CAPITULO 4.
EL
LAICO
OBJETIVO:
Valorar el don y la responsabilidad que como laicos tenemos en la
lglesia y en el mundo.
Los laicos somos los bautizados que desde
nuestra vocación peculiar buscamos el Reino de Dios, tratando
las realidades temporales y ordenándolas según Dios.
El Bautismo:
- Nos engendra a la vida de hijos de Dios.
- Nos une a Jesucristo y a su cuerpo que es
la Iglesia.
- Nos unge en el Espíritu Santo constituyéndonos
en templos espirituales.
- Nos hace participes del oficio sacerdotal,
profético y real de Cristo; uniéndonos a El en el
ofrecimiento de nosotros mismos y de nuestras actividades;
Anunciando el Evangelio con palabras y obras y sirviendo
en la justicia y en la caridad a Jesús presente en los
hermanos.
- Somos llamados a contribuir, desde dentro,
a la santificación del mundo.
Este llamado nos implica un doble compromiso:
con la Iglesia y con el mundo.
Nuestra misión de laicos en la Iglesia.
En el llamado que el Señor nos hace desde
nuestro bautismo, la acción de la Iglesia en el mundo es
principalmente a través de los laicos, el mundo se convierte en
el ámbito y el medio de la vocación de nosotros. Somos
responsables de:
- Ser todos uno, o sea la comunión que es
el mismo misterio de la Iglesia: comunión con Dios por
medio de Cristo en el Espíritu Santo y comunión en la
palabra de Dios y en los Sacramentos, especialmente en la
Eucaristía.
- Construir un pueblo, Dios ha querido
santificar y salvar a los hombres no individualmente.
- Vivir en comunión eclesial, caracterizada
por la simultánea presencia de la diversidad y la
complementariedad de las vocaciones.
- Vivir en la Iglesia bajo el único espíritu,
principio dinámico de la variedad y unidad de ella.
- Estar en comunión con Jesús, de la cual
se deriva la comunión con los cristianos, condición
absolutamente indispensable para dar fruto apostólico.
- Evangelizar, por ser el centro y misión
de la Iglesia.
- Construir una comunidad de fe confesada en
la adhesión a la Palabra de Dios, celebrada en los
sacramentos y vivida en la caridad.
- Hacer de la Iglesia, comunidad
evangelizada y evangelizadora, una sierva de los millones
de hombres que no conocen a Cristo.
Nuestra misión de laicos en el mundo es:
- Promover la dignidad de la persona humana,
apoyados en el fundamento de la igualdad de todos los
hombres, cada uno de ellos único e irrepetible.
- Venerar y luchar por el inviolable derecho
a la vida. El titular de éste derecho es el ser humano
en cada fase de su desarrollo; cualquiera que sea su
condición física e intelectual.
- Rechazar la concentración del poder político,
económico, etc.
- Exigir el derecho a la libertad de
conciencia y a la libertad religiosa
- Constituir el matrimonio y la familia como
el primer campo de compromiso social de los laicos.
- Vivir la caridad como parte de la
solidaridad más profunda.
- Participar en la política para defender y
promover la justicia y la paz.
- Promover la utilización universal de los
bienes.
- Revolucionar con el Evangelio los
criterios de juicio, valores, intereses y modelos de vida.
que estén en contraste con la palabra de Dios y con su
plan.
- Madurar nuestra fe, para dar mejor luto
por medio de una formación integral.
Nuestra vocación fundamental de cristianos es
la santidad: Buscar la santidad no es una simple invitación
moral, es una exigencia fundamental de nuestro ser cristiano.
¿Cómo podemos ser santos? Viviendo según el Espíritu, lo que exige el
seguimiento y la imitación de Cristo:
- La aceptación de las Bienaventuranzas a
la luz de la fe.
- La oración individual, familiar y
comunitaria.
- La participación consciente y activa en
los sacramentos, particularmente en la Eucaristía.
- La necesidad urgente de trabajar y hacer
la justicia.
- La practica del mandamiento del amor en
todas las circunstancias de la vida.
- El servicio a los demás, especialmente a
los que sufren y a los pobres.
- La escucha y meditación de la Palabra de
Dios.
¿En dónde? En
nuestra realidad temporal: familia, escuela, trabajo,
diversiones, etc.
IMPORTANTE RECORDAR:
El laico por el bautismo no solamente se ha
convenido en cristiano, sino en Cristo mismo.
PREGUNTAS:
Consciente de tu ser de laico:
l.- Señala tres compromisos que tienes con
la Iglesia
2.- A partir de la realidad de tu comunidad
destaca algunos Compromisos que como laico tienes con ella.