PÁGINA DE JORGE DE LA TORRE
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Esta cadena procede de la isla de los Monos Arrugados y fué
encontrada en el interior de un anillo de cuero que traía
agraciada jovencita, como amuleto dentro de finísimas pantaletas.
El señor Agapito Melorques, de San Jassmeo, Rep. de Chile,
con ocho copias de rigor y al estar calzoneando en un basurero
busco un papel para limpiarse y al fijarse en uno de apariencia
suave y aterciopelada, iba a usarlo cuando se dió cuenta de que
se trataba de un billete de mil pesos; en cambio Don Enrique Vélez
Ovando, de Tecojorita, Rep. de Honduras, tomó la Cadena a vacilada
y al aventarse un pedo, se le reventaron las almorranas, se
le hinchó un huevo y una chispa de cagada fué a posarse en la
cara de su suegra.
Don Martín Cholano, de Tampico, Tamps., el 7 de los corrientes
recibió esta cadena y acto seguido hizo las siguientes copias,
enviándolas a igual número de amigos. No bien había regresando
el correo cuando encontró un forrazo y las primeras palabras que
se cruzaron fueron para citarse en un buen cojedero decente,
donde tuvo el gusto de romperle el dengue, al son de la Marsellesa.
En cambio el Señor Gral. Don José Boquitas de la Corona, dijo
me valía madre la presente cadena y cuando llegó a su domicilio,
encontró a su vieja tocando el clarinete del portero del edificio.
Doña Rosa Mestas, de Acatemo, Poza Rica, Ver., cumplio' con
envió las copias a sus amigas y en la noche al irse a acostar,
encontró debajo de la cama un ratero que traía 24 pulgadas de
envergadura, corniza libre y cabeza de gato; acto seguido lo
subió hasta su cama y al día siguiente se casaron, dándole la
bendición el Cura Melchor Izzo. Ahora viven muy felices, pues
encontraron su bolita.
En cambio la Sra. Dolores Fuertes de Ombligo, acaudalada
compradora de checo, vecina de Acalotengo, Mich., no hizo caso
de lo ordenado en esta cadena, y en la noche de su boda le
pegaron una encabronada gonorrea de garabatillo.
La agraciada Srita. Lola Meraz inmeditamente que recibió la
cadena hizo 8 copias, y el día de su casamiento, cuando su
flamante esposo la llevó al lecho nupcial, después de darle un beso
en la boca y sacarle leche de una chichita, le dió un bajonazo
por las dos vías, que duró hasta el amanecer, dejándole la pepa
como cresta de gallo japonés.
En cambio un Agente Viajero dijo que se cagaba en esta cadena
y al estar cerrando su petaca muestrario, se agarró los
huevos con la tapa, sufriendo apachurramiento tan doloroso que
de inmediato se puso a hacer las copias de rigor; súbitamente
cambio su suerte, y al momento vió entrar a la gata del hotel,
quien procedió a aplicarle una cataplasma con pelos, con lo que
logró cerrar sus maltratados huevos y desapareció el dolor.
Hasta la fecha esta cadena ha dado 3 vueltas y media
al mundo, y creo que a la cuarta lo agarra a usted con confianza
y se acogerá a los beneficios o prejuicios, según haya procedido.
Ante estas pruebas tan evidentes de la eficacia de esta cadena
de la buena suerte, elija gozar de la paz y la felicidad de su
conciencia o ir a poner el Chico.
REPRESENTANTE: T.A. Prieto. COLABORO: Tecla Varela Vergara.
