por Xime
BL: ¡Oh, no! ¡¡Me quedé dormida!! ¡¡Me quedé dormida!! gritaba corriendo de un lado a otro en su habitación. Vació su guardarropas haciendo que las prendas de vestir volaran en todas direcciones mientras elegía qué ponerse.
Cuando al fin estuvo lista, tomó la carpeta donde había guardado el proyecto que tanto trabajo le había costado llevar a cabo (y que gracias a Vegeta había terminado a tiempo) y se dirigió a la puerta de la casa corriendo tan rápido como le permitían sus piernas, pero justo cuando iba a atravesar el umbral de la puerta, chocó con Vegeta que venía entrando. Bulma cayó al suelo.
BL: ¡Ay! Me dolió dijo sobándose.
VG: Ten más cuidado la regañó mientras pasaba por al lado de ella sin siquiera ayudarla a levantarse.
BL: ¡Vegeta! ¡Por favor! ¡Te necesito! dijo poniéndose de pie de un brinco.
VG: ¿Disculpa? Se volteó hacia ella.
BL: Necesito que me lleves a la ciudad del este.
VG: ¿Ahora?
BL: No, mañana dijo sarcásticamente y Vegeta reaccionó.
VG: ¿Qué crees que soy? ¿Tu criado?
BL: Por favor. Si voy en una de mis naves no alcanzaré a llegar a la hora y necesito entregar esto a las nueve en punto.
VG: Tienes exactamente 17 minutos dijo mirando el reloj que Bulma traía en la muñeca.
BL: Es muy lejos y no voy a alcanzar.
VG: De acuerdo, de acuerdo. Pero es la última vez que te llevo a algún lado. No soy transporte público dijo sujetando a Bulma por la cintura.
BL: Gracias dijo guiñándole un ojo y dándole un suave beso en los labios.
Comenzaron a levitar y luego a volar, pero a una velocidad muy baja.
BL: Vegeta, ¿podrías ir más rápido? una sonrisa se dibujó en los labios del susodicho y dijo:
VG: De acuerdo.
Un segundo después se perdieron en el horizonte. Bulma apenas distinguía el paisaje bajo ella. Sólo veía líneas de colores. Vegeta empezó a aumentar más aún la velocidad, haciendo que el viento rasguñara la piel de Bulma. Vegeta la sostenía firmemente, aunque con mucha suavidad. La respiración se le empezó a hacer dificultosa y su corazón empezó a latir muy rápidamente.
BL: Espera... no tan rápido... Disminuye la velocidad.
VG: No te escucho dijo, aunque la había oído perfectamente.
BL: Vegeta, no puedo respirar. Vas muy rápido, creo que voy a vomitar dijo completamente mareada mientras él disminuía un poco la velocidad.
VG: Creí que querías ir rápido.
BL: Sí, pero no quiero perder nada de lo que cubre mis huesos.
VG: Humm de pronto se detuvo en seco.
BL: ¿Qué pasa? preguntó mirándolo.
VG: No... puedo... continuar dijo con cara de preocupación.
BL: ¿Por qué? ¿Se te acabó la gasolina?
No había terminado de decirlo cuando ambos iban cayendo a toda velocidad hacia el mar.
BL: ¡¡Vegeta, esto no es divertido!!
VG: ¡¡Yo no he hecho nadaaaaaaaaa!!
¡¡SPLASH!!
Cuando salieron a la superficie.
BL: ¿A qué se supone que estás jugando? ¡¡Tonto!! pero Vegeta no oía los gritos de Bulma, sólo buscaba una explicación a lo ocurrido. ¡¡Sácame de aquí ahora!! Estaba completamente furiosa.
Vegeta intentó levitar, pero no pudo. Parecía que no tenía poderes. Puso una cara de terror y sacó una de sus manos del agua. Intentó lanzar un rayo de energía, pero nada ocurrió.
VG: Si quieres salir de aquí, tendrás que nadar hasta la orilla dijo aún preocupado y empezando a nadar.
BL: ¡¿Qué?! ¿Qué clase de broma es ésta? dijo siguéndolo.
Cuando llegaron a la orilla de la playa, Vegeta se quedó sentado en la arena sin poder creer todavía lo que había pasado mientras Bulma estrujaba su cabello y su blusa. Cuando empezó a respirar con más normalidad le dijo:
BL: Vegeta, ¿me he portado mal contigo? ¿Te caigo mal? ¿Me odias?
VG: Ninguna de las anteriores. Sólo me quedé sin poderes.
BL: Perdón, creo que no te oí bien dijo sonriendo nerviosamente.
VG: En este momento, Bulma, estoy en las mismas condiciones que un... humano.
BL: ...Oh... no... dijo en voz baja sin creer lo que oía. De pronto, un pensamiento cruzó su mente y abrió los ojos asustada. ¿Por cuánto tiempo?
VG: ¿Cómo voy a saberlo? contestó muy molesto.
BL: Pues para ser grosero no te hacen falta poderes, ¿verdad?
VG: No me fastidies, Bulma. No es el momento y no estoy de humor.
BL: ¡¿Que no te fastidie?! Si sabías que esto iba a pasar, ¿por qué me trajiste? Ahora, por tu culpa, estoy aquí toda mojada, llena de arena, con el proyecto hecho muchos pedacitos dijo arrojándolo sobre la arena. Y con un hombre inútil conmigo.
VG: ¿Inútil?
BL: Sí, inútil.
VG: De acuerdo. Arréglatelas como puedas. Yo me largo de aquí.
BL: ¡Espera! ¿A dónde vas?
VG: A cualquier parte.
BL: ¿Me vas a dejar sola?
VG: No te soporto... Además, soy un "inútil", ¿no? dijo empezando a caminar y adentrándose en la espesa vegetación.
BL: Inconsciente gruñó para sí. ¿Y ahora qué voy a hacer? ¿Cómo voy a salir de aquí?
Vegeta siguió su camino. Todavía tenía un poco roja la cara de la rabia.
Inútil, inútil, inútil, daba vueltas en su cabeza.
VG: ¡¡Grrr!! ¡¡Maldita mujer!! gruñó y asestó un fuerte puñetazo a un árbol que estaba frente a él. Un calor y luego un fuerte calor recorrió su mano. ¡¡Aaaaayy!! ¡¡Diablos!! se quejó sobándose los nudillos. Esto es serio comentó mientras seguía caminando buscando "humanos".
Bulma, por su parte, había empezado a recorrer la playa. Había caminado toda la mañana. Eran cerca de las tres de la tarde cuando se dejó caer en la arena.
BL: ¡Ay! Ya no puedo... he caminado mucho y todavía no encuentro a nadie que viva por aquí. Dónde rayos estamos, ¿estamos? Un momento... ¿y Vegeta? se preguntó. De seguro ya se largó dijo frunciendo el ceño. Ojalá le pase una bien grande para que aprenda a portarse como corresponde.
VG: ¡¡Atchú!! "Lo único que me falta es resfriarme" pensó.
Bulma siguió caminando cuando, sin darse cuenta, ya se estaba ocultando el sol.
BL: ¿En dónde estoy? dijo en un tono cansado y dejándose caer de rodillas en la arena. Esto me recuerda lo que me pasó en Namekusei.
De pronto, unos cuantos metros delante de ella divisó algo como papeles. Se levantó deprisa y corrió hacia ellos. Si había papeles en una playa, podía ser indicio de habitantes. Se agachó y los recogió.
BL: ¡¡¿¿Quéeeeee??!! exclamó mirando los restos de su proyecto. Estamos... estamos... en una isla dijo dándose vuelta a ver el lugar por donde venía caminando. ¡Ay, no! dijo dejándose caer exhausta boca abajo sobre la arena. Una isla... dijo casi quedándose dormida.
Vegeta, por su parte, había perdido completamente el curso y estaba muy desorientado. Entre la espesa vegetación distinguió un claro y se dirigió a él, no sin antes observar el cielo y percatarse de que estaba atardeciendo.
Cuando llegó al claro, no era claro, sino la playa desde donde había partido. Recorrió la playa con sus ojos y vio a Bulma tirada en la arena. Sus ojos se abrieron y corrió hacia ella.
VG: ¡Rayos! No debí dejarla sola ¡Bulma! gritó mientras corría. Cuando llegó, se arrodilló junto a ella y la remeció suavemente. Bulma, responde. Si esto es una broma, no es divertida, ¡Bulma! Su mano ahora sujetó uno de sus hombros.
BL: ¡¡Aaaaay!! gritó.
VG: ¿Qué, qué, qué pasa?
BL: ¡Me arden los hombros!
Ambos estaban sentados en la arena de la playa. Bulma se sobó suavemente el hombro y con mucho cuidado deslizó uno de los tirantes de su blusa. La diferencia de colores era notable.
BL: Debo haberme quemado. Una caminata por la playa sin bloqueador solar quema a cualquiera dijo mientras se echaba aire como podía en los hombros.
De pronto, sus miradas se encontraron. Vegeta observaba a Bulma detenidamente. Se veía hermosa. El cabello desordenado por el viento, la piel del rostro bronceada, restos de arena en él y también en el cuello y brazos. La ropa algo húmeda ajustándose un poco en su cuerpo. Pero sobre todo esa mirada. Una mezcla de inocencia y audacia, de niña y mujer. Todo acentuado con la luz anaranjada del sol.
Bulma, por su parte, también estaba perdida en sus pensamientos. Vegeta lucía tan apuesto. Su cabello ondeaba por la brisa de la playa. Sus profundos ojos negros la miraban de una manera que la hacía estremecerse. Su piel, un poco más oscura que la de ella se veía tan suave. Con arena cubriendo parte de sus brazos. Sus músculos tan bien formados pero no excesivamente desarrollados, y la luz del ocaso le daba un toque de sensualidad. Se veía tan... hombre.
VG: En verdad te ves...
BL: ......
VG: ...espantosa dijo largándose a reír.
BL: Muchas gracias, Vegeta, pero no pedí tu opinión. Mejor pensemos en cómo vamos a salir de aquí dijo escarbando en la arena con sus pies desnudos.
VG: Supongo que tenemos que buscar gente que viva aquí.
BL: Pues te informo que recorrí toda la costa de esta isla y no hay gente viviendo aquí. En caso de que hubiera, deben vivir hacia el interior.
VG: Mmm... lo mejor será buscar un sitio donde pasar la noche y mañana empezaremos con nuestro recorrido turístico.
BL: Sí, está bien. Ambos se pusieron de pie y empezaron a caminar adentrándose un poco en la isla.
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