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CAPITULO 12
LAS JUNTAS EN LA A.C.M.
OBJETIVO: Reconocer a la junta como organismo coordinador.
1- NATURALEZA DE LAS JUNTAS.
1.1 Unidad de la A.C.M.
La ACM. En la pluralidad de sus organizaciones está constituida en forma unitaria y desarrolla su misión en la Iglesia Particular (Diócesis) a través de comunidades que requieren de una función y adaptabilidad a las circunstancias de cada lugar (grupos de base, parroquiales, interparroquiales, locales, etc.), y por su disposición y razón de servicio para la Iglesia en México tiene carácter nacional que el Episcopado le ha otorgado (Estatuto General, Art. 14.3).
En esta unidad de fines, objetivos comunes, de medios, campos y tareas de apostolado de la ACM; se conjuga la autonomía de sus organizaciones y movimientos en la disciplina de presentar un trabajo unido a la manera de un cuerpo orgánico, de forma que se manifieste mejor la comunidad de Iglesia y resulte más eficaz el apostolado. (AA 20,c)
La ACM ofrece, pues, a la Iglesia un ejemplo de unidad, de disciplina, de coordinación, de apertura eclesial.
El organismo responsable de hacer a la Acción Católica realmente UNA, perfectamente armónica, fuertemente integrada, tanto en su acción interna como en su presencia en la acción salvadora de la Iglesia en el mundo, con especial relación en la animación cristiana del orden temporal, es la JUNTA, en el plano parroquial, diocesano y nacional.
1.2 ¿Qué es la Junta?
El Estatuto General define a la Junta como el organismo responsable de promover a la ACM en su conjunto, para que llegue a ser una comunidad continuamente evangelizada y evangelizadora. (Art. 15)
La Junta está establecida para hacer un trabajo permanente y efectivo en la ACM, como organismo constituido con la vida de las propias organizaciones, integrado básicamente con los presidentes de ellas, estructurado con un plan de acción común que surge de la misión de toda la ACM, y que coordina en su acción común para darle fuerza, cohesión y extensión.
Mediante su buen funcionamiento, la Junta logrará que el desarrollo, la eficacia y vitalidad de la respuesta apostólica de la ACM estén en armonía, en equilibrio y coordinación de esfuerzos de todas sus organizaciones y movimientos que, conscientes de su propia realidad, ofrecen siempre la aportación plena que reclama el sentido de comunidad.
2- FUNCIONES DE LA JUNTA.
Las funciones básicas señaladas en el Estatuto General para la Junta son:
2.1 Gobierno y Coordinación. "Ejercitar el servicio de gobierno plano y coordinación en cada. (Art. 15. )
Tiene una verdadera función de autoridad y, por tanto, de gobierno del conjunto de la ACM en el plano correspondiente.
"Fomentar entre las organizaciones y movimientos el intercambio de esencias apostólicas, el estudio de problemas y la puesta en práctica de acciones comunes. (Art. 15.1.6)
Estudio de problemas generales para dar normas y orientar a las Organizaciones dentro de la concordia sin lesionar la naturaleza y autonomía de las organizaciones.
2.2 Extensión y Consolidación.
Esta función conlleva el compromiso de estimular, asistir y buscar el buen funcionamiento de los organismos directivos correspondientes: Juntas y Comités, tanto parroquiales, diocesanos como nacionales, proporcionando los servicios oportunos y adecuados que requieran.
2.3 Relaciones con Organizaciones Apostólicas.
2.4 Integración en la Pastoral.
La Junta es elemento fundamental para unir a la ACM y hacer, por su medio, que ésta se integre a la pastoral de la Iglesia, porque para que responda eficazmente a este llamado necesita, ante todo, sentirse identificada y fuertemente unida en sus miembros, sus organizaciones y sus acciones.
2.5 Planeación.
El plan de acción de la Junta se gesta en la Asamblea Plenaria correspondiente, es la vía maestra que conducirá el desarrollo y actividades de la ACM durante el período respectivo, y de él emanarán los planes y programas particulares de las organizaciones y movimientos que realizarán de acuerdo a sus circunstancias, necesidades y campos específicos.
Las exigencias de la pastoral y los desafíos de la realidad en que está inmersa la ACM, son elementos básicos para la planeación de las actividades apostólicas de ésta, así como su propia realidad: recursos humanos, económicos, infraestructuras, etc.
3- INTEGRACION DE LA JUNTA
IMPORTATENTE RECORDAR:
PREGUNTAS:
2.- ¿Quiénes integran las Juntes?
3.- ¿Qué pide Juan XVIII para una comunidad de apostolado?.
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