PÁGINA DE JORGE DE LA TORRE


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PASTORELA CÓMICO, LÍRICA
ESCRITA POR VARIOS AUTORES SAYULENSES:

PERSONALES - ACTORES

Luzbel - Señor Marcelo A. Tazcano
Pecado - Señor Pomposo el ciego
Un vicio - Señor Zacarías Blanco
Otro Vicio - Señor Canuto Rosas
Otro Vicio - Ciriaco Medellín
Angel - Atilano Pico
Un Puto - Felipe Lares (El Cebezón)
Bartolo - Pepe Dosmechas
Ermitañio - Salomé Terán Parado
Béato - Agapito Mamelles
Mayoral - Adame el Chico
Gila - Dorotea Prieto de la Cueva
Pastor 1o. - Chato Medallas
Pastor 2o. - Pancho Rea
Pastor 3o. - Nicomedes Gómez (El Pito)
Pastor 4o. - Úsrula Limas (El Palo)
Pastor 5o. - Anselmo Jara (El Cabezó)
Pastor 6o. - Leónides Flores (El Rollizo)
Una Criada - Soledad Cajetas.
Criados, Diablos, Maquillistas, Comparsas

- La escena pasa en los bordes de Sanaria, en la casa del señor Felipe M. Cuevas, cuyo local tiene estas iniciales D.M.O.G.T. y fué representada en trece de Octubre de cientro trés.

PERSONAJES QUE NO SON DE LA ESCENA:

Apuntador - El Zurrapito
Segundo Apunte - señor Sebastián Degollado
Costurera - Mariquita Melgorro
Peluquero - Tolomeo de la Estrella
Maestro de Salas - Apodaca el Tamarindo.


ACTO PRIMERO
El teatro representa un bosque iluminado por la luna. Aparece Luzbel, meciéndose en una cuerda formada de vergas de toro, gatijos, arañas, etc.

Un laurel en la cabeza formado de pelos chinos empapados de semen, con un calzoncillo caido y una verga de burro bien tiesa en una mano, figurando un manto aterciopelado, sostenido por tres vicios.

A la izquierda se dejará ver una cueva de ixtle en figura de M, en la que estará el Ermitaño.

Al levantarse el telón, habrá un momento de silencio para ver pasar por el foro dos perros pegados y otros peleandose por lo mismo y un coyote cojo por detrás.


ESCENA PRIMERA
LUZBEL
(Tomando té en un vaso)

- Ya que la suerte adversa y puñeterra
a su cabrón capricho me ha cojido,
y me tiene en sus garras oprimido
aún más alla de lo que pudiera . . .
¿Por qué no darme un pinche que estuviera
que a mi carajo tieso y abatido
a torrentes la leche le extrajera?
Pues durante mi vida no he encontrado
que una linea de mas me haya pelado;
tan solo los cojones me han mojado
con su abierto y pestifiero tamal.

(Se para)

- ¡suerte traidora! ¡suerte recchingada!
si no me das un apretado coño
de aberturas pequeñas y nocarada,
no cesaré jamás de aborrecerte
y a tu rastaga y fornicada madre
la folgare quiza mas que tu padre
y a ti hasta por el ano he de joderte.

(Se sienta)

- En fin, suete caraja: me has jodido
y a todo tu placer me has fornicado,
y sin piedad alguna me has chingado
y tu pelada verga me has metido.
Pero aun cuando me viera rejodido
nunca sucumbiré; ¡puñetero hado!
antes, cuando me viere mas fregado
con el rabo estaré, tieso y erguido . . .
Que me cojan tresientos manaderos,
que me embasen quinientos garañones
y chiles mas robustos y lecheros
que me hundan, si les place, los cojones.

(Cae agobiado en la cuerda)


ESCENA SEGUNDA
LUZBEL Y ERMITAÑO

LUZBEL
- Entre negros horizontes
diviso un bulto acostado;
¿Quién hijos de la chingada
habita por estos montes?

(Levantandose)

- ¡Caballero! Dispensad
¿Qué oficio tenéis aquí?

ERMITAÑO
- Soy un triste peregrino
voy a decirlo: ¡escuchad!
Yo soy un pobre ermitaño,
lo demuestra bien mi jerga;
me hicieron con tanta verga
desde la epoca de antaño.
El molde fue muy extraño,
por eso salió barbón
con un chile cabezón
para todo el que le cuadre
y hasta tu chingada madre
ha de arriscar mi pelón

LUZBEL
- Estaría la luna en mengua
o te harían de municióon
en un hondo socabón
que tendría tamaña lengua.

ERMITAÑO
- Y a todo ésto; ¿Con qui&eaccute;n hablo?

LUZBEL
- Habláis con un hombre bueno
de lo que estáis muy ajeno;
si me ayuda mi memoria
y me queréis escuchar,
muy justo es recompensar,
voy a cantaros mi historia:
"Mi nacimiento fué tal
que antes de nacer, un coche
me paseaba cierta noche
en un oscuro arrabal.
A las puertas de una ladea,
saliendo una vieja fea
que se apee a mi madre exige:
donde estaba destinado
para salir de de cuidado.
Mi madre, con buena gana
hizo llamar a su gente
y a todo el mundo prohibió
que entraran a donde yo
iba a salir de repente
Todo el mundo obedeció
quedando solo en la pieza
varias cosas en la mesa,
vino, aceite ¡y que sé yo!
Se quedó bien cerciorada
de todo, porque era astuta,
sin embargo de ser puta
la jija de la chingada.
Por fin, la hora se llegó
sin que ella diera un gemido
y de un pedo y un pujido
el resultado fuí yo.
Y la vieja inteligente
se quedó luego conmigo
para curarme el ombligo
con un bizcocho caliente;
más al verme más abajo
se quedo muy sorprendida,
al ver que en su gran herida
no le cabía mi carajo".
Conque ya sabéis quien soy,
si en algo puedo serviros
ya me lo podéis decir . . .

ERMITAÑO (aparte)
- Testigo me sea esta jerga
no lo que aqui digo y hablo,
¡a mi me importa una verga
que este carajo sea al diablo!

(alto)

- Prepárate que allá voy,
> haré uso de mi destino,
te embasaré tu ostantino
para que sepas quién soy.
Eres un desjaretado
de tu pestífera cueva,
pero en ella bien se ceba
el feroz de mi pelado.
Eres el non plus rasgado
de mi chile y mis cojones,
a quienes hechas botones
salidos de tu cargado;
tienes el sieso partido
de un polo hasta el otro polo,
porque mi verga tan sólo
de ese lugar no ha salido;
eres sieso desplegado
de mi chile bien jodido,
eres tú a quien yo he metido
todo entero, mi pelado;
y por final de esta fiesta
y para dar conclusión,
con pedos a mi pelón
le formarás una orquesta.
Con estilo muy sencillo
un dúo entre dos cantarán,
y éste lo ejecutarán
mi tepole y tu fundillo.

(se vá)


ESCENA TERCERA
LUZBEL, GILA.

LUZBEL (solo)
- Momentos hay ¡vive Baco!
en que toda mi natura
será vista en calentura
y después no me entra el saco.
Mas al verme tan berraco
de continuo estoy rabiando
al ver que de cuando en cuando
conquisto un muñeco flaco
Quisiera que de repente
se presentará conmigo,
un culo hediondo, podrido,
aunque no fuera de gente.

(Sale Gila vestida de rabón, con una chiche de fuera; en la
cabeza traerá un sombrerito de medio horno; calzón rabón, con
encaje celeste de puntitas, botín de razo blanco y una mano en la
cintura, bailando el Can Cán con el mayor desasociego.)

GILA
- Cuatro reales tengo
y los doy de apuntes
para el que me coja
y me descoyunte.
Pero a la jarocho
porque ya reniego
porque me eche un riego
en este bizcocho.
Si una verga encuentro
que sea de mi gusto,
le doy un buen susto
con mi pinche hambriento.
Estoy tan caliente
que no hallo qué hacer;
¡Que un chile valiente
véngase a joder.

(Caé sobre un banco, se levanta las manos y alza las piernas)

LUZBEL.- (Acercándose con violencia)
- A tus pies rendido
me tienes aquí,
hasta que jodido
me dejes a mí.

GILA.
- De todo mi cuerpo
dispón luego de él,
estando de acuerdo
con este arcangel:
Para cada pichón, un peso,
sea en petate o en el suelo
y si en cama de ancho vuelo
cuatro reales más de exceso.
Dos reales por cada beso,
seis reales una puñeta,
y si me porto discreta
y lo hago con mis modales,
dos reales a la alcahueta.
Si quieres un pirueta
que quite la calentura,
una almohada en la cintura
te costará una peseta.
Se bien fruncir la jareta;
también sé mi obligación;
sé el paso de Napoleón
y los celos de un ingrato;
también la cola de pato
y por todo estoy un tostón.

Eres cabrona y coqueta,
rogona, fea y despreciable,
has de estar como tu madre
de rota hasta la jareta;
pues tu culo ya no aprieta
al tiempo de fornicar,
por eso ya no has de hallar
quien te coja ni rogando,
y así no me estés chingando
porque verga no he de dar.


ESCENA CUARTA
GILA Y PASTORES

MAYORAL
- Dinos, hermana, ¿Qué pasa?<
¿porqué tan triste te hallamos?

PASTORES
- Cantémosle a Gila, hermanos,
Cantémosle, pues, en masa.

Se rodean todos los pastores de la Gila, que ha de estar
haciéndose una con el dedo, y le cantan en Rigoleto, la siguente
caminata.

Prepara el útero,
que el chile elástico,
con huevos hidrólico,
te va a folgar;
En cama plácida
posturas lóbregas,
con nalgas mórbidas
te he de enseñar.
Talegas llenas,
llenas de líquido
por caño pútrico
se vaciarán,
mientras que el bísculo
de la matónica
te rompe un músculo
del cagalar.

(se van todos los pastores)


ESCENA QUINTA
INDIO, BARTOLO Y GILA.

INDIO (aparte)
- Ahora le voy a aclarar
si es cierto lo que repega,
su culo lo va a chingar
con el Bato de la Cueva.

El indio le dice a Gila en presencia de Bartolo que se habrá ya acostado:

INDIO.
- Ahora dícelo en su cara
¿a lo Bato no lo das?
¡lo haces chivo cada rato!
¿Cómo te lo vá, Tomás?

GILA.
- El te lo dirá mejor
para que no desconfíes;
con que . . . Bartolo, dí pues,
lo sientes de mi amor.

Tienes el pinche podrido
todito lleno de crestas,
y al que te ocupa le apestas
con ese culo jodido
Al hombre más presumido
que la pija te ha arrimado,
todito lo has destemplado
cogiéndose hasta de balde,
y por eso ya el Alcalde
le tiene en el apartado.
Estás muy honda y por eso
no se me quiere parar,
pues ¡Qué leche has de sacar
si estás rasgada hasta el sieso!
Ya no alucinas con eso
pues lo tienes muy destruído,
sólo que algún aturdido
de tu bizcocho haga alarde,
y consienta que tu padre
te bata por el postigo;
Tienes la semilla larga
con el vello muy salteado;
tienes las gotas de lado
pero así bien das la carga.
Una fetidez muy amarga
te sale de ese tamal,
de bubas un carajal
tienes en todo el ojete
y el que te llega a folgar
allí largas hasta el birrete.

GILA
- Eres un chingado mal nacido;
eres un cabrón muy desgraciado,
eres, ante todo, un jodido,
un puto, viejo pinche, fornicado,
Calló cierta cosa por tu mal
en el tiempo que fuí yo tu mujer,
teniéndome a pan y agua, sin comer,
cogiéndome día y noche sin un real

. BARTOLO (enojado)
Todo aquí se concluyó,
no me vuelvas a joder,
¡basta con que seas mujer!
¡Malhaya quien te parió!

(se va)


ESCENA SEXTA
INDIO Y GILA

INDIO
- Tampoco te quiero yo;
a toditos se lo dás.
¿Cómo no ha de ser capaz,
si todo el chile te entró?

GILA
No te quiero, fregado,
pues lo tienes tan pelón,
que no haces ni comezón
indio jijo de un chingado.

INDIO (aparte)
- A su casa cada cual,
paciencia, ¡pobre pelón!

GILA. (aparte)
Paciencia ¡pobre tamal!

(cae el telón)

- La orquesta toca una de las mejores piezaas de su repertorio
o la compuesta por la profesora doña Ancia Mata, en su instrumento
favorito que será un clarinete con primas y que se titula
Gran polka de salón "La olla Mediera"


ACTO SEGUNDO
El foro aparecerá muy iluminado para que pueda distinguirse
en el fondo un burro cogiendo a una burra y en la puerta lateral
de la izquierda, que figurará una casita, estará un puto en camisa
con un gorro de oropeles, saco amarillo, zapatos de pico chato, chaleco
de pico cenizo y pico atrás.

Detrás de éste otro puto que se llama Nicomedes Mayates, estará
con un cendal y la gorra baja. La Gila vestirá de
punto y recostada con una pierna alzada, junto a un arroyuelo
de leche de Zacatecas; en la mano izquierda tendrá unos zacates
blancos y como que acaba de despertar entre todos los pastores
que estarán al derredor de ella con las vergas paradas.

(es de día)


ESCENA PRIMERA
GILA, PUTO Y PASTORES

GILA (pensativa)
- Erase una noche muy oscura
cuando un hombre galán bien parecido,
estaba tras de un árbol escondido
y a su chile sobaba con ternura.
Mil caricias le hacía; lo contemplaba,
mas volviendo la vista hacia ese lado
parósele la verga al rechingado
y claro conocí lo que pensaba.
De pronto se sorprende, pero en vano
oculta sus acciones ¡ya era tarde!
haciéndose una fresca con la mano.
Retírase después dejando allí
recuerdos indelebles, ¡ah, ¿Qué ingrato!
estando yo caliente como un gato,
dejándome como hoy me veis aquí.

(Pausa)

(Sale el puto desesperado, estirándose los cabellos, al tiempo
que salen de entre los bastidores dos perros pegados y atraviesan
el foro gritando; lo mismo que el burro rebuznando tras de la burra,
con tanta entibaya)

PUTO
- Si yo cerquita hubiera estado,
habría calmado
su frenesí.
más ¡ay! ¡Qué suerte!
si no el chingado
me coge a mí.
Y yo gustoso
le hubiera dado
todo el cagado
con mucho amor.
Mejor será
con mucho empeño
pararle el leño
a otro cabrón.
Que aquí no saco
raja ni nada,
ni la chingada
ni compasión.

(se va)

GILA
- Ahora si vámonos; pues
parece ya podré andar.
Comencemos a cantar
y descansemos después.

(Se paran en dos hileras y comienzan a cantar la siguiente
caminata:)

Ya lo mete, ya lo saca
con la mayor tiranía;
cuando el troncón no parece la punta, ¿dónde estaría?
Putas hijas de un chingado
¿Donde tienen la ilusión
que no las vé mi pelón
no cogiéndome de lado?
No hay gusto como coger
a garras, como animal
pues sólo así la mujer
entrega bien el tamal.
Coger un culo con sangre
es un gusto singular,
meter el chile muy blanco
y sacarlo cardenal.
De la punta que te meto
a la de daca la hornilla,
hay seis leguas date razco
por tres de pela morcilla,
Nos vamos para el portal
pues la noche está tranquila,
vé previniendo el tamal
rechingadísima Gila.

(se van todos)


ESCENA TERCERA
ERMITAÑO (Sacándose la verga y viéndosela. Sale solo)
- Erase un bello y colosal carajo
de ensortijados pelos revestido,
carajo entre carajos escogido,
de fuerte empuje y formidable tajo.
Como fiera atrevida en el trabajo
jamás su frenesí se vió vencido,
ni tampoco hay ejemplo que haya sido
agotado su ardiente espumarajo.
Trescientos coños de doncella inquieta,
doscientos culos de pelos bien poblados
piensan domarlos ¡miserable treta!
Su formidable máquina completa
después de verlos todos destrozados
resistiera, aún tiesa, una puñeta.

¡Caé rendido de coraje en los brazos del lego, Mito, que
momentos antes salió y se pone detras de él.

Bartolo, saliendo con un plato de chiles en papas y debajo del
brazo traerá unos puros en cajones.

BARTOLO
- Aquí estás, mojigato,
hipócrita, santurrón,
¿porqué siendo comadrón
todos te llaman el beato?

ERMITAÑO
No me insultes de ese modo
ni me metas e apuros,
que al que se deja, seguro
le meto mano hasta el codo.

BARTOLO
- Como tú te alabas tanto
de que no sabes coger
y aquí no hay una mujer
que me coja en tu manto;
ERMITAÑO santurrón,
eremita desgraciado,
me gustas para cabrón
y para hijo de un chingado.
y de hablarte tengo ganas
cuádrete a tí o no te cuadre,
consígueme a tus hermanas
o a tu rechingada madre.

ERMINTAÑO
- Mientes, viejo, mientes, mientes,
seníalame una persona
que afirme lo que tú sientes
o que la haya hecho cabrona.

BARTOLO
- Pues bien, aprieta los dientes;
Olvidaste a las mujeres
y le rendiste tributo
a tu simpático, el puto.
¡ahora sabremos quién eres!

(El puto sale echando salero, muy peinado, chupando puro y
sin despegarle la vista al ERMITAÑO, con tipo acostumbrado le dicen:)

Héchame un rondín de pedos
con los suspiros de caca,
salívieme de los huevos
con ésa puta petaca
y hagáme una con los dedos,

(se pasea por el foro)

ERMITAÑO
- Se me suben los huevos al pescuezo,
se me dobla mi chile entre tu tajo;
ya no puedo tener el chile tieso,
me sacaste la leche ¡gran carajo!
Ya no tengo sosiego, con razón
ya no tengo principio, fin ni fondo;
paso noches muy triste por cabrón,
me quita lo entusiasta tu jediondo.
¡Ah¡ Qué gusto me daban esos juegos
que me hacías tal vez por destracción;
¡Qué bonito majábasme los huevos,
Qué bonito bañabas mi pelón!
Ahora di si es cierto lo que te digo
y si no tus pliegues lo dirán,
que bañabamos de mierda hasta el ombligo
de éste viejo que bien te hacían cagar.
¡Qué gusto me pasaba, puñetero!
¡Qué si eso tan sabroso me comí!
¡Qué hastiado quedé de tu agujero!
¡Qué recio y qué tupido te jodí!

(Se oyen voces adentro)

PUTO
- Anda perro, no me atevo
a perturbar tu misión,
quédate con el cabrón
porque seguir no puedo;
logra esta última ocasión
de echarme el último pedo.

(Se vá echando salero)


ESCENA QUINTA
ERMITAÑO Y PECADO.

ERMITAÑO
Silencio; que a un hijo de Eva
procuraremos escuchar
el armonioso cantar
de ese muchacho; ya llega.

(El ERMITAÑO se hace a un lado del centro y se queda sentado
en el mosquete. Sale el Pecado con un cendal de lombrices y
sanguijuelas, bata fuerte, gorra baja, un talismán de donde le
cuelga un chile de puerco. Por espada y en la mano derecha un
papelar de hombre. Se pasea tarareando y relata lo siguiente con
la verga parada.

PECADO
- Por el año de cuarenta
según la latra declara,
salió doña Tecla Vara
por detrás haciendo cuenta
de un hijo que se llavaba,
Alejo Díaz, con abrejero
que teje hincado aparenta,
con don Juan José Helenanco
con cosa de más de treinta,
haciéndoles un té juntos
según Tía Toro nos cuenta.

(Pausa)

Pues así, Marcelo Pico
nos hubiera hecho la cuenta,
que su gorro de oropeles
valdrá lo menos cuarenta.
y el saco amarillo entonces
su valor sería de ochenta
Mas mis primas las congojas
con el ano se amedrentan,
medallas se quejaría,
el Chato, La Presidenta.
Lo mismo haría mama anillo
y con razón se lamentan,
pues les dan zacates blancos
en pago, por eso inventan
darnos puro chile en papas,
en hojas y así lo asientan.
Con razón Zacarías Blanco
toditas las cosas tienta
y por eso tiene leche,
hay tú sacarás la cuenta.
Mas . . . oigo ruido; ¿quién es
el atrevido que intenta
saber secretas que yo
tengo nomás por mi cuenta?

ERMITAÑO

- Perdón señor, yo me voy
> pues no estoy acostumbrado
a ver nunca un condenado
y vuestro contrario soy.

PECADO
- Pronto hablaremos, chingado,
que tenemos una cuenta
que liquidar, tan sangrienta . . .

ERMITAÑO
Que me valga este pecado.
(Se agarra el pájaro y se vá persignándose la bragueta y
dándose golpes de pecho).


ESCENA SEXTA
LUZBEL, PECADO, ANGEL
- (Solo Luzbel de entre los árboles muy pensativo, con el mismo
traje de principio. Se figurará solo; a medio foro se enfurece y
se pasea de un lado a otro con mucho desasosiego. Se dirige a
las concurrencias y con voz alta y clara dice:)

LUZBEL
- Yo domino a los cabrones
sin que nadie se oponga a mis bravatas,
este chile y mis huevos son piratas
para cuantos se tengan por jodones.
Yo me chingo en toditos, Soy demonio.
Me fornico en cualquiera ¡rechingados!
ya no quiero vestidos tan dorados,
ya no quiero riqueza, quiero coño.
Y la rabia me deja casi mudo,
todo mi ser se encuentra trastornado,
quiero un sieso sabroso, muy peludo.
Poderoso me veo con esa tiara (Se ve la verga)
y mi cielo lo tengo no muy chico
para darles jodidas con el mico
de la puta más honda qe he encontrado.
Y si algún cabrón se atreve
a dominar mi poder,
le prometo sea quien fuere
que pronto le ha de joder.
Con mi verga lo ha de hacer
que me eche tres pedos cuates
en el forro, en los tanates
aunque no fuese mujer.
Y luego por conclusión
que me entregue la jareta
y que me haga una puñeta
y me saque el requezón.

(Sale el Angel con un chile de pato bien mojado de leche y
con arrogancia, se encara y le dice:)

ANGEL
- ¡Ríndete aquí, Lucifeer,
con todos tus secuaces!
que si me quieres joder
a mí la pajuela me haces.

LUZBEL
- A la batalla Miguel,
pues al cabo ¡Qué chingado!
también lo tengo pelado
como lo vamos a ver.

(saca su espada y rinien)

ANGEL
- Defiéndete pues, ahí voy . . .
¡perdiste!, pide perdón;
pues no es el primer cabrón
que se jode donde estoy.
¿Pernsarías, gran atrevido,
que yo me había de dejar?
Defiéndete, gran jodido,
pues ahora me van a echar
fuera, todo lo molido
con tu aguado cagalar.

(Ya desarmado, Luzbel se rinde y también el Pecado. Salen
los pastores a cantar como se costumbre quedando en el centro el
Angel con su arma en la mano, agarrándole las nalgas a Gila.)

CANTAN TODOS

- El Soberbio se humilló,
aquí no valió su treta,
hoy nos hace una puñeta,
¡malaya quien la parió!

LUZBEL
- Mejor me tirara un cuete
que venga bien dirigido,
que me saque lo molido
con nalgas, pinches y ojetes.

CANTO

Ya nadie se quejará
ya cesarás de llorar,
hoy te vamos a capar
y todo el mal concluirá.

LUZBEL
- NO hallo ¿Qué camino elija<
y ya no gana mi baraja;
por que no me hace una paja
en esta cabrona pija
co esa mano caraja?

CANTO

Donde nadie te apetezca
te vas a largar distancia
y cuando se nos ofrezca
nos vienes a quitar la ansia.

PUTO
- Este es el fin de tu cansada historia
> y si premio merezco de preciso,
el premio que yo quiero es tan orificio
para tenerlo siempre en mi memoria
Yo te limpiaré toda la escoria
de caca, olleros, frijoles o cerilla,
que para esto te convida mi morcilla,
cifrando con razón su vanagloria.
Espero, pues, de tíla complacencia
al sacarte de mierda los botones,
y por más que me pongas resistencia
te hundiré para siempre mis cojones.

(Se le echa encima y se lo coge ayudado de los pastores y
se verá que Lucifer echa lumbre por boca y narices, juntamente
con humo que apestará a azufre y pedos acedos.)

¡Caé el telón!

La orquesta tocará con entusiasmo una composición del mancebo
Quinterio, cuyo título es: "Renova a l Forzada por su gusto"


ACTO TERCERO
Aparece el teatro figurado un portal en que se dejará ver
una cama con sangre, un aguamanil, una toalla sucia, una vacinilla;
en una mesa ha de haber una bandeja con piedra Lipo, piedra
infernal unguento de soldado, greta en polvo, píldoras, zarzaparrilla,
cápsulas de copaiba, una jeringa, un puño de hirlas y muchas
hilachas.

Un banco de tres pies al pie de la cama, un farolito colgado.
Por el suelo una que otra hirla con pús y una espátula amarillenta
junto a un vaso que tenga sanguaza, rodeado de moscas verdes.

Los pastores estarán acostados cada cual en su sitio, pujando
en distinto tono. La Gila se verá dormida en las piernas del Puto,
quien acaba de mencionarlas. Al alzarse el telón, se notará un
olor a puerco berraco, con el que, la concurrencia se entusiasma
y aplaude. Es de noche.


ESCENA PRIMERA.
PUTO, ERMITAÑO, BARTOLO, GILA, INDIO, MAYORAL Y PASTORES

PUTO
- Me perdonarás que ayer
no te haya facilitado
éste mi chile pelado
que bien te quería joder
Tanto mi verga latía
por sepultarse en tu ojete,
que parece que solía,
con de mierda su birrete.

BARTOLO
- Eres hombre de valer
de pensamiento muy sabio
pero no me has de joder;
tienes la leche en los labios,
¿Qué es mucho tu padecer?
¿No olvidas esa monserga?
Por ¿Qué no metes la verga
en un culo de mujer?
Responde sin disimulo
pues me das admiración;
Por ¿Qué no folgas un culo
y prefieres un cagón?

PUTO
- Es estraño preguntar
mi sistema de joder:
nunca cojo de mujer;
me cuadras los de cargar,
porque esta tiesa mircilla
tiene de eso su ilusión;
es mejor un cimarrón
que diez culos de Castilla.

GILA
- Joder a lo natural
es lo mismo que meter
en un coño de mujer
una verga racional.

En postura horizontal,
mOviéndose con trabajo,
uno arriba y otro abajo,
hasta que al fin se sospeche
que va saliendo la leche
por la punta del carajo.

El joder es natural
mas no se paren por eso,
que también en este sieso
tú te has venido a vaciar.

(El puto hace un gesto y se calla)

ERMITAÑO A LA GILA
- Eres mujer muy astuta;
en todo me has convencido,
¡lástima que seas tan puta
pues que todos te has cogido!

Oye, Gila ¿Qué ha de hacer
para tenerlo parado?
porque de tanto joder
la verga se me ha cansado.

GILA
- Ya estás muy viejo y aguado,
ya no me puedes chingar
y me lo metes doblado
al tiempo de fornicar.

En ésto te has de fundar
y has de conocer si aprieta
mi desgraciada jareta
para tu verga cansada,
que ya vale una chingada
la hija de la puñeta.

ERMITAÑO
Es que tu culo me hostiga
por baboso y por hediondo;
Y así ¿no quieres que diga
que ya no te alcanzo el fondo?

¡Está tu coño muy hondo,
muy ancho y muy baboseado!
¡ya no vales un chingado!

De lo que estoy descontento
porque al chingarle no siento
si está fuera del colgado.

(Aparte)

Ya me falta la paciencia
para soportar quimeras;
¡ésto es tener elocuencia
para juzgar muy deveras!
¡Ay verga! si tú quisieras
que te enderece a jalones,
animarías tus cojones
y con placer te batieras,
que al bullir de las caderas
llagamos a los riniones.

PUTO(Aparte)
- En mi padecer muy duro
en estas montañas fieras,
porque aquí si que deveras
me ando yendo del seguro.

No deja de ser apuro
en momentos de emoción,
cuando se entieza el pelón.
no sabe dónde se mete,
pues ya quisiera un ojete
para meter mi chilón.

BARTOLO
- Mi astucia tiene poder,
sólo yo soy soberano,
no crean que aquí ha de perder,
¡hagánme una con la mano!

Mi nacimiento es humano,
si lo ignoran se los digo;
Nací de un pinche podrido
que estaba tan apretado,
que el chile que lo ha rasgado
debió estar muy bien erguido.

PUTO
- Viejo rechingado
¿te quieres callar?
bien me has excitado
por mi cagalar.
Lo tengo hasta hinchado
¡Qué suerte fatal!
Quisiera un parado
que me haga bramar,
y después, de lado
me empiece a folgar,
con mucho cuidado
me había de atrancar,
pues descalostrado
lo había de dejar.
El chile peludo
me había de encajar
en este cargado
que hasta me hace hablar;
quisiera un parado
tan constante y leal. . .
Mira por cuidado
lo voy a pintar:
"Gorro colorado,
cuerpo regular,
muy asinturado,
huevo colosal;
hocico acaparar
lo depositado
en el caderal;
el pelo erizado
como de animal,
y si está enojado
que sepa chingar"
Tú estás muy aguado,
no me habías de dar
lo que yo he deseado
muchos años há:
Viejo desvelado,
no debías hablar,
Ponte bien cuidado,
¿ya quiere folgar?
¡Ah!, ¿Qué desgraciado! ¡Ah, que don tamal!
en un apretado
no puedes entar,
Si estuvieras aguado
podrías fornicar.

BARTOLO
Esto es mucho averiguar,
bastante me han ofendido,
¡Comencemos a cantar,
hijos de culo podrido!

PUTO AL MAYORAL
Mantengo una idea
aunque se sospeche,
que tú, Mayoral, me saques
bastante leche;
y con paquete
pues lo sabes hacer bien
con el ojete.
Eres diestro y bueno
para el trabajo,
en dos por tres
le quitas el cebo
a mi carajo.
Yo cambiaría
tú a quitarme el cebo
Y yo porquería;
tengo una colosal verga
para mi amigo,
y unos huevos lecheros
que son un prodigio,
y aunque reniegues
es un bocado sabroso
para tus pliegues.
Jamás tus pliegues manchan
un pedo aguado,
defecto es y gran falta
a mi pecado,
y aunque me mates,
échame un pedo apretado
en los tanates.
(El ERMITAÑO que ha estado escuchando todo esto con calma, al
oir esta conversación, se para y se dirige al Puto, desafiándole con
el hábito y enseniándole las nalgas con espuma en el ano.)

ERMITAÑO
Quisiera ser joto
de profesión
para darle mi roto
a tu pelón;
y ya quisieras
pues nos daríamos gusto
con las miaderas.
Ya no me considero
para el trabajo,
pero si alguien quiere
pobre carajo . . .
y sin pasión
eres poco para quitarme
la comezón;
quisiera un puño grueso
ensanchador
para este pobre sieso
que tiene ardor;
Oye, fasico,
aunque la tengas de burro
se me hace chico,
y tengo en lontananza
pedos y garras,
si tuvieras pujanza
me los sacaras;
más no me niegues
que como estás tan bombo
tú ya no puedes.
No eches tanta balaca
y apostaría,
y no soy payo,
pues estoy seguro que tú
no me das gallo.
Si con garuz te rebasan
no tendría gana,
solo que desde hoy te echarán
a la sábana.
Porque en potrero
es como algo se alborota
un manadero.
En fin, para no cansarte
te desafío:
no se te para la parte;
estás muy frío,
pues con razón
estás como pelele
joto cabrón.

MAYORAL
Señores, señores,
ya se vá el ganado
iremos a trerlo,
se ha desparramado.

GILA
Auque es mi suerte tan cruel,
quisiera darte a tí;
pero há poco prometí
a Bartolo serle fiel.

MAYORAL
Es una horrible traición
con la que te han hecho creer,
Bartolo ama a otra mujer
en secreto y con pasión.

GILA
¿Usted lo dice de broma?

MAYORAL
Todo me lo puedes creer.

GILA
De mí puedes disponer
pues no quiero ser cabrona.
¡Ay! puesto que estoy ofendida
de vengarme hay ocasion;
no hay remedio; ¡estoy vendida!
métemelo hasta el troncon.

(Se avalanza el Mayoral y con suavidad la acuesta en el suelo
le alza las enaguas y con mucha ansia se lo mete y resuellan tan
recio y seguido que parecen pugidos; La Gila le hace la "Cola de
Pato", pero los dos se quedan dormidos.)


ESCENA SEGUNDA.
DICHOS Y LOS PASTORES QUE ENTRAN CANTANDO
Es bueno para coger
meterlo aunque sea doblado,
en un culo de mujer
aunque lo tenga mojado.
Si tu pensamiento lleva
en fornicar su ilusión,
agarra una puta nueva
que sepa su obligación;
acuéstala con tu ayuda
en petate o en el suelo,
le metes la carne cruda
Y luego su arrempujón,
Se buyen recio, seguido.
se hacen como los mayates
se hechan fuera lo molido
y acaban como empesaste.

UN PASTOR
Concluiremos de una vez,
cada cual a su lugar,
sentémonos y después
ya podemos escuchar.

OTRO PASTOR
Pero presten el silencio
y no se hagan del rogar
que ya es bastante chingar.

GILA (despertando)
Siéntense toditos
aquí, al rededor,
denme algún consuelo
por mi nuevo amor. (Senialando al Mayoral)
Quisiera otra reata
bastante lechera,
que a mi culo hiciera
una catarata.
Una gran corriente
de leche fresca
bañe mi tamal.
Pues lo tengo ardiente;
a toda ésta gente
ya la desafío,
pues el pinche mío
está muy caliente.

MAYORAL
Siendo bruja dejara yo las flores,
los azulados lagos cristalinos,
por estampar mis huevos peregrinos
en la puerta de tus pliegues seductores.
Siendo perla, dejara yo mi lecho
en las inquietas ondas olvidado,
por tal de que zurraras mi pelado
arrojándome pedos al derecho.
Si de la blanca luna el rayo fuera
que acaricias mi frente enamorada,
de su cándida luz me desprendiera
por darle a tu pinche otra chingada.
Si tú fueras la flor cuya belleza
adornan los diamantes del rocío,
por perfume tomarás mi cabeza
y por cáliz de esa flor, el chile mío.

ERMITAÑO
(Acercándose a Gila)
No me mueve, mi bien, para joderte
el culo que me tienes prometido,
ni me apena el mirártelo podrido
para dejar por éso de cogerte.
Muévenme, sí, tu pinche en tal manera,
que si creara sebo, se chingara;
ni no tuviera chile, te jodiera.
No tienes ¿Qué dar porque te quiera,
pues si tu sieso, leche me sacara,
lo mismo que tú cojes, te cojiera.

BARTOLO
(Acercándose a Gila)
Cegado por estéril esperanza,
ansioso de tus pliegues y tu noria,
tras la ventura voy tan ilusoria
creyéndote joder en lontanaza.
Y tras ella ¡un dolor! perdió la ruta
que le marcara tu moral estrella,
y cual norte fugaz, apunto a ella
hasta dar con la entrada de tu gruta.
Tú, sin dejar tu empeño, con porfía
trabajas con mi pipicual abeja,
y tu bollo a mi verga siempre deja
sendas huellas de sebo y porquería.
Yo bien sé que tu cueva prostituta
no abandona a mi chile en su desgracia;
su bienestar lo debo a la eficiencia
de tu sanja gratuita y bienechora.
Pues bien, mi verga siempre dura
¿que puede apetecer en éste día?
Sacarte todo el semena porfía
de tu honda y apestosa rajadura.

PUTO
(Acercándose a la Gila)
Si de mi verga gozas las delicias,
yo de tus pliegues gozo los placeres
y por ello desprecio a diez mujeres,
cuando amarte me laten las caricias.
Si al tenerte debajo, te desquicias
y esperas impaciente tu agasajo,
aguarda con paciencia mi carajo
recibiendo de tu culo las albricias.
Con ansia deseaba éste día,
pues mírame ya lista la bragueta,
arrímame con lúbrica alegría
aquello que me gusta, que es la orqueta.
Si no puedes por algo, ¡vida mia!
hazme pues, con la boca una puñeta.

(Se para la Gila muy agitada y va sentarse junto a la mesa
en el banquillo de tres pies, con una postura medio reclinada y
una mano en la mejilla, aparentando tristeza y con voz entrecortada,
solloza y dice casi llorando.)

GILA
Mi occiso callado
ya no puede estar,
arréen su ganado
fuera del portal,
flojera me ha dado
con tanto folgar;
lo tengo hasta hinchado,
ya no lo he de dar
me estorba al andar,
me la has picoteado
como que no hay más;
lo traigo escoriado
de tanto mascar,
me lo han baboseado
como ojo de mar.

(Aparte)
Todos han jugado
como en un billar,
hasta en el cagado
han querido entrar,
y el puto chingado
ya me hacía cagar;
estaba enojado,
me quería pegar,
porque le había dado
mucho en que pensar.

(Alto) del pobre tamal,
y les ha gustado
mi modo de mear.
Desde el diablo abajo
hasta el Mayoral;
chiles han pelado
como un chingadal;
lo meten parado,
doblado al sacar,
me cogen de lado
y yo he de aguantar;
¡Qué recio me han dado!
Ya para acabar
me lo han embubado;
¡Qué suerte fatal! (susira)
Y si bien mirado
lo llego a pensar,
lo he de traer tapado,
no lo he de enseñar;
todo tranquilo
lo voy a dejar,
a ver si rapado
lo han de codiciar;
bien me lo han traqueado
de tanto limar;
casi se ha juntado
con el cagalar.

(Se vé el culo)

Ya está muy aguado,
ya no lo he de dar,
vayan al chingado,
me voy a curar

(Se levanta y se sube a la cama, mandándole al indio le
ponga todos sus útiles que quedan dichos en el principio de este acto)

INDIO
Parece que ya llegamos
al portal donde decías,
porque aquí nos lo curamos
todas nuestras averías.

MAYORAL
Levantemos a Bartolo
que el tiempo se está pasando,
pues si lo dejemos solo
no sabremos hasta cuándo.

(Rodean todos los pastores a Bartolo que estará acostado
haciéndose una puñeta.)

CANTO
Levanta Bartolo,
mira qué primor,
nos dará el bolo
con tu resplandor.

BARTOLO
No me estén jodiendo,
me choca su voz,
que me estoy haciendo
puñetas de a dos.

CANTO
Deja la pereza
en ésa zalea,
comerás en mesa
jocoque y jalea.

BARTOLO
Yo seré un chingado,
pero no me apuro,
estoy pegosteado
me fuí del seguro.

CANTO
Allá te daremos
cuando tú nos pidas,
y en tu culo haremos
dos o tres jodidos.

BARTOLO
habrá ¿Qué aceptar,
bien me han de joder,
quería descasar;
vamos a ofrecer.

(Al levantarse se tira pedos cuates; se paran en dos filas
para que pueda verse a la Gila encima de la cama con las piernas
abiertas y las enaguas alzadas hasa el grado en que se le vea el
culo bien escoreado y una que otra llaga en las piernas. Al ir a
recibir el ofrecimiento de los pastores y pararse en la cama se
queja y tira unos pedotes sonoros y dice.)

¿Qué me puedes ofrecer?
pastores, putos, cabrones
¿Qué ustedes pueden tener
que no sean verga y cojones?
Nada más me han obsequiado
y estoy ya muy regalada;
un código me han pegado
que me lleva la chingada.
Incordios, bubas y chatos,
chancros, crestas a montón,
son sus obsequios baratos,
¡gentuza hija de cabrón!
A otro pinche que le cuadre
ofrézcale sus tributos;
yo no les pido ni madre,
pastores, cabrones, putos.

(No obstante su fina declinación a los obsequios
de sus compañeros, estos,
cada cual a su turno va llegando a ofrecer delante
de ella)

MAYORAL
¡Oh, madre adorada!
para consolarte
no traigo que darte
mas que una chingada.

UN PASTOR
Este pobre loco
te ofrece una reata
que parece cuata
y se me hace poco.

OTRO PASTOR
Yo te doy ¡ingrata!
aunque sea humildito,
el poco sebito
que tiene mi reata.

OTRO PASTOR
Mi chile retoce
en tu cavidad,
y hasta la mitad
tu pinche me roce.
OTRO PASTOR
Huevos sempiternos
en tu sieso estén
y allí se vacíen
por siglos eternos

OTRO PASTOR
Con un movimiento
tan dulce y tan suave,
mi chile allí dentro

OTRO PASTOR
Y así que descanse
de tanta fatiga,
allá en tu barriga
mi verga se amanse.

PUTO
Yo me muero por decir
que aquí te traigo un pelón,
que de cada arrempujón
pura mierda ha de salir.

BARTOLO
Reventado como chinche
viene, de leche mi reata
y pues que no eres ingrata,
la sacarán con tu pinche.

ERMITAÑO
Y yo, ¡Jija de un chingado!
te dono, porque soy noble,
una verga más que doble
que te rompa hasta el cagado.

(Gila se baja de la mesa al final de estas gentiles
tributaciones; avanza al escenario con una chiche de fuera y una mano en
el culo y con garbosa entonación dice:)

¡Oh, público bondadoso!
que dais mérito al artista,
y que su gloria conquista
con laurel esplendoroso;
suplícote bondadoso,
no censuréis con alarde
éste drama, aunque no os cuadre;
más os diré por final
que al que le parezca mal
que vaya y chingue a su madre.

(Cae el telón)



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