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Presentimiento

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  Los dorados rayos del sol tejieron la mañana muy temprano. Cuando desperté, Blanca, mi prima, estaba radiante como de costumbre pero no se dignó decirme nada, ella es así, siempre se hace la ofendida por cualquier cosa, ahora que lo pienso debe ser por nuestra discusión de ayer cuando me exasperé y le dije que era una paranoica, creo que herí sus sentimientos.

 A media mañana recién pudimos conversar.

- Cada día te pones más bonita y eso quiere decir que ya se acerca nuestra hora. - me desconcertó su comentario. Cuando le pregunté a que se refería, me dijo:

- ¿No te das cuenta como está cambiado el comportamiento de Jorge?

- ¿Que tiene de raro?

- La forma como nos mira, por que nos mima tanto, por que se preocupa en tenernos cómodas.

- Tu siempre tan maliciosa.

- Si hace calor nos trae agua fresca, hasta vigila que nuestros alimentos estén bien balanceados...

- Vamos, él siempre se preocupó por nuestro bienestar.

- Pero no permite que nadie nos toque, ni siquiera que se nos acerquen.

- Estas así por vanidosa, como Jorge espantó a todos los moscardones que te rondaban, se te cayó el mundo.

- No, no es eso, estoy segura que en cualquier momento va a venir y nos arrancará la vida.

Ya no quise seguir hablando, me disgustó su pesimismo.

 Escuché sus pasos, venía sin prisa, con sólo sentir sus pisadas podía adivinar su estado de ánimo y hoy estaba contento se acercó a nosotras y dijo:

- Estas bellezas ya están a punto - y con un aspersor nos lanzó una deliciosa y refrescante nube de diminutas partículas de agua que al reflejar la luz del sol formaban un pequeño arco iris, me incliné ligeramente y me moví de un lado a otro mientras él trataba de mojarme. Blanca se quedó rígida y recibió el baño sin inmutarse.

Jorge al verla se acercó y le dijo despacio.

- Así mojada se te ve preciosa.

Dejó el aspersor sobre el pasto, sacó algo de su chaqueta, con una mano me tomó por mi fino y largo cuello, y en una sóla maniobra lo cortó limpiamente.

Jorge estaba satisfecho con su cosecha, podría obtener un buen precio por sus rosas, eran de muy buena calidad sobre todo las blancas con sus delicados pétalos y sus largos tallos casi sin espinas.

Miguel Angel Franco Ulloa
miguelangel_franco@yahoo.com

 

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