PÁGINA DE JORGE DE LA TORRE
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Mi reberendo compadre:
Me alegraré que el tomar esta carta en tus apreciables mano te incuentres gosando de cabal salú en companía de tu apreciabla familia que la que vosotros gosamos en buena gracias al Siñor de la Misericordia de Tepatitlán. Pues conpadre no jallamos ni como contarte despues de saludarte los susedimientos que han susedido desde que prensipió el boyboy y la guerra contra con los siñores cleros y los de lunión Popular; un domingo que fuí al pueblo a mercar los avios al pasar por el curato me lo mojaron la viejas que lo estaban defendiendo decian que yo era bolsebiski por que no me quite el sobrero al pasar por el templo, se me apeñuscaron y yo me jumiaba hasta que jullí. me mojaron mis avios y me arriscaron el sombrero por querermelo quitar; ese mesmo día ya pa irme pal rancho me dieron un papel que croque se llama el Claudio y alli resaba que nos teniamos que alistar con los de lunión y hacer el boyboy disque voluntariamente a juerzas yo no quise pero ay tienes que vino con migo el jefe de lunión y me dijo que firmara unos papeles y yo no quise y le dige que no sabia y el me dijo que tenía que firmar con perdón tuyo a guebo; yo tube miedo y firme en lugar de minombre puse no se formar y li hize pendejo porque el no sabia ler ni escribir, tonces yo juí y me rajé con don Querino que es la autoridá y me dijo que les metiera diablasos, pos ai tienes que despues un día vinieron dos con el jefe de lunión y tuitos me digieron que me tenía que alisar en el manser par defender la causa justa y le dige que no y que ese de causa justa no la habia oido nombrar en todo el mundo desde la ceja de Chapulines hasta el poso de mi tía Apolonia, tonces ellos me digieron que a juersas y me ambarcaron muchas herejias ya diciendoles que no me atascaba en ese brete y me hicieron siscarme, pelé la daga y me li hize ñudo del manser al jefe de lunión y luego uno de ellos encuero el cuete y el otro dió gancho al manser y me jerraron cuantro demoniasos, tonces yo me acuité y en lejitima fenensa y acordandome de la familia me les jullí por entre mi vieja que andaba en la refriega echando unos aulligos y lorridos que daba pinsión oírla, me juí pal cerro y luego me vine pal pueblo porque has de saber que no me mataron ni me hirieron en la refriega, ya no juí pal rancho, a poquito se vino la rebolusión y luego la concentración y quel que no se concentrara en el pueblo juera quien juera lo iban a bombear con aviones, tonces tube miedo que bombearan a mi vieja y a mija Casilda y en una carrera juí al rancho y me las truje; pero un día vino don Espiridión el encargao de tu propiedá y me dijo que por la idea que me traivan habian ido los defensores y abrieron un portillo en el lienso que divide tu potrero del mio, se llevaron mis animales y luego de la manada de bestia bruta se llevaron la potranca de tu hija y la llegua de tu mujer y disque les cuadro que les montaran porque de tan relajas que eran ni un reparo echaron ni digeron ni una palabra.
En fin compadre de mis sentires solostradamente te suplico que tu y toda tu estimadisima familia pidan a los santos de puallá paque se acabe esto por que los de aquí valen un diablo ya nos cansamos de pedirles y nada que apasiguan.
Cuando me contestes me dices que hacemos con las demás bestias de tu familia porque si esto sigue no va asobrar ni agua. Me contestas a la casa de don Serapio el alicante o a la de don Pifanio el sopilote que son personas mui conosidas en la cuida por que tanto ellos como sus mujeres les dan comida y les sirven de día y de noche a los soldados que no tienen quien se las haga. Me mercas y me la mandas una camisa mui chambiriniada en una tienda questá en el Mercado Corona antes que se quemara y le dices al tiendero qu la quero igual a la que le mercó el dijunto Pio el chivo, el que mataron de degullo en el pescueso coin un cuchillo el día que tu te endejestastes con el atole frio y que ya te jumiaba.
Reciban espresiones de todos nosotros y tambien de mi que soy el que más te quero de tuitos tis compadres.
P.D. Compadre Miterio si no recibes esta carta me avisas luego pa derigirte otra por más reuta y me dispensas lo malecho por no ser tan leido y escrebido como tu insensata persona, tembien me mercas un chuso pa mi otate y que te lo cale mi comadre Sanjuana porque disque ella sabe los que salen guenos. Tembien mercas una virgen dolorosa pero que no este afligida como la del tio Prudencio la quero bonita y muerta de risa como el niño San Antonio.
