POLÍTICA

 

POLÍTICA DE ESTADO FRÁGIL: JESÚS SILVA HERZOG FLORES

 

  • El modelo de los últimos 20 años no da resultados
  • Para impulsar el mercado interno se requiere de la participación activa del Estado

 

Por Sharon Barrios Suárez

 

México, Ciudad Universitaria 02/04/03 AUNAM.- La situación económica actual de México es frágil pues el modelo utilizado en los últimos 20 años no ha sido capaz de ofrecer resultados, señaló Jesús Silva Herzog Flores, ex candidato del PRI al gobierno del Distrito Federal.

 

En el coloquio “La Economía mexicana y sus perspectivas”, organizado por la Facultad de Economía (FE) de la UNAM y el Colegio de Posgraduados del Centro de Investigaciones Económicas (CIDE), Silva Herzog señaló como una de las causas principales de la deficiencia en las finanzas nacionales, la reducción excesiva de la función del Estado en la vida económica del país.

 

Agregó que para impulsar el mercado interno se requiere de una participación más activa del sector público, lo cual -dijo- no significa volver al pasado donde sin duda se cometieron excesos y errores.

 

El ex secretario de Hacienda y Crédito Público hizo un recorrido histórico de la economía mexicana desde la década de los cincuenta, y enumeró algunos factores coyunturales que condujeron a la economía actual a situarse entre las más bajas a nivel mundial.

 

En su lista incluyó: el mal aprovechamiento de los recursos financieros; las devaluaciones y crisis recurrentes (1982, 1986, 1995 y 2001); la deuda externa; la fuga de capitales extranjeros; venta de la banca; desequilibrio fiscal; la aparición del Neoliberalismo y el aplazamiento de las reformas y cambios estructurales que requiere el país.

 

“Como buenos nuevos ricos, no se puedo controlar la administración de la abundancia y se optó por la guía foránea”, dijo en alusión a la administración de José López Portillo como presidente de México.

 

Para retomar el camino del desarrollo económico, Silva Herzog propuso mejorar el clima político nacional pues “nunca como ahora la relación de interdependencia entre economía y política ha sido más estrecha”.

 

Por ello proclamó la necesidad de llegar a acuerdos y consensos entre el ejecutivo, el congreso y los partidos políticos; además de recuperar el papel activo y promotor del Estado mexicano para lograr el objetivo central de la política económica “que no es la estabilidad, sino el desarrollo económico y fomento del empleo para elevar el nivel de vida de la población.”

 

Entre las medidas que debe tomar el gobierno si quiere solucionar el estancamiento de la economía mexicana, el político mencionó elevar el gasto público, instrumentar políticas sectoriales y regionales con la convicción de que el mercado con frecuencia no cumple, hacer del mercado financiero bancario un verdadero elemento de apoyo al desarrollo, “como en la década de los setenta y no como ahora que está en manos extranjeras”, y defender con nacionalismo la soberanía acotada que aún nos queda, concluyó.

 

 

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