Una segunda oportunidad

por Kira

Capítulo 2: "¿Quién es ese hombre?"


- ¡¡ARGOS!!!!!! Por Dios Santo hermano, me diste un susto terrible ¿por qué tienes que deambular por la casa como un fantasma - reclamó Ukio al extraño que parecía ser su hermano.

- Esta es mi casa también y puedo deambular en ella si me da la gana "hermanita" aquí la única extraña es ella- le contestó él, en tono algo molesto y señalando a Bulma, para después cruzar los brazos sobre su pecho.

- Esta bien, esta bien, no te enojes- dijo ella y después añadió - Bulma te presento a mi hermano Argos, Argos ella es de quien te hable, es Bulma Briefs.

Argos bajó de la ventana y entonces Bulma pudo apreciarlo mejor, se acercó a las dos mujeres, tenía la misma estatura que Bulma (pa´ mi 1 m con 75 cm), usaba unos pantalones de color negro y una camisa gris algo ajustada, lo cual delineaba unos músculos perfectos bajo la tela, su color de piel era de un bronceado claro, sus cabellos cortos y obscuros, usaba barba y bigote en forma de candado y unos lentes obscuros. [¡¡¡¡Que Visión!!!!!] penso Bulma, pero le molestó un poco los lentes, pues impidieron que viera sus ojos, que debían ser azules, iguales a los de su hermana. La barba no estaba tan mal, no podía apreciar bien sus rasgos pero se alcanzaba a delinear en su rostro una personalidad fuerte y muy varonil.

- Mucho gusto- dijo él- con una voz profunda y sugestiva y extendió una mano hacia ella, su voz le hizo estremecerse, pero el gesto de él la obligo a reaccionar y contestó al saludo

- Igualmente, el placer es mío [¡No se imagina cuanto!] pensó y extendió su mano, él la tomo suavemente, ella pudo ver lo minúscula que lucía su mano entre sus dedos, se ruborizo un poco, su apretón era firme pero a la vez muy cálido.

- Ya llegó Maurice- dijo Ukio sin notar el ligero rubor que aparecía en las mejillas de su amiga- Voy por él, para presentártelo, quédate aquí con Argos, ya regreso- y salió de la habitación dejándolos solos. Bulma empezó a sentirse nerviosa, pues Argos no soltaba su mano. Él notó su nerviosismo y opto por liberarla. Ella respiró aliviada, pero le temblaban las piernas.

- No te preocupes, no muerdo- dijo él en tono burlón. [¡FUE HORRIBLE!]- pensó Bulma y se ruborizó aún más que antes, él había notado su nerviosismo, hubiera deseado que se la tragara la tierra.

- No......yo no......no pienso.......- tartamudeo [¡Dios mío estoy hablando como una idiota]- penso.

- Oye mujer, te comió la lengua el ratón- le dijo él aún más divertido que antes.

- ¿Qué dices? Oye no tienes porque ser grosero- le replicó ella. .

- Vaya, vaya veo que puedes hablar no solo tartamudear- afirmó él irónicamente.

- Y tú eres un descortés, no tienes modales, esa no es forma de hablarle a una dama. Él soltó una carcajada y después le dijo...

- Y también tienes mal carácter- él vio la expresión de enojo de la mujer y añadió en un tono muy sarcástico - Cálmate, no te enojes que te van a salir arrugas.

- Estúpido - grito Bulma ya harta de sus burlas y trato de abofetearlo, pero el sujetó su mano justo antes de que tocara su rostro. Bulma sintió que se le helo la sangre, la expresión del rostro de Argos se había endurecido y aún a través de los cristales obscuros de sus lentes podía percibir una mirada fría y penetrante.  Por suerte Ukio entró en ese momento en la biblioteca

- ¡DIOS MIO! ¡BULMA! ¡ARGOS!- grito alarmada ante aquella escena -¿Qué les pasa? ¿Qué le hiciste a ella? ¡Dios mío, Bulma! ¿Qué paso?, no debí dejarte sola con "este".

- No te preocupes - le contestó Bulma - Vamonos antes que mate a tu hermano- y libero su brazo de la poderosa mano de Argos. El relajo su expresión y se dibujó en su rostro una sonrisa burlona, Bulma tenía ganas de asesinarlo, de arañarle la cara y sacarle los ojos, empezó a caminar hacia la puerta junto a Ukio [¡¿Qué se cree este imbécil?!] pensó molesta

- Cálmate- le dijo Ukio- es mi culpa por dejarte con él, conociendo como es con los extraños, pero no es tan malo como crees, espera que se conozcan un poco más y sé que llegarán a agradarse.

- No lo creo, es una "bestia" - afirmo Bulma - [y un maldito desgraciado] pensó para sí misma.

No vio más a Argos durante el resto de la mañana y le pareció extraño que no se sentara a la mesa con ellos a la hora del almuerzo

- No come con ustedes tu hermano- le preguntó a Ukio

-No- contestó ella- sus horarios son muy variados y no le gusta comer mucho en familia, es raro que coma con nosotros, a veces ni se en donde esta y después de que papá murió es peor.

- [Debe sentirse muy solo] pensó Bulma.

- Pero tiene muy buena compañía - afirmó pícaramente Korel, el esposo de Ukio, (era un hombre maduro y muy guapo, alto y delgado, rubio, de ojos verdes y usaba un ligero bigote)

- ¡KOREL!- dijo Ukio molesta - No digas esas cosas

- Pero es verdad- replico él- No te enceles, sabes que te amo Ukio y es la única mujer para mi, pero eso no quiere decir que no reconozco una mujer bella cuando la veo.

Bulma esbozo una sonrisa, le recordó al bruto de Yamcha, el siempre le decía ese tipo de cosas cuando ella se enfurecía con él, sin embargo su sonrisa se perdió por el eco de una sola palabra ... -"mujer". Mujer, ¿Qué mujer?- dijo tratando de disimular un poco (porque se estaba muriendo por dentro)

- Bueno- dijo Ukio resignada a tener que contar cosas que no deseaba- Hace 2 años más o menos, mi padre trajo a casa una chica llamada Vegar, dijo a una sobreviviente de la matanza en la ciudad del sur y que pensaba darle asilo, no se nada más de ella, pero es desde entonces la sombra de Argos, siempre estan juntos, parece que se llevan muy bien.

- No olvides a la otra- dijo Korel. Ukio volteo a ver a su esposo con una mirada asesina y continuo con el relato...

- Kira apareció hace poco más de seis meses, pero no vive aquí, nos visita de cuando en cuando y Argos parece llevarse muy bien con ella, quizás mejor que con Vegar.

- [Este hombre tiene un Harén] pensó Bulma.

En ese momento, Argos caminaba por los jardines de la casa, estaba muy pensativo, por alguna razón no podía sacarse de la cabeza la imagen de Bulma Briefs, había captado su atención desde que la vio descender del coche.

- Es bonita- dijo una voz a sus espaldas - ¿Pero no se te ocurrió decir algo más estúpido para ofenderla?
Argos se dio la vuelta y pudo ver a Kira sentada en la rama del árbol a su espalda (Kira es una mujer de piel bronceada, su cabello es largo, liso y oscuro, sus ojos son café oscuro también, siempre viste de negro y blanco, en este momento usaba un pantalón de vestir negro y una blusa blanca manga larga)

-¿De qué diablos hablas?- dijo Argos algo molesto

-No te enojes- dijo ella - Ya me estaba preocupando por ti, no dabas señales de vida, sabes, para su edad esta muy bien conservada.

- No sé de qué demonios me hablas- dijo él algo ruborizado y fingiendo indiferencia (mejor dicho vil demencia)

-Bueno, lo que tu digas- le contestó ella- Pero la última vez que tu hermana te presentó a alguien ni siquiera te dignaste a verla y a ella hasta le diste la mano.

- Ella será la nueva socia de la compañía y debo relacionarme con ella, no es cualquier mujer- contestó el aún más ruborizado e incómodo (imagínense la típica gotita en la cara)

- Tienes razón no es cualquier mujer por lo que reflejan tus mejillas, pero no he de incomodarte más, tengo cosas más importantes que hacer, nos veremos más tarde "Romeo" - dijo Kira, bajo del árbol y se perdió corriendo entre los árboles,

- [Odio que me haga esto] pensó Argos [siempre me deja pensativo y confundido].

Kira reapareció a sus espaldas donde él no pudiera verla

- [Creo que Bulma Briefs es la clave que tanto he estado buscando] se dijo a si misma.


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