Perfectas Imperfecciones
    Presiono “Enter”. Por fin terminé. Creí que jamás podría hacer esta obra de arte. Mi mujer perfecta. Sabía que no me arrepentiría de
comprar el programa para diseño de mujeres… esos de Microsoft son lo máximo. Ahora sólo me queda llamar al laboratorio para pedir
un presupuesto. A ver, ¿en dónde esta el número telefónico? Creo que lo guardé en la carpeta de “mi mujer”. Debe estar en el disco
duro. Aquí esta. Click a marcar y … listo; “¿Desea ver imagen en pantalla?” ¡Claro! ¿Por qué  no? “Conexión lista”.
 
    En cuestión de segundos Juan ve el rostro de una mujer de azules en pantalla y se escucha: “Laboratorios Genéticos, buenos días,
¿en qué puedo ayudarle?”.
    - Necesito un presupuesto, quiero clonar a una mujer ideal, ya tengo el archivo listo ¿se lo envìo?
    - Por favor. Yo me reporto con usted en unos minutos, mantenga la línea desocupada.
    - De acuerdo, gracias.
 
    Esta operadora ha de ser una mujer diseñada. ¡Qué mirada tan profunda tiene! Espero que mi mujer me mire igual. Ya sé: mientras me
llama usaré el simulador virtual para evaluar a mi nueva creación. Veamos: “Simulador”, doble click. “Colóquese su casco”, “El sistema
comenzarà a estimular su cerebro para simular el programa seleccionado” “¿Desea continuar? “Aceptar, Cancelar, Ayuda”. Juan oprime “Enter
y la pantalla se vacía para dar paso a:
    “Bienvenidos al simulador 3.1, a continuación le mostraremos lo que usted ha creado en el sistema. Cuando desee terminar oprima Escape
 
    Todo se torna negro y aparece la silueta femenina. En unos segundos toma forma. Vestida de negro se sienta en una mesa esperando
la aparición de su hombre. Juan se aproxima y se sienta.
    - Por fin llegas Juan. Te estaba esperando… podría esperar por ti todo el tiempo que hiciera falra.
    - Pediré algo de tomar. ¿te parece bien algo de vino tinto?
    - Lo que tu quieras amor mío.
    - Es verdad, lo que yo quiera; para eso te programé.
    La mujer se aproxima a Juan y lo besa. Él siente sus labios carnosos, huele su suave perfume y la abraza cuidadosamente.
    - Diseñé algo mal: ésta salida es perfecta y me siento insatisfecho. Tal vez falta gente para poderles presumir mi creación. ¡Más personas
en el restaurante!
    Aparecen en el lugar diez mesas con perosnas, Juan vuelve a besar a su creación de manera arrogante.
    - Ahora sí, ¡envídienme!
 
    Se escuchan murmullos a su alrededor.
    “Ve qué mujer tan guapa.” “¿Cómo puede estar besando a ese esperpento de hombre?” “No hay duda: mientras más pendejos más
atractivos”. “Debo        ponerme a dieta, si esa mujer con ese cuerpo sólo pudo conseguir a eso, a mí ¿qué me queda?.
    - ¡Maldición! Estoy causando envidias y todavía no me siento bien. Falta una mirada profunda a su interior. Juan toma con su mano el
rostro de su mujer, lo gira suavemente y la mira a los ojos.
        - Qué mirada tan profunda tieness, Juan.
        - Gracias. Lástima que no pueda decir lo mismo de ti. ¿Qué puedo ver en algo yo hice? Tendré que rediseñar, ¿Cómo le haré para
crearla perfecta? Si, necesito hacerla misteriosa. Si yo la hago no puede ser misteriosa porque la conoceré a la perfección  y si la mando
hacer ¿cómo voy a saber si es perfecta?
        - ¿Mi vida te sientes bien? Te vveo preocupado
        - Cancelar. “Escape<
    “Llamada en espera, ¿Deea tomarla?”, click , “Enter”.
        - Tengo listo su presupuesto señ;or, estará en su correo personal.
        - Señorita, disculpe, tengo un pproblema con mi diseño. Dígame cómo diseñaron su mirada para copiarla a mi modelo.
        - ¡Patán! Yo no estoy diseeñada, soy real.
    “Transferencia interrumpida ¿Desea reestablecerla?”
 
    ¡Demonios! Creo que la regué. Ni siquiera me fijé en el color de sus ojos. ¿Cómo los voy a copiar? Si le llamo de nuevo seguro me
cuelga. Ya sé: veamos. “Comunicación”, “opciones”. Click  en “ocultar identidad”,  oprimir aceptar y  click  en marcar.
    “Desea recibir imagen durante la comunicación?
    - Aceptar. Bien ahora podré ver sin que me vea.
    Aparece en la pantalla la operadora y recita las mismas palabras con las que contesto la primer vez.
        - Señorita: mi perro murióe; y deseó clonarlo.
La mirada de a operadora cambia. Juan piensa: “Pobre, la hice entristecer, también quiero que mi mujer diseñada haga eso”.
        - No se entristezca señorita, noo lo quería mucho. El rostro de la mujer nuevamente cambia y contesta sorprendida:
        - ¿Cómo que no lo quiere mucho? Entonces ¿para qué lo quiere clonar?
 
    ¡Vaya! Ahora sí que me desarmó –piensa Juan -. Esta mujer sí que me sorprende. Ya no sé que decirle. – Es que mis hijos se
encariñaron con él.
        - ¿Tiene hojos chiquitos?, &iexccl;Qué divino!
        - Señorita, le llamo más tarde, ya llegó mi mujer y tengo que darle de comer.
        - ¿Cocina para su familia? Que llindo
        - Cancelar comunicación. Esta muujer si que es ocurrente, debo copiar todas sus reacciones para mi diseño, pero ¡qué gen me
dará esas características? La sonrisa, lo espontánea, la mirada, sus sentimientos… ¡Pero que estúpido! Mi programa no tiene genes de
sentimientos. “Ayuda”, “Buscar”. Genes de sentimientos. “Aceptar”. “Los sentimientos no pueden ser encontrados en genes, aun no se sabe
como se generan ¿deséa más información?”. “Cancelar”. Bien, para eso me gustaba. Sólo me quedan dos opciones: diseñar a mi mujer sin
sentimientos o conocer a la imperfección con sentimientos. Bueno, llamar a la operadora resultó más emocionante que mi cita virtual. Click
a marcar, listo, “¿Desea ver imagen en pantalla?. ¡Claro! ¿Por qué no?, “Conexión lista”.
ASC