¿Qué es el Reiki?

La palabra Reiki significa energía vital universal.  Es definida como la potencia que actúa y vive en toda la materia creada.  La sílaba Rei, describe la energía universal, ilimitada.  Ki, es parte de Rei, es la potencialidad energética vital que fluye a través de todos los seres vivientes.  El Ki es conocido como prana (por los hindúes), energía psicotrónica o bioplásmica (científicos), nous (griegos), chi (por los chinos), orgón (término acuñado por Wilhem Reich, fundador de la terapia psicocorporal en occidente), Espíritu Santo (por los cristianos), wakan (de los sioux), energía biocósmica, etc., etc.

El sistema Usui de Reiki no es solamente el método de sanación más simple y natural que se conozca, sino también la manera más efectiva de transferir esta energía vital universal.  A medida que nos internamos en el plano denso de materia en este nivel de tercera dimensión, ciertos canales energéticos comienzan a bloquearse por una serie de eventos o hechos que nos desconectan con los centros superiores del Ser.  Cuando una persona ha sido preparada para volverse "canal" Reiki, la energía vital concentrada fluirá a través de sus manos según su propio criterio y retendrá tal capacidad durante el resto de su vida.

El Reiki es un método mediante el cual el iniciado sintoniza y capta la energía, haciendo uso de símbolos,  con fines curativos.  No obstante, la meditación, prácticas de respiración y otros hábitos de cultivo espiritual, pueden llevarnos a ser canales de esta energía de una manera abundante, porque Dios, la Gran Fuente o Poder Creador... es abundancia.

El Reiki no incorpora doctrinas, credos o contradicciones a las Leyes Universales de la Consciencia Espiritual y del Amor Incondicional.  El Reiki tampoco es una religión, porque el Reiki no limita la expansión de la Personalidad del alma.  El Reiki puede llevar a una persona a unirse con el propósito de su alma.  Es una aceleración de la Luz en toda la estructura de la conexión mente-cuerpo-alma.

Para "activar" la energía de sanación Reiki, no es necesario que el iniciado modifique su consciencia.  La intención pura, hace que la energía fluya a través de la persona y salga por sus manos; convertida en acción dicha intención, la sanación se precipita sobre el receptor.  Terapeuta y paciente, al interactuar en el tramiento llegan a recibir la energía universal, la cual fluye de manera sabia a todos aquellos sectores en donde se necesite.  El Reiki dará o tomará la cantidad de energía necesaria para equilibrar la Mente, Cuerpo y Emociones.  Efectuará cambios en la estructura química del cuerpo, ayudando a reconstruir los músculos, nervios, estructura ósea y los órganos de regeneración.  Proporcionará la energía para equilibrar y enderezar la espina dorsal.  Cambiará lo que necesite cambiarse dentro del organismo físico y etérico.

La sanación Reiki es un sistema de energía pura.  Cuando se combina con el deseo honesto del paciente, que está dispuesto a efectuar una limpieza de su consciencia emocional y espiritual, se da una sanación total.

Dentro del Sistema Usui de tratamiento, existen tres niveles de iniciación.  El primer nivel, que sintoniza los canales energéticos de la persona para que fluya a través de ella esta energía durante toda su vida, así deje de hacer Reiki por un buen tiempo.  Con un primer nivel de Reiki la persona ingresa en un proceso de sanación personal y además puede hacer fluir con mucha facilidad a través de sus manos la energía universal, la cual brotará de manera más abundante con la perseverante práctica.  En el  segundo nivel de Reiki, se les proporciona a la persona una serie de símbolos que son como herramientas de sanación, estos símbolos tienen una carga medicinal divina, poderosísima y cada uno está destinado a sanar aspectos que como seres en experiencia de vida tenemos (desde males físicos, mentales, emocionales y etéricos).   Con estos símbolos, podemos incluso curar a distancia.  La persona puede estar en Asia y nosotros en México, por ejemplo... no importa!!, la energía no está determinada por el tiempo y espacio y se precipita a la velocidad de nuestra intención y pensamiento.  Nosotros, somos los principales limitadores de la energía, en nosotros está el hacer que llegue o no con la potencia con la que queramos ejercer nuestro propósito.  El tercer nivel de Reiki, es el nivel de Maestría,  nos permite iniciar a otros en este método de curación que tantos beneficios a traído a la humanidad.

¿Cuáles son sus efectos?

El efecto de reiki es global.  La iniciación es en sí misma una curación que da lugar a un proceso de limpieza física, emocional, mental y espiritual.  Se intenta poner todos los aspectos de nuestro ser en un equilibrio armonioso.

Reiki limpia, desintoxica, desbloquea, regenera los tejidos, detiene hemorragias.  Estabiliza el sistema de autodefensa de nuestro cuerpo, reactivando nuestras fuerzas curativas.  Estimula el sistema endocrino.  Se calman dolores, se refuerza la circulación y el metabolismo comienza a recuperar equilibrio.  Trata los síntomas y las causas de la enfermedad.

Reiki relaja y reduce el estrés.  Deshace bloqueos y sentimientos reprimidos, no vividos o disimulados, como tristeza, dolor, ira, miedo, pero también alegría. Pone en marcha un proceso de percepción sensible produciéndose así, una desintoxicación emocional.  Amplia la conciencia y fortalece la intuición.  Mejora nuestra memoria, la capacidad de asimilación, concentración y retención.  Ayuda a diluir las estructuras de pensamientos rígidos, permitiendo mayor flexibilidad y creatividad en la vida.

Reiki es una fuerza unificadora que nos conduce a un estado de unidad con nosotros mismos y con todo nuestro entorno.  Mejora el conocimiento sobre uno mismo y facilita los estados de meditación.  Da paz interior, nos conecta con la alegría.  Cuando tomamos o recibimos un tratamiento de reiki, tocamos algo muy profundo en nuestro interior.  Reiki es relament euna expresión de amor por uno mismo y por los demás, y en concordancia con el corazón, genera curación.