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Todo el pueblo lo estimaba
por ser un hombre sincero
y era amigo verdadero
de todo el que lo trataba.
l tena por devocin
el andar buscando entierros
y haca pozos en los cerros
con la f en el corazn.
Y recorri este distrito
andndolo muy despacio,
con un San Ignacio
que traa un aparatito.
Mas no le sonri la suerte
y muy triste y cabisbajo,
volvi el Cartero al trabajo
del que se encontraba ausente.
Un da lleg la ocasin,
el Cura de este pueblo
le dijo muy reservado
lo que supo en confesin.
Dizque en el pueblo vecino
un alma en pena aparece,
que gime, llora y padece
por errar el buen camino.
Y un alma que anda penando
como puedes comprender,
de seguro ha de ser
que un tesoro est guardando.
-"Haz t de valor derroche
y que sea lo que ha de ser,
pues lo han visto aparecer
al filo de medianoche.
Toma esta palma bendita
y con ella haz la cruz,
y en el nombre de Jess
hblale al aparecido.
Dile porqu anda perdido
de los caminos de Dios,
y dile que somos dos
los que aliviamos la cuita.
T me llevars en parte
de todo lo que te d,
y yo aqu te esperar
rezando por ti al Seor".
Tom el cartero la palma
y con ella hizo la cruz,
y sinti que una gran luz
iluminaba su alma.
Y provisto de una vela
para encenderla al llegar,
se dispuso a caminar
tomando cierta vereda.
Y va como el jibarito
todo lleno de contento,
pues lleva en el pensamiento
un haz de felicidad.
Ya se acorta la distancia
y muy ttrico y sombro,
va surgiendo el casero
del poblado de "La Estancia".
Armado de un gran valor
en el pueblo ha penetrado,
est todo abandonado,
no se oy ningn rumor.
Y en una casa muy vieja
entra y enciende la luz,
mas de pronto Oh Jess!
se oye una triste queja.
Y un lgubre lamento
que va a perderse en gemido;
de cadenas mucho ruido
se escucha en ese momento.
Tiembla de espanto el cartero
y mira con estupor,
que se le escapa el valor
que crea tan verdadero.
Mas si grande era su miedo
fue ms grande su ambicin,
pues temblando de emocin
al fin exclam muy quedo:
-"Alma que vagas errante
por este poblado obscuro,
por esta cruz te conjuro
que aparezcas al instante.
Y me digas con franqueza
porqu andas t penando,
y a los vivos asustando
hasta perder la cabeza.
Dime si tienes parientes
y el recado que he de dar,
si es que tengas que regar
de agua bendita tu fosa.
Y tambin otra cosa:
es que guardas un entierro"
pues si es cuestin de dinero
yo me lo puedo llevar.
Dicen que aqu han visto arder
y que donde arde hay dinero,
pues dile a tu buen cartero
lo que haya de menester".
Y la respuesta esper
con un nudo en la garganta,
pues su emocin era tanta
que antes no se desmay.
La vela tiembla en su mano
y con dbil luz alumbra.
ah en aquella penumbra,
ha invocado a ultratumba
un nima del arcano.
Y por si acude a la cita
va rezando quedamente,
apretando fuertemente,
la cruz de palma bendita.
En aquel dintel de la puerta
de aquella mansin derruda,
de un ser que es de la otra vida
se dibuja la silueta.
Y en un chillar agorero
rompe el silencio profundo,
una voz del otro mundo
que hel la sangre del cartero.
-"Yo soy el aparecido
del poblado de "La Estancia",
y te dir aqu en confianza
lo que tienes t qu hacer.
Primero que no te asustes
y que me escuches con calma,
para que saques esta alma
de su eterno padecer.
Y con santa devocin
para que de dudas salgas,
emprstame tu las nalgas
para darte un sofocn.
Pues quiero en esta ocasin
para evitarnos enredos,
poder sacarte tres pedos
del rincn del mas all.
Ya ves que muy claro est;
mis palabras son sinceras,
djate de chingaderas
y dame lo que te pido.
Noms no hagas mucho ruido
y vayas a despertar
mis parientes que han de estar
por ahorita bien dormidos.
Y te dir quienes son
para bien y para mal
yo soy hermano carnal
del ÁNIMA DE SAYULA.
Aquel fantasma decente
que buscaba algn profano,
que con la fuerza del ano
le arremangara el mosquete.
Y mi primo el DIENTE DE ORO
te contar, no te acostumbres,
era aquel que en los placeres
despreciaba a las mujeres
y se tronaba a los hombres.
Y mi cuado el CHARRASCAS
es aquel muy alto y flaco,
que debajo del tinaco
se coja a los borrachitos.
Y s que ya da pasitos
mi ahijado el ANDARN,
mas esto no tiene fin,
pues mal hayas si le buscas.
Mi pap esta retirado,
gan la jubilacin
cuando tuvo la ocasin
de cojerse al mismo diablo.
Quien al sentirse prendido
por ojos, boca y nariz,
lumbre echaba el infeliz
para asustar a mi padre.
Mas fue a chingar a su madre
porque lo que es por detrs,
muy bien claro se vea
que ni humito le sala,
Y a un seguro servidor
le dicen el ajolote,
pues se me tiembla el garrote
siempre que huelea fundillo.
Ya ves como fue sencillo
mi familia conocer,
y para mi fue un placer
recordarles con amor.
Y ahora que no te asusto
agchate, buen cartero,
voy a ampliarte el agujero
para que cages agusto".
Muy sorprendido qued
y aterrado el buen cartero,
quien con clamor lastimero
de este modo se expres:
-"Por todos los sacramentos
que salga con bien de aqu
qu pecados comet,
para estos merecimientos"
En qu bonita aventura
me fui a meter por pendejo"
y todo por el consejo
que me dio aquel pinche cura.
"Un tesoro te dar;"
y qu me vine a encontrar?
un cabrn que quiere ampliar
lo que a su medida est.
Amprame, Virgen Santa,
que de miedo no lo duden,
ya siento que se me suben
los huevos a la garganta.
Pues si no pones remedio
al mal del aparecido,
para siempre estar jodido
y agujereado de enmedio.
Vine tesoros buscando
y miren qu me pas
ahora si que me creci
por andrmela jalando!
Solo un consuelo me queda
si ste me llega a forzar,
que se la vaya a cagar
todito lo mas que pueda.
Mas yo juro que tendrs
tu parte en esta aventura,
te tocar Tata Cura
de la mitad para atrs.
Iba a seguirme quejando
cuando fue interrumpido,
y la voz del aparecido
de pronto sigui escuchando".
- "Calla, no seas majadero,
ya mi lista consult,
y por suerte encontr
que ya me coj a un cartero.
Lo agarr alla por enero
cuando se estaba baando
hoy solo me estn faltando
un Cura y un Curandero.
Y como me has conmovido
ye voy a sacar un trato,
que firmes aqu un contrato
con tu amigo aparecido.
Saldrs bien de la aventura
salvando tu puo de aos,
si me traes con engaos
al Curandero o al Cura.
Mas si no los traes maana
el convenio queda nulo,
y te desparpajo el culo
al rigor de mi macana".
- "Acepto el trato encantado,
te lo agradezco con creces,
solo te pido tres meses
para cumplir lo pactado.
Porque el cura es muy ladino
y no se deja engaar,
y para no fracasar
debo obrar con mucho tino.
Y ahora si que arda Troya,
confa en tu buen cartero,
ya te traer al curandero
noms que venga de Ajoya".
El sol ya se va ocultando
cayendo poco a poquito,
muy triste va caminando
el cartero de un pueblito.
Piensa que la suerte a veces
le hace mas negra su cuita,
hoy se cumplieron tres meses
fijados para una cita.
Y es tanto su desconsuelo
como grande su amargura,
que con fervor pido al cielo
que calme su desventura.
- "Santa Virgen de Quil:
t que eres tan milagrosa,
trae al Cura para ac
que miro muy fea la cosa.
O que venga el Curandero
que tanto se ha retrasado,
se llega la hora cero
y me siento acobardado.
Cuntos pesares me abruman;
concede lo que te imploro;
te doy si no me lo tumban
una charola de oro.
Y triste camina
aquel cartero tan noble,
penetra en una cantina
y pide un tequila doble.
Se sienta ante la mesa
con una botella llena;
quiere matar su tristeza,
quiere matar su gran pena.
De pronto queda escuchando
Qu voces se oyen lejanas?
pero no, no est soando
es un tair de campanas!
Es que el cura ha llegado
a vender aqu la gloria,
va a brindarles el prelado
la fluidez de su oratoria.
El buen cartero sonre
y dice para su adentro,
"si logro que en m confe!
saldr con bien del encuentro.
Sabrs mucho de sermones
y de la vida de Cristo,
mas cuando haya arremangones
haber si eres tan listo.
Porque yo te he de llevar
quieras o no a "La Estancia",
contigo me he de salvar:
eres toda mi esperanza".
Ya encaminaba sus pasos
a la casa en la que viva,
y vi gente que corra
cuando escuch unos balazos.
Todos estaban sonrientes,
todos llenos de alegra;
Qu pasaba a aquellas gentes?
Qu es lo que suceda?
Oy que alguien deca
con voz llena de emocin:
"Sucedi lo que tema
ya nos cay el sarampin".
Y otro riendo gritaba
"Ya se nos fué todo al traste,
sucedi lo que tema,
ya nos cay el newcastle.
Ya lleg en su camioneta,
l acaba de llegar
y salan a la banqueta
para mejor devisar.
Quin era tan popular
pa levantar tal tramoya?
en Dimas se le dirn:
EL CURANDERO DE AJOYA.
Y el buen cartero sonri
y lanz un grito sonoro
y sin querer se cord
de la charola de oro.
EL CURANDERO DE AJOYA
En accin:
Tal como era costumbre
(1)
- "Atindame al instante
Se me entume esta rodilla
Siento un desgano al comer
- "No tenga temor compadre,
(2)
- "Quiero consultar mi caso
- "Est cabrn el mandado,
Pal paludismo la quina,
Tres horas hay que observar,
(3)
- "Espero que me comprenda,
- "Tengo mondas importadas
La alemana es muy gruesa
La espaola hace un ao
- "Por Dios, doctor, que me asusta<
Rectala combinada
(4)
- "Psele mi buen cartero
Deseo me d una manita
Se trata de un gran tesoro
- "Hace tiempo que yo s
Varios han ido a buscar
Son malos los resultados
Pero si t estas dispuesto,
- "El asunto se ventila -
Andando la veredita
Nada les infunde miedo,
Han penetrado al poblado,
De pronto el buen cartero
Ya las doce van a dar,
Penetremos a la casa
Tenga su mente muy viva
Y como dijo el chinito
. . .
El buen cartero pens:
Y al entrar a la mansin
Y espera con ansiedad
Se oye arrastrar de cadenas
De pronto a un metro de ellos,
Se oye una detonacin
Aqu tiene, mi cartero,
- Seores, quiero aclarar
- "Ya vi que no se le hizo
No le sali el truco bien,
Le dijo: " - Aqu se muere,
Para no perder la vida
ah est el aperecido
- "Amigo, me dió en la pata
Ahora, buen carterito,
- "La verdad no le hago al barro,
Ya la luna va saliendo
Qued aqu como constancia
Nada de enviarle es
La luna ya va filtrando
Un cuadro que el mismo Dante
Del tronco, de las orejas
En posicin agachada
Por la popa el Curandero
Se ha escuchado de repente
Y viene el segundo errado,
Mas he ah que el tercero
Y se aferra a la cadena
- "Espera, por compasin,
- "No levante tanta jerga
Y pa entonarme jerga
- Qu dijo usted, se la sampo,
El cartero sonrea
De pronto un alarido
Las orejas les solt
Corajudo el Curandero
- "Ora si que la chingu
Todos mis esfuerzos nulos,
Mientras tanto el buen cartero
En el dintel de la puerta
Y en un callar agorero
- "Yo soy el aparecido
Y vas a ver curandero
Y no me sigas tirando
- "Espera si va deveras
Porque t y yo somos cuates
- "Muy bien, tendrs la ocasin
Si por la noche muy quedo
Si en sonido intermitente
Si un gordo con chica pena
Y si al cantar de los gallos
Si de un perfume francs
Todo est correcto, hermano,
- "Antes de irme, aparecido,
Cmo har para encontrar
- "Pues bien, escucha mi plan
Pero cuando alguien responda:
Viene alegre el curandero
Que siempre con gran recelo
- "Mi buen cartero, al fin
V al cura con unas viejas
Y todo toca a su fin;
Triste ahuyan los perros,
el consultorio fue a abrir,
"llegando y haciendo lumbre"
alguien le escuch decir.
que ya no soporto ms,
me duele aqu adelante
como si fuera ac atrs.
como si no se me entumiera,
y me duele la costilla
como si no me doliera.
y tengo mucho apetito
la verdad no s que hacer,
recteme, usted compadrito.
que la cosa la veo clara,
vaya a chingar a su madre
y como si no la chingara".
antes que el dolor me ataque,
me tom de leche un vaso
y quiero que me la saque".
creo que me quieres chingar,
tu caso no es de cuidado
pero djame pensar.
alcanfor pal corazn,
dolor de muela, aspirina:
ya tengo la solucin.
no voy a cobrarle nada
y te lo voy a sacar
al volvrsete cagada".
me encuentro viuda doctor,
y vengo a que usted me vanda
la paz de un consolador.
en tamaos diferentes,
las cuales son recetadas
al gusto de mis pacientes
aunque de tamao chico,
y es muy larga la inglesa
aunque no tenga ella pico.
consuela las soltaronas,
son de regular tamao
pero eso s, cabezonas".
y me hace ruborizar,
asi cualquiera me gusta
ms si me hace consolar.
para no sentirme sola,
una alemana inglesa
con su cabeza espaola.
que ahorita me lo receto".
- "No se alegre, curandero,
que yo me traigo otro cuento.
como prueba de confianza,
y me acompae ahorita
al poblado de "La Estancia".
que guard un aparecido,
consiste en barras de oro
de todos apetecidos".
lo que en "La Estancia" sucede,
y por su bien le dir
que mejor aqu se quede.
ese tesoro escondido,
y se han venido a curar
del mal del aparecido.
de esa enfermedad, hermano,
traen los ojos saltados
y desparpajado el ano.
yo te acompao con gusto,
y por mi vida te apuesto
que a alguien damos un susto".
exclam el buen cartero,
- me tomar otro tequila,
y a esperar la hora cero".
que de Dimas va a "La Estancia",
van a acudir a la cita
los dos llenos de confianza.
pues ya tienen sus abriles,
y van discutiendo quedo
ya los dos a medios chiles.
ya estn en su casero,
y sienten que les ha dado
atrs un escalofro.
se detiene bruscamente,
- "Es ah, mi curandero,
en esa casa de enfrente.
la hora cero ha venido,
ahorita saldr a penar
por aqu el aparecido.
donde dicen que ha salido
ah esperemos qu pasa
con su ponche aparecido.
cuando ya estemos ah,
se queda a la espectativa
y me deja obrar a mi."
"NO MUELTO POLQUE LESOLLA",
quien es, sabrs muy prontito
el Curandero de Ajoya".
- "sin embargo algo me espanta,
>
al cabo por si o por no
escndete, madre santa".
con voz clara dijo as,
- "He cumplido mi misin,
el Curandero est aqu".
lo que ha de venir despus;
es tanta la obscuridad
que apenas se ve sus pies.
se escucha un leve quejido,
almas que vagan en penas
que de este mundo se han ido.
una sombra se levanta;
se le paran los cabellos
al cartero, que se espanta.
y el curandero que grita:
- "Suba las manos, cabrn,
que aqu le vengo a su cita.
a su pinche aparecido,
carne y hueso y todo entero
a cuntos se habr cojido"
yo no soy aparecido,
yo solo vine a cagar
nunca a nadie me he cojido.
y nos quiere embabucar,
pero cllese el hocico
porque ora se va a chingar.
lo que es aqu se hizo bolas",
y arrimndole a la sien
el can de la pistola.
mas para ser justiciero
dganme usted cual prefiere
la de la carne o la de acero".
con un afn de vivir,
dijo con voz compungida
la de carne preferir.
otrora tan arrogante,
lloroso, triste, vencido,
casi siempre agonizante.
pues siempre el que a hierro mata
ya sabe que a hierro muere.
venga a vengar sus desvelos,
mtale su cuchillito
que tiene cacha de pelos".
si quieres yo te lo agarro
del tronco o de las orejas".
parece que quiere ver,
lo que ah est sucediendo
y lo que va a suceder.
lo que hoy ha sucedido,
al temible aparecido
dueo y seor de "La Estancia".
el apuro en que se haya,
y menos an lo que vaya
a suceder despus.
sus rayos en la mansin,
late fuerte el corazn
al ver lo que va alumbrando.
ni siquiera imagin,
tal vez porque no vivi
esta era de combate.
el Cartero tena asido,
dizque al pobre aparecido
que no callaba sus quejas.
con las nalgas bien en alto,
espera ah estupefacto
se lo lleva la chingada.
con el chile bien templado,
anuncia a aquel desdichado
que le lleg la hora cero.
un triste gemir de culo,
es que por un disimulo
ha errado el primer piquete.
qu suerte de aparecido,
tiene el ese bien fruncido!
completamente cerrado!
le tumba la cacharola,
y suelta ya la pistola
de la mano el curandero.
y por fin se tira a fondo,
haciendo un viaje redondo
con maestra verdadera.
yo no soy el aparecido,
y mira que me has metido
los cordones del calzn".
ni me hable al tiro, cabrn,
que cordones de calzn:
son las venas de la verga!
órale aunque sea quedo,
haga por tirarse un pedo
que me chapalee los huevos".
luego que me eche un pedo?
pero seor, si no puedo . . .
como deja tanto campo!
y azorado contemplaba,
lo que uno se mandaba
y lo que otro resista.
de la boca se escap,
es que un huevo le mordi
el supuesto aparecido.
y aprovechando el descuido
se sac el aparecido
y entonces corri y corri.
qued en aquella obscurana,
palanquiando la macana
mirando feo al cartero.
se fue antes de acabar,
cmo har pa terminar
el trabajo que empec?
pues no va a ser tan sencillo
que la iguale otro fundillo,
porque hay de culos a culos.
la pistola ha recogido
y en pos del aparecido
intenta lanzarse, pero . . .
de aquella mansin derruda,
de un ser que es de otra vida
se dibuja la silueta.
rompe el silencio profundo,
una voz de otro mundo
que hace que se arrugue el cuero.
del poblado de "La Estancia",
y quede aqu cual constancia
que a mi nadie me ha cogido.
lo que te va a suceder,
ahora me lo vas a peer
pa quitarte lo matrero.
tanto pinche balacillo,
trale con el fundillo
que es lo que vengo buscando".
t me tendrs que escuchar,
lo que te voy a explicar:
nunca cre que t eras.
trato as yo tambin pertenezco
pues yo tambin pertenezco
a la hermandad de mayates".
de lo que dices probar,
pero te lo he de preguntar
y t dars contestacin.
se oye rechinar un pedo,
entonces t qu dijeras?:
no rompan que aqu hay tijeras!
varios pedos de repente,
van tronando despacito:
cunto por el pitito?
alza la pierna y te lanza
semejante pedorrn:
hay te voy, bocn!
viene una lluvia de pedos
que no cuentas con los dedos:
mi macana es pararrayos!
te ofrecen de marca diez:
prefiero el frijol basuche
con su respectivo estuche".
no hubo respuestas vanas,
ya chocaron sus macanas
en vez de darse la mano.
ya que t eres ms viejo
quiero pedirte un consejo,
pues me encuentro compunjido.
ese cabrn que se fue?
un trabajo que empec
me gustara terminar".
y llegars a su fin,
t llama: tiln tiln
y dirn: taln taln.
taln taln al llamado,
ese es el culo buscado
y ve encuerando la macana".
por la misma veradita
y a distancia muy cortita
lo procede el buen cartero.
va volteando para atrs;
ha jurado que jams
ir a buscar otro entierro,
ya vamos llegando Dimas,
quiere rezar un poquito,
pues se encuentra arrepentido.
y al acercrsele . . . uy!
ha visto que tiene muy
coloradas las orejas.
solo el terco curandero
va diciendo tesonero,
a todos: tiln tiln.
la luna ya se ha metido
y sus amigos aparecido
qued amolando sus fierros.