PÁGINA DE JORGE DE LA TORRE


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PASTORELA.
DIABLO:
Yo por estos horizontes
divisé gente acostada;
quién hijos de la chingada
habita por esta montaña?

PASTOR:
Yo soy un viejo pastor
que en las montañas alberga;
no le hace que seas muy diablo
a mí me pelas la verga.

DIABLO:
Cállate, viejo cabrón,
no le hables así a tu padre,
quítate lo valentón
y ve a chingar a tu madre.

PASTOR:
Aunque me veas muy viejo
no le tengo miedo a nada,
no creas que soy tu pendejo
diablo hijo de la chingada.

(En vista de la actitud tomada
por el pastor; el diablo se apresta
a darle de chingadazos cuando
entra S. Miguel.)

S. MIGUEL:
Detente Satán maldito,
no abuses de tu poder,
que si a este te quieres joder
a mi me pelas el pito.

DIABLO:
Este buey se cree muy padre,
hasta me hace ver visiones:
voy a romperle la madre
y a bajarle los calzones.

S. MIGUEL:
Ningunas visiones, cabrón,
del merito Cielo vengo
y con la verga que tengo
te voy a dejar panzón.

DIABLO:
No te metas cuatro dedos
ni defiendas a pastores,
que yo a los habladores
me los paso por los huevos.

S. MIGUEL:
Yo no soy ningún pantera
ni ando vestido de rojo,
pero yo aquí y donde quiera
a los diablos me los cojo.

DIABLO:
Venciste . . . Miguel . . . venciste . . .
guarda ya tu gran espada,
ya me sacaste la mierda,
ya me voy a la chiganda.



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