Nuestra vida juntos

Capítulo 6: "Dietas estrictas"


Como Bulma tuvo que salir ese día, Vegeta aprovechó para salir también, claro que no a entrenar, sino a comer. Arrasó con un restaurant donde no podían creer todo lo que se había tragado. Luego siguió caminando por las calles de la ciudad y cuando veía algo delicioso en alguna vitrina, entraba y se comía 10 porciones.

¿Desde cuando Vegeta se preocupa de la hora de llegada y de que sospechen de él? Era obvio que la culpa lo estaba carcomiendo por dentro. No porque pudiera enfermarse de nuevo, sino porque Bulma se preocupaba por él, y él hacía caso omiso de sus consejos. Era cierto que ya se sentía bien, pero ella no podía evitar preocuparse por él, así que se propuso buscar la manera de agradecérselo.

Dicho esto se dirigió a un supermercado y compró algunas cosas. Cuando llegó a la C. Cápsula, Bulma todavía no había llegado, así que llevó lo que había comprado a la cámara de gravedad.

Bulma estaba acomodando algunas de sus compras y se volteó a ver a Vegeta cuando se asomó a la puerta.

En eso estaban cuando sonó el teléfono.

¡Claro! Cómo iba a tener hambre si se había comido todo cuanto había encontrado. Poco le faltó para comerse las casas y los árboles.

(Eso no se lo creyó ni él mismo)

Después que Bulma terminó de acomodar las cosas que había comprado, subieron a su cuarto y... bueno, usen su imaginación.


Al otro día...

Vegeta se estaba tomando su té cuando Bulma le dijo:

Vegeta escupió el té y comenzó a toser.

Vegeta se fue a su cámara de gravedad y se puso a entrenar para echar afuera toda su rabia. Ella no entendía lo que significaba para él tener que convivir con Kakarotto y las demás sabandijas, aunque sólo fueran unas horas. ¡¡Grrr!!

Aunque parezca extraño, no tocó ni una sola de sus "provisiones", de hecho ni se acordó de que tenía hambre, ni de la hora, hasta que miró por una de las ventanas de la cámara de gravedad y vio que el cielo se había tornado rojizo.

Se duchó, se vistió y bajó a la cocina donde esperaba encontrar a Bulma. El problema es que no sólo la encontró a ella, también estaban Gokú, Gohan y Krillin.

"¡¡Demonios, lo único que me faltaba!!" –pensó mientras respiraba profundo y entraba a la cocina, pero también pensó– "A lo mejor Bulma me deja comer algo ahora que vinieron esos inútiles"

¡¡Hola, Vegeta!! –dijeron los tres en coro.

Vegeta los miró uno por uno y después miró a Bulma y pensó que lo mejor sería seguirles la corriente si quería que ella le diera algo decente para comer.

Vegeta los miró devorar toda la comida de los platos y cuando Gokú se iba a comer el último trozo de carne, Vegeta trató de quitárselo y empezaron a forcejear.

Vegeta salió de la cocina y se fue a la sala donde encendió la televisión, aunque, como siempre, no encontró nada que le interesara. Luego que terminaron de cenar, todos fueron a hacerle compañía, lo que obviamente no le agradó mucho.

Vegeta aguantó olímpicamente 15 minutos, y cuando se disponía a retirarse, llegó Gohan, que no había estado en el salón con ellos, cargando un canasto lleno de comida, la comida que Vegeta había escondido.

Un rato después, ambos estaban en su habitación. Bulma se cepillaba el cabello y Vegeta estaba acostado en la cama mirando el techo de la habitación e imaginándose que las sombras que se formaban tenían forma de comida.

Bulma se metió a la cama, apagó la luz y se durmieron.

A eso de las 2:30 am, Vegeta se levantó cuidando no hacer ruido y bajó a la cocina.

Abrió el envase de helado, le vació prácticamente toda la salsa de chocolate y encima le puso una montaña de crema chantillí. Estaba muy concentrado en eso y no se dio cuenta de que ya lo habían descubierto. Cuando sacó la primera cucharada y se la iba a echar a la boca, escuchó:

Vegeta saltó del susto.

Los dos empezaron a atacar el envase de helado hasta que lo vaciaron por completo.

Vegeta se quedó muy extrañado de esta reacción, pero no lo pensó dos veces y le hizo caso. Vació el refrigerador.


Indice Siguiente capítulo