de la economía mundial era
agricultura, la 3ra. parte era industria y el resto, eran servicios. Y por
servicios, entiendan conocimientos: no son mozos, ni gente que hace
hamburguesas. Son personas que sacan patentes, los consultores, los que
hacen seguros, los que hacen leyes, investigación tecnológica, los que
hacen CD's y programas de computación.
Avancemos desde 1960 a 1998. El 4% de la economía mundial es agricultura,
y no porque la agricultura en términos de volumen o en términos numéricos
sea menor; sino porque la economía mundial creció a tal nivel en los
otros aspectos que la agricultura parece, comparativamente, mucho menor.
La industria sigue en el mismo nivel, una tercera parte de la economía
mundial, y los servicios ahora son dos terceras partes del crecimiento
mundial.
Los servicios se manejan en un idioma, el digital. Esto quiere decir que
un joven que no se graduó en la Universidad de Harvard, que sale un año
antes de lograr su diploma de licenciatura, puede acumular una cuenta
bancaria que es el equivalente a todo lo que producen los habitantes de
Israel en un año, o Malasia, o Singapur o Venezuela. Y que si ese señor
se levanta de mal humor un día y cambia sus cuentas de bancos y de
seguros, mueve la economía de un país. Eso significa que su compañía,
el día que decida moverse de lugar, mueve una economía del tamaño de
Canadá.
Esa es la diferencia, lo muy distintivo entre la vieja y la nueva economía.
En una Economía del Conocimiento -donde se puede generar mucha riqueza a
corto plazo y esa riqueza depende del conocimiento digital- la economía
de un país puede desaparecer en una semana. Esto tiene serias
implicancias para los países que no entienden por qué tienen que darle
educación a sus ciudadanos, por qué hay que darles seguridad y por qué
hay que respetar los derechos humanos.
Es por esas razones por las que, del 100% de jóvenes que China manda a
estudiar a USA, sólo regresa el 15%. Mientras tanto, aquellos que siguen
produciendo oro, petróleo, uranio, trigo o ganado, se vuelven cada día más
pobres. Porque en términos de índices económicos, un commodity, un bien
básico, una materia prima, vale hoy el 20% de lo que valía en 1845. Y
aquellos pueblos que siguen tratando de competir vendiendo materias primas
sin conocimientos, son cada día más pobres.
Por eso, los pueblos más ricos del mundo no son los petroleros, a menos
que uno considere como grandes potencias a la ex URSS, Nigeria, Sudáfrica,
Arabia Saudita, Irak, Irán, o México.
¿Qué es lo que está pasando en América Latina?. En 1985, México,
Brasil, la Argentina y Corea del Sur generaban más o menos el mismo número
de patentes anuales que USA. ¿Por qué nos deben importar el número de
patentes que se generan en USA por año? Porque si ésta es una Economía
del Conocimiento y uno no genera conocimientos, ni los protege ni los
vende, uno no tiene de qué vivir. La buena noticia es que de 1985 a 1998,
el número de patentes generado en México, Brasil y la Argentina se
duplicó. Ya estamos generando cerca de 100 patentes en cada uno de
nuestros países.
La mala noticia, es que en el mismo período, Surcorea aumentó de 50
patentes anuales a 3.400. Que sólo la compañía coreana Samsung es el
cuarto productor de patentes totales en USA.
En Surcorea ahora se necesitan 13.000 surcoreanos para lograr una patente
en USA; pero se necesitan 760.000 argentinos, 1.200.000 mexicanos y
1.800.000 brasileños.
Si ustedes me creen que este mundo está transitando de una economía de
bienes básicos a una Economía del Conocimiento -y esta es la tendencia y
estos son los recursos necesarios para patentar algo- adivinen qué país
va a ser más rico a corto plazo y qué países van a ser cada día más
pobres.
¿Qué es lo que está pasando en México?. México tiene un Tratado de
Libre Comercio, ya que abrió sus fronteras con USA, y aumentó sus
exportaciones. Además, hizo una serie de cosas como los mismos ajustes
que están discutiendo en la Argentina.
Llevamos 24 años de hacer ajustes, pero tenemos un pequeñísimo
problema: a la hora de sentamos a ver quiénes ocupan los primeros 15
lugares de patentes en México, nos damos cuenta de que son Procter &
Gamble, 3M, Basf, Kimberley Clarke, Bayer, Pfizer, Novartis, Hoesch,
Johnson & Johnson, AT&T, Samsung, Ely Lilly, Loreal, Motorola y
Good Year. Todas mexicanas, ¿verdad?
Si ésos son los que generan patentes y venden conocimiento, adivinen qué
les pasa a los ingresos de los mexicanos, aunque tengan baja inflación...
Y eso ocurre aunque se hagan ajustes financieros y aunque sigan los
programas del FMI. La 2da. consecuencia que tiene una economía es que no
solamente se puede mover la riqueza física, las cuentas bancarias, sino
que también se puede mover la riqueza intelectual.
Para una persona que habla el lenguaje genético o el lenguaje
intelectual, la opción de quedarse en un laboratorio en un país que no
apoya la creación de nueva riqueza, que no apoya laboratorios, que no es
competitiva, que no tiene compañeros con quiénes hablar, no es la mejor.
Muchas veces, Microsoft llega a las mejores universidades y dice:
"Quiero llevarme a los 10 mejores alumnos a trabajar conmigo".
Para darles un ejemplo, en el Instituto Tecnológico de Monterrey -que es
una de las más grandes escuelas de México- a los 30 mejores alumnos se
los lleva Microsoft una semana, con boleto y todo pago, al estado de
Washington (la capital es Seattle); los entrevista durante cuatro días y
les da tres días de vacaciones, con las mejores comidas, barcos, etc,
etc. y acaba contratando a los mejores muchachos. Lo mismo pasa en India,
en China: contratan a los mejores y los concentran.
Esta economía es portátil. El país que encuentra a los mejores
ciudadanos de otro país, se los lleva. Son más valiosas esas mentes que
llevarse una mina. Más valiosas que quedarse con el petróleo de un país.
Ésto es lo que cuenta, y los países que no le pongan atención a sus
recursos humanos, a su educación, a su gente que puede generar patentes,
ideas, empresas .... acabarán quebrando.
Veámoslo en términos prácticos: En 1999 IBM generó 2.685 patentes en
USA y 167 países del mundo juntos generaron menos; apenas 2.500 patentes.
Eso quiere decir que una sola compañía puede generar más conocimiento y
vender más patentes que 167 países del mundo.
Ahora, vamos por un nuevo idioma.
A partir de 1950, dos científicos -Watson y Creek- descifran el modo como
se codifica y transmite el código de la vida. Ése, creo yo, fue el
descubrimiento más importante del siglo, junto con lo que encontró
Albert Einstein.
¿Qué es lo que pasó? Que el costo de codificar un gen bajó de US$ 150
millones por gen a US$ 50 por gen. Cuando uno ve una curva de costos que
opera de esta manera, se genera una cantidad de información absolutamente
brutal. Hay países, compañías, lugares, que entienden este idioma, que
están acumulando patentes en estos idiomas; y también hay países que
todavía no entienden que ya se descubrió América. Los países que sí
lo entendieron y que lograron mejor tecnología acabaron dominando a los
que pensaron que se había descubierto algo que no se llamaba América.
Por eso es tan importante entender y hablar estos idiomas.
La persona que descifró el genoma humano -mitad científico loco, mitad
empresario- se sentó hace tres años y medio y dijo que se le hacía muy
lenta esta investigación genética (la que ya estaba en curso), y se
planteó hacer la secuencia completa del genoma humano, gesto equivalente
a que, en 1960, alguien hubiera entrado en la NASA y dicho que iba a
lanzar un cohete a la Luna sin financiamiento del Gobierno, que lo iba a
hacer solito.
Cuando lo dijo, hace tres años y medio, todo el mundo se rió y
retrucaron que "Nosotros, los Gobiernos del mundo de 16 países, 89
laboratorios, estamos gastando US$ 3.000 millones, y vamos a acabar esto
antes del 2005". Y este señor dijo "Yo voy a gastar la décima
parte y lo voy a hacer en dos años". Y cumplió. El 12 de febrero de
2001 lo hizo. Este hombre, que hace tres años no tenía ninguna compañía,
ahora tiene la computadora privada más grande del mundo, tiene el
equivalente a seis bibliotecas del Congreso de USA en información genética
en su sótano, acaba de terminar el mapa genético completo de un ratón.
De las 12 enfermedades principales que primero se publicaron, él fue
responsable por la publicación de ocho. Es un hombre que en tres años
generó una industria que se llama la genómica y que ha dado lugar a una
serie de compañías que ahora tienen un valor de mercado similar a lo que
produce la Argentina en un año. En su laboratorio para estudiar, generar
y hacer el mapa genético humano, trabajaban 47 personas.
Todo esto ocurre a una velocidad inmensa, al 50% más rápido de lo que
sucedió la Revolución Digital, y es una revolución que va a cambiar la
manera de cómo vemos y entendemos la vida en este planeta. Está
cambiando no sólo en términos de la genética, sino en los términos de
casi cualquier industria que ustedes quieran ver y, sólo como ejemplo les
digo que el principal programa que tiene hoy en día IBM para nuevas
computadoras no es para Internet sino para la genética y se llama
"Blue Jean".
El
principal programa que tiene Hewlett-Packard (está la publicidad en las
calles) tiene la doble hélice del ADN. Si hablan con una farmacéutica
les dirá que es la genética lo que está empujando la medicina; si lo
hacen con una química como Dupont, les dirá que es la genética lo que
está empujando toda su industria. Por eso Pioneer se vuelve parte de
Dupont, y por eso las grandes compañías de semillas del mundo fueron
compradas por farmacéuticas o por químicas, porque una semilla se vuelve
un disco digital; y entonces uno puede reprogramar la vida dentro de una
manzana o de una naranja, y eso es lo que será la economía mundial.
El año pasado, por primera vez en USA, el número de patentes biológicas
y de biotecnología excedió el número de patentes de computadoras y
telecomunicaciones.
Mientras tanto nosotros, en América Latina, en México por ejemplo,
seguimos exportando cada vez más y tenemos un salario mínimo que es el
27% de lo que ganábamos en 1976. Esto sucede país tras país, tras país:
entra un ministro de Economía o de Finanzas, sale un ministro de Economía
o de Finanzas; entra un Presidente, sale otro Presidente y el país es
cada vez más pobre. No porque el que entra sea más tonto, sino porque la
agenda de desarrollo económico es equivocada, porque seguimos discutiendo
si vamos a hacer una fábrica, una represa o un puerto.
Nada de eso importa hoy: Lo que importa hoy son las mentes, la educación,
la ciencia. Importa que esas mentes puedan proteger y vender conocimientos
al resto del mundo. Los países que entendieron esto, como Singapur, son
los países que van a dominar el planeta; y les recuerdo que en 1965 el
1er. Ministro de ese país -que era bastante mas pobre que la Argentina-
se reunió con el 1er. Ministro de su vecino, Malasia y le pidió que
absorbiera su país, su bandera y su Constitución, porque no era viable
como nación. Malasia no estaba convencido. Les recuerdo que hoy Singapur
tiene un ingreso per capita similar al de USA. En el interín, produjo una
reconversión fenomenal. Malasia se debe haber arrepentido muchísimo.
También en México privatizamos: de 1.155 empresas que teníamos, nos
quedamos con 206 y por la venta de unas 900 obtuvimos US$ 24.000 millones.
Pero se nos olvidó que una vez que se privatiza también hay que regular
y hay que cuidar que la gente se porte bien, aún en el sector privado. No
regulamos los bancos y tuvimos una pequeña crisis bancaria que nos costó
US$ 105.000 millones, el 18% del PBI.
Otra razón por la que México no tiene ahora un ingreso per cápita
similar al de Corea, otra razón por la que México -después de 24 años
de reestructuraciones y 4 ministros de Economía o de Finanzas que han
sido luego presidentes- tiene una deuda externa que cada vez crece más
con relación a su producto nacional bruto; otro motivo por el cual en la
Argentina, Uruguay, Brasil y México el PBI per cápita no aumentó entre
1980 y 1994, mientras que sí lo hizo en Mozambique y Pakistán.
Cierro mi exposición, diciéndoles lo que afirmaba Einstein en los años
40: "Todos los imperios del futuro van a ser imperios del
conocimiento, y solamente serán exitosos los pueblos que entiendan cómo
generar conocimientos y cómo protegerlos; cómo buscar a los jóvenes que
tengan la capacidad para hacerlo y asegurarse que se queden en el país.
Los otros países se quedarán con litorales hermosos, con iglesias,
minas, con una historia fantástica; pero probablemente no se queden ni
con las mismas banderas, ni con las mismas fronteras, ni mucho menos con
un éxito económico".

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Libro
"Todo depende de ti"
Cap. 1 ¿Donde están las oportunidades?| pag. 14
|
El desempleo
sigue subiendo y las verdaderas oportunidades ya no están en
trabajar para otros. Antes todos queríamos entrar a trabajar a un
banco o una empresa grande, pero hoy la realidad es que los
empleos de calidad escasean y sobran los contratos de corto plazo
a comision; incluso se da la paradoja de que hay desempleo pero a
los bancos les sobra el dinero para prestar pues no hay
iniciativas empresariales suficientes, entonces las verdaderas
oportunidades están en crear pequeñas empresas, basta con
revisar la distribución de los puestos de trabajo: de los casi 12
millones de personas que conforman la población económicamente
activa (PEA) más de 3 millones están en las pymes, 1 millón
trabaja para el estado, 3 millones son campesinos, menos de 600
mil están en las grandes empresas; hay 200 mil taxistas, 200 mil
profesionales independientes, 200 mil empleadas domesticas, 190
mil bodegas, 60 mil centros educativos,19 mil restaurantes, 7 mil
librerias y bazares, 6 mil farmacias, 5 mil panaderias y
pastelerias, 3 mil ferreterías, 3 mil mayoristas diversos, etc.
Agreguemos que según el INEI hay mas de 236,000 empresas formales
en todo el Perú, de las cuales el 98% son PYMES (ventas mensuales
hasta $63,000) o micro-empresas (ventas mensuales hasta $5,100),
generan el 76% de los puestos de trabajo y contribuyen con el 40%
del PBI oficial.
Quizas estés
pensando que el mundo de las pequeños negocios es limitado y te
condena a la simple sobrevivencia, te invito entonces a considerar
que la corporación Intel afirma que en Latinoamerica el 90% de
las empresas tienen menos de 99 trabajadores , algo parecido
sucede en Japón y EE.UU., la diferencia está en la mayor
capacitacion y autoestima de los empresarios y trabajadores de
otros países lo que redunda en calidad y productividad más
altas; de hecho todas las grandes empresas que admiramos en algún
momento fueron pequeñas y luego se convirtieron en fenómenos de
crecimiento empresarial como veremos en los relatos a lo largo de
este libro. Queda claro entonces que el Perú se ha convertido en
el país de las oportunidades en los pequeños negocios.
Ramón era
hijo del dueño de una pequeña cafetería en Arequipa, con
esfuerzo su padre levantó el negocio y decidió invertir en la
educación de su pequeño Ramón, así lo envió al mejor colegio
y a la mejor universidad, en paralelo Ramoncito trabajó con su
padre desde pequeño; tiempo después Ramón trabajó en
diferentes sitios hasta que descontento por el trato y las pocas
oportunidades decidió concentrarse en el pequeño negocio de su
padre y hoy ha extendido la cafetería original hasta 7 locales
que venden pasteles, café y pollos a la brasa. Otro tanto sucedió
con la familia Valencia en Cuzco, dueños de panaderías y
pastelerías y con los Cano (fotografia) en Arequipa, los Morales,
Ormeño y Ciccia (transporte terrestre), los Ausejo (produccion
pecuaria), la familia Reynoso que tiene una docena de tiendas de
electrodomésticos en el cono norte de Lima, Mauricio Rabanal en
jeans, los hermanos Morales fundadores de Topy Top, etc.
Entre los casos de pequeñas empresas que se hicieron grandes,
además de Wong y Backus, tenemos a cientos de empresas que en su
mayoría fueron creadas y son dirigidas por hombres y mujeres
convencidos de que es posible tener éxito en el Perú; el más
destacado de nuestra historia fue Lucho Banchero Rossi que
empezando de cero convirtió al Perú en el mayor exportador
mundial de harina de pescado guiado simplemente por su amor al Perú,
además fundó los diarios Ojo y Correo, la cía. De seguros
Panamericana (absorbida por Pacifico), etc., también está ese
joven español que empezó exportando sombreros de paja y algodón
desde Catacaos y sembró las bases para el mayor grupo empresarial
Peruano de la actualidad en el que figura el mayor banco peruano
que hace poco compró la filial del Banco Santander por $50
millones; y que tal la familia de origen japonés que desde el
pequeño pueblo de Huanta en Ayacucho fundó la cadena de tiendas
de electrodomésticos más rentable de la actualidad; y los
hermanos Rodríguez Banda que empezando con un camioncito
crecieron hasta adquirir la empresa Gloria S.A., Cemento Yura y
hace poco pagaron más de $120 millones por una empresa Láctea en
los EE.UU; también tenemos a Docampo, líderes del abastecimiento
de alimentos a los aviones, llaves Klaus, candados y cerraduras
Forte, Pasteleria San Antonio, Bembos, Topy Top, Corporación
Radial (radio Mar, Inca, Moda, Planeta, Ritmo, Stereo100), ICPNA,
los cines de la familia Ubilluz (Tacna, UVK), los hoteles Antigua
Miraflores y Máncora Bungalows de David Wroughton, Rocky’s de
los esposos Kiyan, Norky’s de Luis Miyashiro, Vinos Tacama y
Tabernero, etc., y hay miles de ejemplos que demuestran que en el
Perú si se puede salir adelante invirtiendo tiempo y esfuerzo en
un pequeño negocio.
Por otro lado es cierto que somos gente con prejuicios: nos
negamos a realizar trabajos de baja calidad, pero cuando emigramos
a otros países empezamos por limpiar baños, atender y limpiar en
restaurantes fast-food, cargar cajas en fábricas y almacenes,
etc. Y cuando venimos al Perú tratamos de vender la imagen de que
hemos alcanzado el éxito. A pesar de ello hay algunos peruanos
que triunfan en el extranjero como los más de 100 restaurantes de
comida peruana que tienen éxito en Japón, Italia, Espana, EE.UU.
y Chile.
En el lado
positivo quienes visitan el Perú nos reconocen como gente amable
y cordial, aunque no muy trabajadores que digamos. Además es
conocida nuestra tendencia a comprar lo que es importado pues
pensamos que lo Peruano es de baja calidad, pero ahora ya es
posible encontrar productos Peruanos de excelente calidad , entre
ellos tenemos a Sapolio y Dento de Rafael Arosemena que está
logrando un espacio en el mercado enfrentando a los gigantes
internacionales de la limpieza y el cuidado personal, también
Kola Real de la familia Añaños, que ya tienen empresas de
gaseosas buenas y baratas en Ecuador, Venezuela y México,
Cereales O’Rayan, griferias Vainsa e Italgrif, Mármoles Gallo
de la familia Roselló, etc.; hay pues empresas grandes y pequeñas
que están descubriendo a la alta calidad como principal
herramienta competitiva, así que hagas lo que hagas, hazlo muy
bien.
Y ¿qué es
el éxito?
Normalmente pensamos en el dinero como sinónimo de éxito, pues
creemos que si tenemos dinero somos automáticamente exitosos,
pero la realidad nos muestra a gente con dinero que esta lejos de
representar el éxito, asimismo vemos gente sin dinero que ha
alcanzado el éxito como Cristo, Gandhi, Bob Marley y ese amigo
cercano a quien siempre vemos contento aún sin dinero, en cambio
fulano de tal siempre está descontento a pesar de lo que gana.
Entonces decimos que el éxito está en convertirnos en lo mejor
que debemos ser.
Cada uno de nosotros tiene un talento o habilidad natural que
debemos cultivar siempre pensando en servir a los demás pues las
mejores ideas son las que ayudan a la gente. Creemos además que
si te dedicas a cultivar tu talento natural el éxito económico
llegará como RESULTADO de tu esfuerzo y mejoramiento constante.
Los datos que hemos reunido nos muestran que la gente exitosa
siempre trabaja mucho por alcanzar algo que los atrae intensamente
y para ello desarrollan su habilidades personales; en todos los
casos el éxito económico llegó en diferentes grados, pero
siempre como una consecuencia del trabajo bien hecho.
Pensemos en
esto ¿qué somos? Y ¿para qué y de dónde hemos venido?. La
ciencia ha demostrado que nuestro querido cuerpo está formado por
agua en un 75%, y sobre ese monton de líquido nuestro cerebro da
cabida a una agitada mente; la mente se alimenta de información
sobre el mundo a través de los sentidos formando percepciones y
también descubrimos los vacíos, surge así la necesidad de
sentirnos bien y satisfacernos, entonces comemos, nos vestimos,
obtenemos un techo, una educación, adquirimos cosas pero nada
parece llenar el vacío.
De repente nos llega un impulso o una idea de ninguna parte y
empezamos a querer hacer algo, algunos cultivan ese deseo natural
, descubren sus habilidades ocultas, trabajan mucho y empiezan a
realizarse como personas y alcanzan el éxito. Pero entonces
descubren que el éxito no es un lugar al que se llega, más bien
es un camino que se anda sin parar.
Y ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?
Einstein decia que en el universo todo es simplemente energía que
se transforma en materia constantemente; entonces que somos ¿materia
o energía?, sin duda tenemos de ambas y podemos hacer la curiosa
conclusión que somos un montón de agua animada por una energía
vital. Si reconocemos que somos apenas una partícula del gran río
de energía del universo quizas veamos con mas claridad nuestro
papel en esta corta vida física y la poca importancia que las
cosas materiales tienen en sí. Nuestra verdadera misión es
descubrir cuál es nuestro talento natural y aplicarlo para servir
a los demás y consecuentemente a nosotros mismos.
Se puede ganar dinero en casi cualquier actividad, en algunas
incluso podrás ganar millones, pero alcanzar el éxito económico
requiere decisión, educación financiera, un plan y carácter. La
base de una carrera exitosa siempre sera el carácter definido; se
trate de un deportista, un empresario, un político, un artista o
un sacerdote tener un carácter definido sera claramente la raiz
del éxito.

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LO
IMPORTANTE ES EL CONOCIMIENTO, NO LA INFORMACION
Por: Martha
Paz (BIOMEDIA)* (Fecha publicación:21/10/2003)
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Filósofo
nacido en Argentina, autor de cuarenta libros y casi quinientos
artículos en una docena de lenguas, Mario Bunge estuvo en
Salamanca, en mayo de este año, para ser investido como doctor
Honoris Causa por la misma universidad que acogió hace cientos
de años a Fray Luis de León y Francisco de Vitoria, pensadores
como él por quienes, dijo, sentir mucha admiración.
Era
su 15º doctorado honorario pero eso no impidió que, vestido
con el tradicional traje académico, participara emocionado de
la ancestral ceremonia en la que el rector y los doctores de
Salamanca le impusieron el grado de doctor en Filosofía y, en
latín, él jurara 'guardar los derechos y privilegios y el
honor de esta Universidad y siempre ayudar, prestar apoyo y
consejo, en las obras y asuntos de la misma, cuantas veces fuese
requerido'.
Su
discurso, sobre el cual algunos ya han dicho que debería ser
lectura obligada en los gobiernos y las administraciones públicas,
enfatizó en la importancia de que los países hagan inversiones
en investigación básica porque, de lo contrario, 'la gallina
no pondrá huevos de oro'. Advirtió que la cosecha de frutos no
es inmediata pero sí determinante para una sociedad.
Crítico
y contundente en sus argumentos, Mario Bunge conversó luego con
nosotros. ¿El tema? Uno de moda: la sociedad de la información
versus la sociedad del conocimiento. ¿El enfoque? Uno fuera de
moda, es decir, a la manera de Mario Bunge, como a él le gusta,
resistiéndose a todas las modas. Finalmente, él no es un filósofo
a la moda.
-
Pensadores y filósofos contemporáneos coinciden en decir que
estamos viviendo la sociedad de la información. Otros ya hablan
de la sociedad del conocimiento. ¿Cuál es la diferencia?
-
La información en sí misma no vale nada, hay que descifrarla.
Hay que transformar las señales y los mensajes auditivos,
visuales o como fueren, en ideas y procesos cerebrales, lo que
supone entenderlos y evaluarlos. No basta poseer un cúmulo de
información. Es preciso saber si las fuentes de información
son puras o contaminadas, si la información como tal es
fidedigna, nueva y original, pertinente o impertinente a
nuestros intereses, si es verdadera o falsa, si suscita nuevas
investigaciones o es tediosa y no sirve para nada, si es
puramente conceptual o artística, si nos permite diseñar actos
y ejecutarlos o si nos lo impide. Mientras no se sepa todo eso,
la información no es conocimiento.
Y
lo que importa es el conocimiento. No tiene interés, creo yo,
insistir en la información. Hay que insistir más bien en la
relación que ésta tiene con el conocimiento y el poder económico
y político. Hay que averiguar quiénes son los dueños de las
fuentes de información y de los medios de difusión. Si la
información está distribuida equitativamente, puede beneficiar
a todo el mundo. Si, en cambio, está concentrada en pocas
manos, va a beneficiar primordialmente, sino exclusivamente, a
los dueños de esas fábricas de información.
Lamentablemente,
lo que existe ahora en el mundo industrializado es una
concentración creciente de los medios de información. Urge
luchar contra eso. Así como en algunos países hay leyes contra
el monopolio industrial y comercial, es preciso trabajar también
por una legislación contra el monopolio informativo. Las leyes
actuales están favoreciendo la concentración de los medios de
difusión. Y eso es un peligro muy grande para la democracia
porque implica alimentar a la gente con información unilateral,
ocultándole la verdad, distrayéndola para mostrarle aspectos
poco importantes de lo que en verdad sucede en el mundo.
Por
ejemplo, se le da mayor relevancia a actos terroristas en los
que mueren una o dos personas que al terrorismo constante al que
se ve sujeta la gente que no tiene agua para beber. Todos los años
fallecen por lo menos setenta millones de personas porque no
tienen acceso a agua potable y beben agua contaminada. Hay niños
que no llegan al año de edad debido a que mueren de diarrea
causada por el agua contaminada. Es que el agua potable está
mal distribuida, en manos de poca gente.
En
general, el problema principal del mundo contemporáneo -también
lo fue del antiguo- es la concentración de la riqueza y de los
bienes en pocas manos. La desigualdad, un problema de siempre,
un problema que sólo se podría resolver tomando medidas económicas,
culturales y políticas. Hay que distribuir el poder. Y esa
mejor distribución debe abarcar, entre otros aspectos, a los
medios de comunicación.
-
Hablar de la nueva sociedad nos lleva necesariamente a hablar de
las llamadas nuevas tecnologías o tecnologías de la información.
¿Cómo han cambiado a la sociedad?
-
Han cambiado a sólo una parte de la sociedad, a una sexta parte
de la humanidad. Las cinco sextas partes restantes casi no han
sido afectadas. Pero ese cambio ha sido muy profundo. La
cantidad de información accesible es mucho mayor y la velocidad
con que se la puede conseguir ha aumentado enormemente. Antes la
gente pasaba horas o días buscando una información. Ahora
puede encontrarla muy rápidamente a través de Internet.
Pero
esa mayor facilidad tiene un lado negativo, que es la sobrecarga
de información. Debemos ahora protegernos contra esa
sobrecarga, crear filtros para que no nos llegue tanta información
mala o impertinente.
Necesitamos
más tiempo para reflexionar y menos para buscar información.
La gente gasta demasiado tiempo mandando y leyendo 'emilios',
sin necesitarlos para trabajar y sólo por seguir perteneciendo
a comunidades y redes culturales.
Por
eso es que yo no estoy enchufado. Me desenchufé hace muchos años.
Hubo una época, hace treinta años, en que yo pasaba dos días
por semana respondiendo correspondencia común y ordinaria.
Si
bien uno está contento de pertenecer a una red cultural, llega
un momento en que se necesita más tiempo para la reflexión. De
lo contrario, ésta es superficial, demasiado rápida, sin
tiempo para asimilar, criticar, sopesar. Hace falta más tiempo
para ensimismarse, para reflexionar en silencio y soledad.
-
¿Lo mismo se puede decir de la sociedad de la imagen en la que
estamos inmersos?
-
Eso es mucho peor. La imagen, demasiado rápida, reemplaza al
pensamiento. Y aunque se dice que una imagen vale por mil
palabras, lo cierto es que queda muy poco de ella, se la olvida
con facilidad. La imagen no tiene contenido conceptual. Puede
suscitar ideas en algunos casos, pero es muy superficial. Porque
lo que podemos ver es apenas la piel de las cosas. La mayor
parte del mundo está oculta a la vista, hay que conseguirla,
hay que imaginarla, hay que conjeturarla. Y la imagen nos
restringe a las apariencias. La palabra puede trasmitir
conceptos, algo que la imagen no puede. Y solamente con
conceptos se accede a lo invisible, que es la mayor parte del
universo.
-
Ahora se ve a la hiperconectividad como algo positivo, como un
fruto saludable de la sociedad de la información y del
conocimiento. ¿Qué dice al respecto?
Muchas
veces nos conectamos con sectores que no nos interesan. O, por
lo contrario, se refuerza la relación con especialistas de la
misma especialidad, lo cual cierra la posibilidad o el aliciente
para conectarse con grupos que se ocupan de otras cosas. Por
ejemplo, en los viejos tiempos, uno iba a la biblioteca a buscar
un libro o una revista que se ocupaba de la especialidad de uno
y, a los costados, se veía, sin querer, material de disciplinas
anexas. Esa búsqueda o mirada a lo aledaño enriquecía la
investigación propia, favorecía la formación de
interdisciplinas.
Hoy
día, la hiperconexión o la facilidad con que uno se conecta
con los especialistas de la misma especialidad hace que uno se aísle
de las demás especialidades -valga la redundancia-. Eso es lo
que se ha llamado la 'balcanización de la ciencia', algo que no
es bueno. Es justamente en los intersticios entre ciencias
diferentes donde se encuentran novedades. La división entre
disciplinas es arbitraria. Por ejemplo, ¿quiénes se ocupan de
la distribución de la riqueza? Los economistas dicen: 'Eso es
cuestión de los sociólogos'. Los sociólogos dicen: 'No.
Puesto que se trata de riqueza, son los economistas los
encargados'. Entonces, nadie se ocupaba de eso, hasta que,
finalmente, algunos socioeconomistas se dieron cuenta del
problema y lo estudiaron. Ahora existe la socioeconomía como
nueva interdisciplina, con su propia sociedad, su propio órgano.
Lo mismo pasa con la psicología y la neurociencia. Durante
muchos siglos estuvieron separadas. Hoy día existe una
interdisciplina llamada neurociencia cognitiva, que es la que se
ocupa de investigar en el cerebro los procesos mentales, cosa
que antes hacían solamente los psicólogos.
Hay
que fomentar la interdisciplinariedad. Y a eso no siempre
contribuye Internet. Al contrario, muchas veces dificulta la
formación de interdisciplinas.
-
La sociedad de la vigilancia es otra consecuencia de la tecnología
de la información.
-
Claro. Ahora pueden vigilar nuestra manera de pensar, nuestra
manera de comunicarnos con otros. La información electrónica
se puede captar, es accesible a la Policía. Y eso es un
peligro. Coarta las libertades individuales y la formación de
grupos simplemente disidentes, que no están conformes con el
orden social actual.
-
¿Y qué opina sobre la obsolescencia de las tecnologías, que año
tras año, mes a mes, e incluso día a día, cambian tanto? ¿Eso
es ético? ¿Es ambiental?
-
Hay cambios necesarios y otros que son puramente cosméticos,
provocados por la industria para obligar al consumidor a comprar
nuevos productos. Hace ya mucho tiempo que los automóviles
tienen las mismas características. Es cierto que hubo un gran
adelanto hace unos veinte años, cuando aumentó su rendimiento
y disminuyó el consumo de gasolina, lo cual está bien. Pero
muchas veces, los fabricantes de computadoras, por ejemplo,
introducen pequeños cambios que no son esenciales. Primero, hay
que comprarlos, son caros. En segundo lugar, hay que aprenderlos
y el aprendizaje se vuelve costoso también. Se trata de pequeñas
mejoras técnicas que no son precisamente favorables al
consumidor. Lo mismo ha pasado siempre con la moda. Son
adelantos cosméticos no esenciales.
-
Una vez hecha esta caracterización de las tecnologías de la
información y de la sociedad del conocimiento, ¿cuáles piensa
usted que son los retos culturales como para que el hombre
sobrelleve todo esto sin convertirse en esclavo?
-
Principalmente, facilitar el acceso a la cultura. La enorme
mayoría de la humanidad no tiene acceso a la cultura moderna,
en particular a la cultura científica y técnica. No solamente
no tiene, sino que en muchos países está disminuyendo el
porcentaje de los jóvenes que se interesa por la ciencia y por
la técnica. Las facultades de ciencia y técnica se están
vaciando. Hay universidades, por ejemplo en Canadá, cuyos
departamentos de física han cerrado. Siguen teniendo escuelas
de ingeniería, pero no de física, lo que es ridículo porque
no hay ingeniería moderna sin física y los grandes avances en
ingeniería suelen ir precedidos por los grandes avances en física.
A veces, eso se debe a la miopía de los administradores y
otras, a la falta de vocaciones. Hay poca gente joven que se
interese por la física o por la matemática. Todos quieren
ganar dinero y creen que hay más porvenir en Ciencias de la
Computación, Finanzas o Administración de Empresas que en
Matemáticas o Física. Es un error. No hay suficientes
egresados en física básica, química básica, matemáticas. Ése
es el desafío.
-
Le he escuchado decir que antes que formar tecnólatras debemos
formar cerebros.
-
Hay que formar cerebros porque solamente el cerebro bien formado
puede, no solamente usar la técnica existente, sino mejorarla
con ideas nuevas y originales gracias a su curiosidad y a que
está investigando. Si se insiste con la misma información a la
gente, en lugar de cultivar su curiosidad, terminará por
aburrirse.
Es
importante enseñar a estudiar por cuenta propia, a buscar por
cuenta propia, a asombrarse. Decía Aristóteles que el origen
de la ciencia está en el asombro, en la curiosidad. El que no
se asombra por nada, nada va a investigar.
-
¿Qué le sugiere el analfabetismo tecnológico, es decir,
aquellas personas que se resisten a…?
Sí,
sí. Aquellas personas como yo, por ejemplo. Hace treinta años
yo sabía desarmar un carburador de automóvil y arreglarlo.
Eran mucho más sencillas las cosas. Hoy día, las unidades de
los vehículos suelen estar selladas y no se pueden desarmar con
destornillador para repararlas. Hay que llevarlas a un taller
donde dicen que utilizan computadoras para diagnosticar los
defectos y ubicarlos. Hace falta ser todo un ingeniero para
desarmar un automóvil. Antes eso no era preciso. Entonces, los
que no tenemos esa habilidad ni disponemos de tiempo necesario
o, simplemente, nos aburrimos con ello, quedamos al margen y a
la merced de los especialistas, lo que es bueno pero también
malo porque, para corregir defectos mínimos, uno depende de
expertos que nos explotan, resultando todo muy caro.
- ¿Cómo enseñar y transmitir representaciones, reglas y
valores en pro de la cultura tecnológica y de la reflexión al
respecto?
-
A mí me preocupan las cinco sextas partes de la humanidad que
no tienen acceso a la técnica básica. Esa gente tiene que
aprender a cavar, tiene que aprender elementos de carpintería,
de mecánica, de electricidad, todas las cosas que se sabía
hace uno o dos siglos. Hay que empezar por ahí. Mucho después,
se plantearán las nuevas tecnologías. Lo que la enorme mayoría
de la gente necesita ahora es saber cosas más básicas, por
ejemplo, que en cada aldea debería haber letrinas públicas. En
gran parte de los países del Tercer Mundo no hay letrinas, la
gente defeca al aire libre y las amebas corren entonces por el
aire, la gente se infecta con sólo respirar. En muchas partes,
se cree que para beber agua hay que ir a un charco o a un pequeño
arroyo, cuando ya están contaminados. Hay que enseñar a la
gente que hay que cavar pozos y poner bombas, no bombas eléctricas
porque no hay centrales eléctricas en esos lugares, sino
manuales como las que había en Argentina hace cien o menos años.
Molinos, hace falta multiplicar los molinos.
Se
cree que cuando hay un avance técnico, las técnicas anteriores
ya no sirven y eso no es cierto, las técnicas anteriores pueden
seguir sirviendo. Allí donde hay una caída de agua, se puede
instalar un pequeño motor eléctrico que sirva para iluminar la
casa o incluso un villorio. No hay que desechar lo viejo porque
sea viejo, lo viejo puede seguir siendo útil.
Hay
experimentos muy interesantes en Bangladesh. En lugar de separar
a mano el grano de la paja, se puede hacer con una pequeña máquina
que se acopla a una bicicleta sin ruedas y que no tiene nada más
que el engranaje. Hay un banco que presta dinero, cincuenta dólares
a cada cual, para instalar esos aparatos. Se trata de una técnica
bancaria interesante. Préstamos a pequeña escala, respaldados
por la aldea. Se hace responsable de él, no solamente quien lo
contrae sino toda la aldea. Si falla esa pequeña empresa
familiar, se hace cargo de la deuda el resto. Entonces, todo el
mundo está interesado en que tenga éxito.
Así,
las técnicas no sólo son de ingeniería, sino también
sociales. No abarcan únicamente la ingeniería, sino también
la administración de empresas, el derecho, la educación, el
trabajo social, muchos sectores de la sociedad.
-
¿La ciencia y la tecnología son válidas para el Tercer Mundo?
-
Claro que sí. La verdad científica no tiene fronteras, no
tiene nacionalidad ni tiene sexo. Están, naturalmente, los
relativistas culturales que sostienen que el conocimiento es
siempre local, lo cual es absurdo. El conocimiento local es el
conocimiento específico, por ejemplo, el conocimiento de
ciertas peculiaridades de Salamanca, que no tienen aplicación
en Bangladesh.

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