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Talabartería del Gallo.
Calle del 5 de Mayo.
Prudenciano.
Si me vieras en mi guardacampo, dile que me cuide mucho mis almarcigos de chile. Reluja pien la herramienta, cuide el palo de Campeche, pon cuidado con la vacas para que den buena leche, llama a todos los rancheros, y estos que no se hagan bola, por si algún disgusto hubiere; hay te mando mi pistola, agarráte de los nuevos de los viejos no hagas caso; me remites el dinero del requesón, y los huevos, surra con los tramposos, también le ajustas las cuentas a mi querido compadre, y aquel otro tracalero, que hasta se quedó sin medre.
Tiéndeme al sol la mazorca, en un lugar venitiloso, pues bien sabes que el maiz que se humedece, lo tienes por apestoso. Me avientas también el trigo , en las eras del consuelo, esto tiene que valer, esto no tiene pelos.
Me mojas también los planes, ten la tierra preparada; en el corral de los bueyes, hay suficiente majada.
Chispo no quiero que estés, pues la embriaguéz causa mengua, y si por esto hablas mucho, le voy a cortar la lengua. Te doblo el . . .
Se me olvidaba decirte, vayas al pueblo Pascual Bailón y traigas en tus enacas, a mi querido pelón.
Sumo contento ha tenido al escribirte esta carta. Manda a tus amigos como gustes.