LA ONU NECESITA REPLANTEARSE

• Que desaparezca el Consejo de Seguridad: Ruiz Loyola
• Irak, la guerra por el agua

Por Viridiana García Martignon

México, Ciudad Universitaria 11/04/03 AUNAM.- La invasión de Estados Unidos a Irak muestra a la ONU como un organismo ineficaz que debe replantearse, coincidieron Benjamín Ruiz Loyola y José Luz González Chávez, quienes fungieron como inspectores de armas químicas en Irak.

Los químicos universitarios estuvieron presentes en la conferencia Guerra y Desarme, en la Faculta de Química de la UNAM, en lo que fue su primer encuentro con la comunidad estudiantil de la máxima casa de estudios desde su regreso de Irak.

El profesor José Luz González Chávez señaló que la decisión unilateral de  Estados Unidos por iniciar una guerra contra el régimen de Sadam Hussein, demostró la incapacidad de la Organización de las Naciones Unidas para resolver los conflictos entre países, por lo que es el momento de realizarle cambios.

Por su parte, el profesor Ruiz Loyola calificó a la ONU como un organismo confiable, pero que necesita un marco jurídico acorde a las necesidades de los más de 150 países que lo componen.

Como ejemplo de las modificaciones a realizar en la Naciones Unidas mencionó al Consejo de Seguridad, del cual criticó la existencia de miembros permanentes y no permanentes, así como el poder de veto que tienen algunos países.

“Lo más adecuado es que desaparezca el Consejo de Seguridad y que las decisiones se tomen en la Asamblea de las Naciones Unidas, pues es ahí donde están representados todos los países”, expreso Ruiz Loyola.

En opinión del profesor de la Facultad de Química de la UNAM, Benjamín Ruiz Loyola, la supremacía política que Estados Unidos pretende lograr en Medio Oriente no la conseguirá a través del control del petróleo, sino del agua.

El químico señaló que en una región desértica el agua es más importante que el petróleo e Irak es el país con más agua en Medio Oriente. “Quien controla el agua de la región puede controlar y obligar a los países de la zona a que le vendan el petróleo más barato” refirió.

Satisfechos por la vivencia, pero conscientes de que los resultados obtenidos fueron incompletos, los dos inspectores de armas reconocen que les faltó tiempo, pues desde 1990 no se realizaban inspecciones en Irak.

Manifestaron que pese a no haber terminado la primera parte del trabajo en territorio iraquí,  no por falta de capacidad sino porque la agenda política no se los permitió, ellos cumplieron con su papel de garantes de la neutralidad, la imparcialidad y el rigor científico que implica el trabajo de inspector de armas de destrucción masiva.

“Valió la pena  la experiencia por la protesta y la respuesta -contra la guerra- que se dio, que se está dando y que se seguirá dando a nivel universal” puntualizó el profesor González Chávez.