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Siempre duda de la
diercción del chorro . . . lo hace sobre el
suelo, salpicandose parte de los pantalones
Nunca sabe lo que les pasó a los
zapatos hasta que sale. Patea con la pierna
izquierda para ponersela en su
lugar y sale caminando muy sonriente con la
bragueta desabrochada.
Narra cuantos colorados mientras lo hace
Tiene control absoluto sobre sus vientos
que expele a voluntad. Con esto y con los cuentos
tiene a los amigos muertos de risa.
No puede hacerlo si lo
estan viendo . . . lo cubre completamente
con la mano. Abre la llave del agua para dar
la impresión de que lo hizo . . . y
empieza al rato cuando ya no hay nadie.
Al encontrar todos los lugares
ocupados, usa el lavabo.
No usa las manos, que
coloca en los bolsillos traseros del
pantalón. Hace teatro . . . mira al techo
y siempre se salpica los zapatos.
Como no tiene conciencia
de tranquilidad por sus multiples
aventuras amorosas, se inspecciona
dudosamente y silbando trata de disimular.
Se para y puja para
que le den ganas . . . después de varios
esfuerzos sale sin hacer de nada. Y en la
calle le viene la imperiosa necesidad,
suelta tres carnes sin importarle quien
lo escuche y regresa furioso hablando
solo.
Se hecha un viento
silencioso y pone cara de onocente
con la esperanza de que le echen la culpa
al vecino.
Mira hacia la izquierda . . .
lo hace en la central y abre la llave de
la derecha.
EL FRIVOLO
Juega con el chorro
por todos lados tratando las mas de las
veces de formar sus iniciales, Si descubre
una mosca, trata de ahogarla. Este tipo
nunca deja de ser ninio.
Trata de ver los dimensiones
que tiene su vecino.
Entra corriendo, se
desabrocha el chaleco y se saca la corbata
Se ve en el espejo y se hace en los
pantalones.
Lo hace sobre el agua del fondo
pues se divierte con el ruido.
Actua como si estuviera sumido en profundas
meditaciones. Se para y se la estira toda lo
que puede, viendo de reojo al vecino para
ver si esta mirando . . . quiere que éste
vea que tiene algo muy grande, cuando
casi siempre la tiene muy pequeña. La
guarda rápidamente, silbando nerviosamente.
Entra corriendo trata de desabrocharse
el último boton de la bragueta, porque el segundo le
queda muy algo para el tamaño de su asunto,
Se da cuenta de que los calzoncillos se le han volteado
. . . no les encuentra la abertura y se arranca
los botoncillos llenos de rabia.
Se reune en este lugar
con sus amigos, tenga o no ganas porque
ello le resulta gratis.