Siempre pensé que era distinta de los demás. Desde niña me sentía extraña, me gustaba la soledad.
Pasaba largos momentos en el jardín de mi casa y en el campo, observando las plantas, las flores, los insectos, escuchando la voz del viento y el alegre canto de los pájaros, y recostada sobre la hierba fresca, imaginaba distintas figuras en las nubes, tratando de descifrar lo que me transmitían.
    Por las noches, solía asomarme por la ventana, y platicar con las estrellas. Les contaba mis más íntimos secretos, mis sueños y fantasías, esperando tal vez una señal que me condujera hacia el mejor camino.
    Nunca me gustó la forma mecánica y esclavizada de vivir de mis semejantes, pues permitían que otros anularan su individualidad y creatividad, limitándose a comportarse según las reglas dictadas por la sociedad y la religión, temiendo siempre a censuras y castigos impuestos por quienes ejercían el control.
    Mi vida  siempre fue una constante búsqueda de las verdades que intuía eran ocultadas; buscaba las respuestas que la religión que me inculcaron no contestaba cuando preguntaba, argumentando ser "dogmas de fe" o misterios que había que creer obedientemente y sin cuestionamientos.
    Todo esto me llevó a concluir con que yo no pertenecía a este mundo. Me sentía extraña, ajena a cuanto sucedía,  y a pesar de estar conciente de mi realidad, sentía que este no era mi lugar.
    Tiempo después, mis hermanos pleyadianos me contactaron, iluminaron la mente amnésica de este cuerpo que ocupo, y me revelaron mi procedencia y mi misión cósmica.
    Mi llegada a la Tierra, fue hace varios miles de años. Procedo de un planeta llamado Erra, perteneciente a las Pléyades, y además de experimentar el vivir en un cuerpo físico en este plano, vine a cumplir la misión de ayudar a la humanidad de este mundo, que fue intervenido hace millones de años, por fuerzas de la oscuridad (en la sección Mensajes les hablo sobre esto).
    Finalmente llegó a mi vida mi compañero cósmico y alma gemela, el Comandante Clomro, quien me reveló información procedente de seres luminosos de alta jerarquía universal. Esto vino a replantear mi misión en la Tierra, y actúo en conjunto con él, divulgando el conocimiento cósmico recibido.
    Esta revelación, me condujo a romper con el "karma" acumulado durante tantas encarnaciones desde mi llegada a la Tierra, y liberarme definitivamente de la esclavitud y el control ejercido por los amos de este mundo.
    "La verdad os hará libres", dijo un gran Maestro; no teman descubrirla, y serán libres.

   Loyadna