Tratamiento

Proporcionar un tratamiento alternativo para personas deficientes a través de la capacidad terapéutica que desarrollaría el delfín al emitir su ultrasonar, es la base del trabajo médico que se impartirá en el delfinario y que según consta en la publicidad del proyecto, tendría beneficios de hasta un 85% en niños con Síndrome de Down y crisis convulsivas.


RIMA tuvo acceso al proyecto original firmado por el Gerente General de "Delfinoterapia de Chile Limitada", Carlos Rocuant, donde se establece que los sonidos de alta frecuencia, conocidos científicamente como ecolocalizaciones, "estimulan el Sistema Nervioso Central, logrando de esa manera, la recuperación parcial de las funciones que el paciente ha perdido".


Lo anterior resulta simplemente irrisorio para los científicos conocedores del tema, entre ellos, el doctor Koen Van Waerebeek, cetólogo especializado en América Latina y consultor internacional sobre el tema para la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES).

En una carta enviada el pasado 5 de abril al Subsecretario de Pesca, Juan Manuel Cruz Sánchez, Van Waerebeek afirma que cualquier propuesta de trabajo ligada al DAT (Dolphin Assisted Therapy) es simplemente una mentira, "pues su eficacia a sido científicamente cuestionada y dudo muy seriamente que médicos especialistas apoyen tal farsa".

A juicio del experto internacional, el proyecto "Delfinoterapia de Chile" no es más que una "cuestionable explotación comercial de la ignorancia, que crea falsas esperanzas de cura entre los padres y familiares de niños discapacitados mentales, en una actitud moral simplemente inaceptable".

No obstante, el proyecto en Pirque anexa una serie de estudios que intentan avalar los buenos resultados obtenidos en Estados Unidos y Cuba a través de la delfinoterapia. Para apoyar sus argumentos, los empresarios citan como testigo clave en la recuperación de niños discapacitados a Fritz Zimmermann, creador y gerente general del Centro de Delfinoterapia en México.

Sin embargo, en 1996 y en el marco del Simposio Mundial ISDAT sobre el tema, el propio Zimmermann negó la existencia de buenos resultados. "No hay curación para los niños impedidos. Aquellos que tienen el Síndrome de Down y otros trastornos lo tendrán toda su vida. Ninguna medicina o delfín puede curarlos", argumentó en la oportunidad.

En muchos casos, los delfines utilizados en los shows y terapias superan los siete años de edad, período en el que se vuelven sumamente sexuales. Diversas filmaciones en videos demuestran que en las llamadas sesiones terapéuticas lo único que hace el delfín es masturbarse con los pequeños, abrazándolos reiteradamente con sus aletas y girando frenéticamente a su alrededor.

La conducta sexual de los delfines es tan agresiva que en muchos casos se masturban unos con otros, contra el piso, con tortugas o con ramas rotas. Inclusive se han registrado violaciones coordinadas de dos o tres "nariz de botella" contra un delfín calderón gris.

En las costas de Cuba se captura ilegalmente a la mayoría de los delfines que luego se presentan en espectáculos y en sesiones terapéuticas.

El tema mantiene preocupados a algunos cetólogos nacionales, quienes junto a miembros de RIMA, Ecoceáno, y CODEFF, se reunieron con los encargados del proyecto en Pirque, quienes habrían manifestado que los delfines adquiridos en México superan los 10 años de vida.

Pablo Cornejo, director del Grupo Fauna de RIMA, sostiene que la delfinoterapia "está basada en simples especulaciones dadas por los propios empresarios del espectáculo, ya que estudios científicos comprueban que las ecolocalizaciones de alta frecuencia que emite un delfín, y que supuestamente sana a niños deficientes, jamás las han registrado cetáceos en cautiverio ".

Estudios científicos avalan que al menos la mitad de los delfines capturados y llevados a piscinas muere en los primeros tres meses -pese a que pueden vivir hasta 40 años-, ya sea por trastornos estomacales producidos por el pescado en mal estado que comen, o por el desarrollo de enfermedades respiratorias, como la neumonía, o crisis mentales ligadas al estrés.

Lamentablemente la gente no alcanza a comprobar por sí misma esta realidad. Los empresarios reemplazan rápidamente las especies muertas gracias a la presencia masiva de cazadores de delfines en aguas cubanas, rusas, caribeñas o norteamericanas, y lo fácil que resulta el tráfico de estos cetáceos, especialmente en el continente americano. De hecho, para firmar los capítulos de la popular serie "Flipper" se ocuparon más de 20 delfines debido a la pronta mortandad de los mismos. El entrenador Rick O'Barry demoraba cuatro meses en enseñarles los trucos a cambio de alimento muerto. Cuando debió invertir siete años de su vida en rehabilitar una pareja en mal estado, decidió fundar una ONG contra el cautiverio.

Destinados a la muerte

Más de 150 kilómetros al día nada un delfín en alta mar, junto con bajar a profundidades que en algunos casos alcanzan los 500 metros. Este gran ejercicio les permite mantener un notable estado físico y cardiovascular, eliminando así las acostumbradas afecciones respiratorias y cardíacas que los afectan. De esta forma, los delfines que traerán al estanque de Pirque deberán enfrentar un gravísimo problema. La piscina central del delfinario posee una longitud total de 55 metros con sólo seis de profundidad. De hecho sólo la pileta central posee un diámetro de 23,15metros.

Especialistas del Servicio Nacional Marino y Pesquero de los Estados Unidos afirman que la imposibilidad de nadar los metros acostumbrados produce tal desgaste físico en los delfines que a las dos semanas de trabajo presentan evidentes síntomas de anemia.A lo anterior se suman trastornos ligados al cloro existente en el agua. La mayoría de los cetáceos mueren por problemas infecciosos respiratorios al tener necesariamente que beber el agua clorinada en la que nadan. Muchas necropcias realizadas a "nariz de botella" dejan al descubierto innumerables perforaciones en su estómago y comisuras en las aletas producto de los altos índices de cloro existentes en el agua. Problemas similares presentó la orca "Keyko", protagonista de la película "Liberen a Willy",a quien se rescató de un acuario en México hace algunos meses para trasladarla al Atlántico Norte donde está en proceso de rehabilitación observada.

Uno de los puntos que cuestionan fuertemente los proteccionistas es el lugar en el que funcionará el delfinario de Pirque. El clima excesivamente cambiante, con grados bajo cero en invierno y altas temperaturas en verano, producirá, afirman, un colapso en su sistema respiratorio adquiriendo rápidamente neumonía. Pero son los altos niveles de estrés la principal causa de muerte en cetáceos en cautiverio. Muchos de ellos incluso se suicidan golpeándose la cabeza contra los muros o rompiendo los cristales del acuario en el que los mantienen. Estudios científicos demuestran que en cautiverio orcas y delfines adquieren un comportamiento extremadamente agresivo. Jamás detectado en vida silvestre, lo que ha provocado diversos incidentes graves, incluyendo la muerte de personas y otros animales marinos.

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