PÁGINA DE JORGE DE LA TORRE
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Esta cadena fue creada por un jo-
ven oficial que estuvo per-
dido momentos antes de ser
encontrado en un bosque y a-
cogido por un labriego; buscndole entre los hue-
cos de la mochila le sacaron unos centa-
vos y le encontaron una carta de su pen-
samiento adorado y con ella una gue-
deja rubia; la carta deca as:
"Hace tanto tiempo que ha querido hacerle a usted una
declaracin del fino amor que le profeso,
criatura angelical, con una sola
mirada ha dejado usted mi alma absorta y
metida en lo mas hondo y delicioso de su
corazn; yo quisiera adivinar con un or-
culo, con todas las fuerzas y energas de mi ver-
dadero amor, sobre la amante que usted ten-
ga, para que me saque los me-
jores sentimientos y po-
nerosas cualidades y acciones de tan gra-
cos que me sobrevengan con sus buenas ge-
tas que adornan y embellecen su pin-
torezcas y esos ojos de azaba-
che que me gustan mas que todo.
Decididamente la quiero a usted jo-
ven hermosa, y por lo tanto debo proce-
der con bastante prontitud y eficacia para pre-
sentarla ante el altar del incienso y no enga-
arla vilmente, pues comprendo que es usted la ms pu-
ra modelo de virtudes e inimitablemente la ms cas-
ta que puede haber existido. Quiero depositar el se-
creto de mi amor y no permitir que mis venas se que-
men con ardiente fuego, pues de haber for-
malizado la loable intensin que le he comu-
nicado a usted y a sus hermanas, espero ser mi ver-.
dadera pasin correspondida y de compacerme, me ha-
ga feliz comunicndole mis emociones".
Haga usted nueve copias y envelas a nueve ca-
maradas. Fjese lo que le pas a unos hom-
brones, no corte la Cadena, a dos por cortarlas los co-
rrieron de su empleo, los agarr la polica y diri-
gieron entre todo un pelotn de soldados, a co-
lonias penales: uno de ellos se escap en un ca-
jn blindado y el otro muri . . . si corta la cadena lo ca-
lumnizarn y le negarn las leyes que am-
paran, los familiares de la novia.
Si no corta la Cadena tendr siempre la ver-
dadera felicidad del mundo. Que aqu lle-
ga lista para servirse de ella con un raudal de me-
recidas ureas. Tendr suerte en amores, y ser uno de los po-
cos que har feliz a la mujer que ama.
OPRIMA AQUÍ Y VERÁ EL MISMO ESCRITO COLOCANDO SOLO LOS RENGLONES NONES
