Una segunda oportunidad
por Kira
Capítulo 5: "El accidente"
En otro lado del jardín...
- Bulma ¿qué té pasa? Té noto extraña deesde hace un rato- preguntó Ukio.
- ¡¿¿A mí??!- contesto ella fingiendo sorpresa - No me pasa nada, oh, bueno... quizás es que extraño a Trunks - mintió, no podía borrar de su mente la escena anterior, no sabía porque le afectó tanto [Él es un hombre libre, adinerado y atractivo, no tiene porque importarme lo que haga, sin embargo... debo reconocer que sí me importa, demonios me estoy comportando como una mujer celosa... ¿qué diablos me pasa? Si apenas lo conozco, aunque tengo que reconocer que desde hace mucho tiempo no me atraía tanto un hombre ni me ponía tan nerviosa ¿será por eso que a ellas no les importa compartirlo?].
- Bulma, ¡Bulma!, ¡¡¡¿BULMA?!!!- dijo Ukio casi gritando.
- ¡Eeeeh!- dijo Bulma sorprendida.
- ¡Por los dioses!- exclamó Ukio - Tengo ratos de estar hablando sola ¿Qué té pasa? Esa excusa de que extrañas a Trunks no me la estoy creyendo mucho.
- Lo siento Ukio, no quise ser grosera- contesto ella. Mientras caminaban sintieron un ligero temblor y escucharon algunos ruidos.
- ¿Qué pasa?- dijo Bulma alarmada- Lo siento dijo la otra mujer-
- Olvide informarte de la construcción que se realiza en aquel risco- Bulma observo las máquinas y a muchos hombres trabajando en el risco a varios metros a su derecha.
- Pensamos construir un mirador y al otro lado un puerto, ya que pasando ese risco esta el mar, será un lugar precioso- dijo Ukio - Ya es tarde y están terminando por hoy, por eso casi no escuchamos ruidos hace rato mientras caminabamos, ¡mira la hora!, es más tarde de lo que pensé, será mejor que avise al chofer que aliste el auto para que te lleve a tu casa, sí quieres quédate aquí un rato ya regreso, solamente no te acerques mucho a la construcción porque últimamente han ocurrido derrumbes.- y se alejó hacia la casa.
Bulma empezó a observar con atención el trabajo ya terminado y al bajar la vista noto una figura conocida entre los árboles junto al risco, era Argos, estaba solo, se armó de valor y decidió acercarse para entablar por fin una conversación seria con él y descubrir de una vez por todas, cuales eran los sentimientos que estaban naciendo en su corazón, pero frenó en seco al ver dos figuras femeninas, ya conocidas, acercarse a él, las observó con más cuidado y esta vez pudo reconocer quien era quien por las descripciones que Ukio le había hecho de ambas. Observó que discutían pero no pudo entender las palabras, siguió caminando para tratar de escuchar mejor y sin darse cuenta quedo frente al risco, en la zona de derrumbes, de repente... una gran cantidad de rocas se desprendió de su lugar.
Argos estaba tratando de ignorar a las dos mujeres, cuando un estruendo y un grito llamó su atención en otra dirección, pudo ver la lluvia de rocas a punto de caer sobre Bulma. Bulma vio las rocas dirigirse hacia ella, levanto los brazos sobre su cabeza tratando inútilmente de protegerse y cerró los ojos horrorizada, sintió ser sujetada por una enorme fuerza que la jaló hacia un lado y después sintió su propio cuerpo desplomarse en el suelo y ser protegida por alguien mientras unas cuantas rocas aún caían a su alrededor, estaba temblando y escuchó una voz en la lejanía preguntarle algo, abrió los ojos y se encontró con un par de ojos negros sumamente familiares.
- Ve...... Ve...... ¿Vegeta?- susurró con un hilo de voz y perdió el conocimiento. Cuando despertó se encontraba en una lujosa habitación, una toalla húmeda cubría su frente y Ukio estaba a su lado sujetando su mano con cara de preocupación.
- Gracias a Dios despertaste- dijo la mujer - Te dije que no te acercaras tanto, aunque es mi culpa, no debí dejarte sola, lo siento Bulma.
- No te preocupes- contesto ella, tratando de incorporarse, cuando sintió un extraño dolor corporal, no recordaba lo sucedido - ¿Qué paso? Me duele todo el cuerpo.
- ¿No lo recuerdas?- dijo la otra mujer - Argos dijo que estabas bien pero no te preocupes dé todos modos ya llamamos al médico.
- ¿¿Argos??- dijo Bulma extrañada.
- Sí - contestó la mujer- Hace un rato entro intempestivamente en la casa contigo en brazos y dijo que por poco mueres aplastada por un derrumbe, que estabas bien y que solo habías tenido una fuerte impresión y por eso estabas inconsciente, me dio la regañada de mi vida por dejarte sola, te trajo hasta esta habitación, él mismo llamó al médico y me exigió que no me despegara de aquí hasta que no reaccionaras o hasta que llegará el doctor y que después le avisara como estabas, no me dio los detalles de lo ocurrido, creí que tú podrías decirme algo.
- La verdad es que no estoy segura...... - dijo Bulma, cuando de repente recordó la poderosa fuerza que la había rescatado de una muerte segura y esos ojos negros...¿Ukio?- preguntó- ¿De qué color son los ojos de tu hermano?
- Negros- contesto la mujer, Bulma sintió un vuelco en el corazón -¿Por qué?- Cuestionó a su vez Ukio, porr la pregunta tan fuera de lugar.
- No, no es nada- dijo Bulma al darse cuenta que no fue correcto preguntar tan abruptamente - ¿Tienes algo para el dolor de cabeza? Siento que me va a estallar - mintió, no quería dar explicaciones a Ukio, por lo menos no todavía.
- ¡Ay! Si disculpa, ya me habías dicho, no te preocupes ya regreso- le dijo la mujer y salió de la habitación (ahora a ver que le pasa a Bulma, porque siempre que la dejan sola algo sale mal, aunque esto le pasa por no quedarse donde debe ¿no creen?)
Bulma empezó a analizar su situación [¿Estaré loca? Juraría que
esos ojos eran los de..... los de...... ¡Dios Mío! Estoy pensando tonterías, él murió
hace más de 20 años, Gohan presencio su muerte, mi imaginación esta jugando conmigo
nuevamente, no es posible, él hubiera regresado, no por mi sino por que necesitaba de mi
ayuda, además su orgullo nunca le hubiera dejado darse por vencido, hubiera sido muy
humillante para él dejarse vencer tan fácilmente, sí algo siempre admiré de él fue su
orgullo y ese estúpido orgullo le llevó a la muerte] [Además él en su vida había
trabajado, no le gustaba, Argos es un hombre muy culto e inteligente, es un empresario muy
importante no un guerrero] [Ya he confundido otros hombres con él, esta pasando de nuevo,
debe ser por que últimamente he estado algo nostálgica......... nada más,
pero........... necesito ver a Argos y hablar con él.........] la sacaron de sus
pensamientos unas voces en el corredor, eran voces conocidas, se levantó de la cama,
caminó hacia la puerta y la abrió solo un poco para ver lo que ocurría en el pasillo.
En primer lugar se dio cuenta que se encontraba en el ala derecha de la casa, desde su
habitación podía ver a las dos mujeres en el corredor, probablemente frente a la
habitación de Argos, no estuvo segura hasta que reconoció su voz, hablaba en un tono muy
cortante, sabía que era él pero no podía verlo.
- "Largo, ya me han causado suficientes problemas por un día, no quiero más malentendidos"
- Esta bien "vidrio" ya nos vamos- replico Vegar.
- Ojalá se te infecten esas heridas y te mueras de una vez por todas- añadió Kira- Créeme no serías gran pérdida, no eres más que un gruñón, no tenemos la culpa que "nos hayan visto" y mucho menos de lo que acaba de pasar.
- Deben reconocer que la situación en que nos vio es sumamente embarazosa - dijo él en un tono más calmado, pero muy seriamente.
- No me extrañaría que esté pensando cosas que no son. Se nota que no te conoce - dijo Kira.
- Eres de lo peor, no hay quién te soporte, la verdad es que ni nosotras te aguantamos el humorcito que te cargas, así que cuando te calmes nos avisas- dijo Vegar aún molesta y después añadió - Ya no nos vamos arrastrar por tu perdón, "bestia gruñona" (creo que ya se enojaron con él). Ambas dieron media vuelta y empezaron a caminar por el pasillo en dirección de las escaleras.
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