Una segunda oportunidad

por Kira

Capítulo 7: "Pensamientos confusos"


Me quedé en que ella estaba llorando a moco tendido y él se arrepintió de ser tan bestia...

- Ya no llores- le dijo suavemente- No quise ser grosero.

Ella sonrió [No, no puede ser él, él nunca se comporto así conmigo, él se hubiera puesto furioso, me hubiera mandado al diablo y se hubiera largado sin pensar siquiera en lo que yo sintiera] pensó - Siento lo de tu ojo- le dijo ella.

- No te preocupes sobreviviré ¿Me ayudas?- dijo él con una sonrisa y devolviéndole el frasco y el pañuelo, ella los tomó y siguió limpiando los rasguños, él solo observaba lo que ella hacía, era como sí existiese una atmósfera de familiaridad entre ellos, Argos reunió un poco de valor para romper el silencio...

- Bulma- dijo suavemente.

- Sí - contestó ella, sus miradas se cruzaron nuevamente, él abrió la boca para decir algo pero alguien más le impidió hablar, escucharon la voz de Ukio romper la magia del momento ("siempre tan oportuna")...

- BULMAAAA, por los santos ¿dónde estas?..., "Argos me va a matar sí no la encuentro pronto"... BULMAAA!!!... - Argos masculló algo entre dientes que Bulma no pudo entender y se alejó de ella, en ese justo momento entro Ukio en la habitación.

- Argos, ¿no has visto a.... ¿¡BULMA!?

- Sí - contestó ella desilusionada al ver a Argos levantarse de su lado

- El doctor acaba de llegar, te he estado buscando por todos lados... - decía Ukio [¿Qué habrá querido decirme?] pensó Bulma y distraídamente escuchaba a Ukio quejarse mientras veía a Argos ponerse una camisa y los típicos lentes.

Un poco más tarde se marchó a su casa pero nuevas dudas empezaron a asaltar su mente provocándole insomnio a pesar de sentirse absolutamente extenuada. [Argos] pensaba, su nombre y su rostro no la dejaban dormir, todo lo ocurrido, "sus ojos", esos ojos negros tan peculiares, ¿Por qué demonios tenía que parecerse tanto a él? , pero algo más la perturbaba, "el aroma de su piel", enterró frustrada la cara en la almohada [¡NO! Otra vez estoy confundiendo los recuerdos con la realidad, por tanto tiempo quise que él estuviera vivo que ya no sé distinguir entre ellos, su parecido es tan asombroso que ahora creo que hasta su olor es el mismo, pero no es así, tengo que sacarlo de mi cabeza, "aunque me guste", me gusta por su parecido con "él", a Argos no lo conozco, sería una locura, la próxima vez que lo vea todo debe ser diferente, tengo que esforzarme por mantenerme fría, tengo que sacarlo de mi cabeza y tengo que enterrar definitivamente a Vegeta, mañana mismo le hablo a Hotaru] pensaba, la verdad es que tenía días de no ver a Hotaru, él había estado ocupado con unos experimentos y ella ni siquiera se había molestado en llamarlo para saber como le iba, tanto así le había afectado Argos Sakura, hasta ese momento no había hecho muchos esfuerzos por que su relación con Hotaru realmente funcionara, aún no sabía como él seguía buscándola, tenía que quererla mucho; Vegeta nunca la había querido y a pesar de todo ella lo había amado con toda su alma, ella sabía lo que era Vegeta, un hombre que no conocía el significado del amor porque nunca había tenido oportunidad de experimentarlo, nunca nadie le había amado antes y siempre había estado tan solo, pero siempre albergo esperanzas de lograr que algún día él llegara a amarla, sí tan solo hubiera tenido más tiempo; Hotaru estaba haciendo lo mismo, había sido tan paciente con ella, debía darle una oportunidad, debía darse una oportunidad a sí misma para ser feliz y alejarse definitivamente del fantasma de Vegeta que parecía regresar a atormentarla una y otra vez.

A la mañana siguiente, 9:00 a.m...

El teléfono sonó despertando a Bulma, la cual casi se cae de la cama del susto, contestó el teléfono todavía adormilada, no tenía idea de a que hora se había quedado dormida

- ¿Hola?- dijo ella.

- ¿Qué haces todavía en casa, "Amor"? - pregunto una voz masculina.

- ¡¿Hotaru?!- dijo Bulma sorprendida

- ¿Alguien más te llama amor?- dijo él al teléfono

- No, no........... solo es que estoy algo adormilada- contesto ella

- ¡¿ESTABAS DORMIDA?! ¡TÚ! ¡¿A ESTA HORA?! - dijo él sorprendido

- ¿Cómo que a esta hora? ¿Pues qué hora es? - pregunto ella extrañada - Bulma son las nueve de la mañana, hablé a la oficina y dijeron que aún no habías llegado, llamé a tu teléfono portátil y resultó apagado, el último lugar donde pensé encontrarte a esta hora era en tu casa ¿Qué te pasa? ¿Estas enferma? Tú nunca te quedas en casa de no ser por una buena razón- dijo él y el grito de la mujer casi lo deja sordo...

- ¡¿QUEEEEEEEEE?! ¡LAS NUEVE DE LA MAÑANA!!!!!!!

Se arregló en menos de 20 minutos (¡SUPER MILAGRO! ¡UNA MUJER LISTA EN 20 MINUTOS!), la verdad que hasta ella misma se sorprendió de la rapidez con que salió de casa [Esto de despertarse tarde y salir corriendo ya se esta volviendo costumbre familiar] pensó recordando el incidente de Trunks el pasado domingo, pero la verdad es que no concebía como es que no escuchó el reloj despertador, las pastillas que le había dado el médico eran muy fuertes, lo último que recordaba es que al dar muchas vueltas en la cama sin poder dormir y al sentirse algo adolorida se había tomado una pastilla, no sabía en que momento se quedó dormida pero vaya sí durmió profundamente. Llego a la oficina antes de las diez, Hotaru había quedado de pasar por ella a las doce para llevarla a almorzar, tuvo suerte de que nada urgente había ocurrido en la oficina y las dos horas siguientes, para su suerte también, transcurrieron rápidamente.
A las doce en punto sonó el timbre del intercomunicador...

- ¿Sí? - preguntó.

- Señora, el señor Hotaru esta aquí -dijo la secretaria

- Hazlo pasar.

La puerta se abrió y Bulma pudo apreciar al apuesto hombre entrar a su oficina (Hotaru tenía la misma edad de Bulma, cabello castaño claro que usaba largo pero siempre lo amarraba en una cola, sus ojos eran de un azul profundo, era alto y de buen cuerpo, además de ser uno de los científicos de mayor renombre en la actualidad y estaba loco por ella).

- Hola amor (el siempre la llamaba así)- dijo él.

- Hola Hotaru- contestó ella.

- Te traje esto- añadió él mostrando un hermoso ramo de rosas de todos colores, se acerco a ella, la estrecho en sus brazos y la besó suavemente en los labios, Bulma se dejo besar [¿Por qué no puedo quererte tanto como tú a mí?] pensó en el momento en que lo besaba, Hotaru la amaba desde hace más de 30 años, cuando ella no le hizo caso, primero por Yamcha y después por Vegeta [Y a pesar de todo sigues aquí, debo convencerme que tú eres quien me conviene, debo aprender a quererte] pensó y después correspondió a sus labios tanto como sus fuerzas lo permitieron, lo que hizo tornarse aquel suave beso en uno apasionado, cuando sus labios se separaron el no dijo nada pero Bulma sabía que él había entendido el mensaje... ella nunca había correspondido tanto a sus besos ni se había entregado a él en los dos años que tenían saliendo juntos como pareja, ese beso era una manera de decirle que a partir de ese momento las cosas cambiarían entre ellos dos, que ella estaba dispuesta a que las cosas funcionaran.


Indice Siguiente capítulo