Todo los seres humanos somos iguales y muy diferentes a la vez; un sinnúmero de detalles no dan características de individualidad. Poseemos un maravilloso poder de adaptación al "medio ambiente"; dicho medio produce estímulos que influyen directamente en nuestro desarrollo, pues nuestra capacidad de adaptación genera una serie de mecanismos que nos brindan una respuesta de crecimiento y desarrollo psicofisiológico, por lo aquí señalado, podemos decir que de acuerdo a las posibilidades que no brinde el medio ambiente desde la infancia; nuestras capacidades orgánicas y el desarrollo de las valencias físicas son muy heterogéneas, por consiguiente las actividades del entrenamiento a realizar, deben ser seleccionadas acordes con las necesidades y capacidades de cada sujeto.

También debemos tener siempre presente que un mismo estímulo, puede provocar variadas respuestas en cada persona; de lo cual deducimos que además de seleccionar los niveles y dosis de los estímulos acordes con las características individuales de cada persona, debemos observar y analizar permanentemente, las modificaciones que se producen por efectos de dichos estímulos (ejercicios).

Atendiendo las indicaciones de esta ley, podemos señalar que:

1.  

2. La dosificación de los ejercicios a realizar en cada entrenamiento es diferente.
3. La dosificación es individual.
4. Los planes además de ser individuales, son desechables.