Emergencias

Aspectos Jurídicos relacionados con el Socorrismo.

Las siguientes preguntas podrían resumir las preocupaciones de los socorristas responsables :

¿Qué ocurriría si al atender a un accidentado agravo su situación?,

¿Qué ocurriría si fallece al trasladarle?,

¿Qué responsabilidad asumo si el resultado de mi actuación es desgraciado?,

¿Qué pasaría si no atiendo a la víctima?.

Para hallar la respuesta a estas preguntas, el socorrista debe conocer algunos aspectos de la ley penal.

Según al articulo 1 del código penal, "Son delitos o faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por la ley".

Vemos que para que exista responsabilidad criminal y por tanto delito, el ser humano debe haber actuado con dolo o con culpa, o sea, con intención o con imprudencia, respectivamente.

Intención : deseo expreso de causar un mal, con conciencia y voluntad, sabiendo lo que se hace y queriendo hacerlo.

Culpa o imprudencia : el individuo realiza una acción sin intención, pero actuando sin la debida diligencia, causando un resultado dañoso, previsible y penado por la ley.

Según lo expuesto, para que el socorrista incurra en delito, cuando actúa en funciones propias del socorrismo, o bien deberá causar un mal con intención de hacerlo, o causará un mal sin intención, pero omitiendo aquellos pasos, aquellas atenciones indispensables que debe conocer inexcusablemente.

Concretando, diríamos que los delitos en que puede incurrir el socorrista serían los siguientes:

1.- Omisión del deber de socorro: Este delito está previsto y penado en el art. 489 bis, párrafo 30 del código penal, con el siguiente contenido: "El que no socorriere a una persona que se hallare desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de tercera, será castigado con la pena de arresto mayor y multa". En la misma pena incurrirá el impedido de prestar socorro, no demandare con urgencia el auxilio ajeno. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio debido, la pena será de prisión menor.

Según este artículo, el delito se cometería de tres formas distintas.

  1. Cuando el socorrista omita la prestación de socorro a una persona que esta desamparada y en peligro manifiesto y grave. No hace falta que la persona fallezca a consecuencia de la situación en que se encuentra, el delito se produce simplemente por no ayudarla.

  2. Cuando el socorrista no puede prestar auxilio personalmente, por alguna razón y se queda de brazos cruzados, sin buscar auxilio ajeno.

  3. Cuando la víctima lo es por accidente ocasionado por el que omitió el auxilio debido, el propio socorrista.

Estos deberes de solidaridad comunes a todas las personas, lo son mas fuertes para aquellos que voluntariamente o por contrato asumen la función de socorrer a las personas. Del socorrista no solo se va a demandar la actuación, sino también el intento de evitar el resultado que pueda producirse, así el socorrista que contempla como una persona se está ahogando y no actúa, por determinados prejuicios, o por conocer en aquella persona a un enemigo, por ejemplo, incurrirá en responsabilidad agravada por "comisión, por omisión" reservada para quienes han contraído la obligación legal de socorrer, o han asumido voluntariamente ciertas obligaciones, o han creado ellos la fuente del peligro. No solo se exige actuar, sino además, intentar evitar la producción del resultado lesivo.

2.- Omisión del deber de impedir a denunciar ciertos delitos: Este es otro delito por omisión que también pretende proteger ese bien que es la solidaridad humana. Según el artículo 338 bis.: "El que pudiendo con su intervención inmediata y sin riesgo propio a ajeno impedir un delito contra la vida o que cause grave daño a la integridad, libertad sexual, libertad o seguridad de las personas, se abstuviese voluntariamente de hacerlo será castigado con las penas de arresto mayor o multa o con ambas".

En las mismas penas incurrirá el que se abstuviese de poner en conocimiento de la autoridad o de sus agentes en el plazo mas breve posible. los hechos delictivo a que se refiere el párrafo anterior. Vemos como en este caso, la ley solo castiga la pasividad; el individuo ante una situación delictiva tiene que intervenir para evitarlo y si no puede intervenir, tiene al me nos la obligación de denunciarlo. La ley exige intervenir, solo cuando no hay riesgo; no es delito abstenerse cuándo hay riesgo propio o ajeno lo cual es lógico ya que no se puede pedir a una persona ( en nuestro caso a un socorrista ), que sea un "superman".

3.- Denegación de auxilio: Esta figura jurídica esta pensada para aquellas personas que ostentan la condición de funcionarios públicos y por tanto tienen mayor obligación de intervenir que un ciudadano corriente.

El artículo 371 del código penal establece en su párrafo segundo: "..en iguales penas incurrirá el funcionario publico que requerido por un particular a prestar algún auxilio a que este obligado por razón de su cargo para evitar un delito u otro mal, se abstuviera de hacerlo sin causa justificada".

Podría darse el caso de que un socorrista fuese funcionario publico, si estuviese incorporado a la administración por una relación de servicios profesionales y retribuidos como tal.

4.- Delitos imprudentes: Señalábamos al comienzo de este apartado la diferencia entre intención e imprudencia, y conveníamos que la imprudencia se produce cuando la acción carecía de intención, pero no se había puesto en ella la debida diligencia y por eso resultaba un mal.

La imprudencia temeraria es un delito recogido en el art. 565 del código penal y la imprudencia simple se considera una falta prevista en los artículos 586 bis y 600 del mismo texto legal.

La distinción entre delito o falta no se mide en este caso por la mayor o menor grave dad del resultado producido, sino por la mayor o menor falta de prevención y diligencia del sujeto.

Un socorrista incurrirá en imprudencia, por ejemplo, al manipular inadecuadamente a un herido cuyos síntomas indican que pueden sufrir lesión de columna vertebral.

5.- Lesión por accidente: Si de la actuación de un socorrista, se derivase una situación lesiva para la víctima, sin culpa ni intención, y habiendo adoptado los medios necesarios para evitar el daño, no existirá responsabilidad penal.


BLOQUE II: EMERGENCIAS.

AHOGADOS

OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA:

MANIOBRA DE HEIMLICH.

AHOGADOS

Ahogamiento por asfixia o por inmersión, se produce porque un medio líquido obstruye el paso del aíre al interior de la vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:

Ahogamiento seco: Se produce un espasmo de la glotis por Iaringoespasmo, por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial; también se denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la víctima.

Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia y la hipercapnia en el centro respiratorio de la Inspiración; se denomina ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.

Por otro lado, según el medio en que se produzca, la inmersión puede ser por:

Agua de mar, que es hipertónica, lo que provoca paso de líquido hacía los bronquios y los alvéolos, dificultando el intercambio gaseoso, llegando a la muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema pulmonar.

Agua dulce, que es hipotónica y pasa rápidamente desde el alvéolo al torrente circulatoria, produciendo hipervolemia y hemólisis, lo que ocasiona la muerte por fibrilación ventricular, hipoxia y edema pulmonar.

Ahogamiento en piscinas, que es igual al del agua dulce, con el agravante del cloro que produce acción tóxica en la pared alveolar.

Ahogamiento en aguas contaminadas, que presenta dos problemas añadidos; la contaminación bacteriana y la química.

En cualquier caso, el principal acontecimiento tras la inmersión es la hipoxemia arterial.

Inicialmente, tras la inmersión total en el agua, la víctima presa del pánico inhibe su respiración mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados en relación a la ingestión de gran cantidad de líquido. Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardiaca. Pero como anteriormente hemos descrito, existe el ahogamiento seco, en el que el laringoespasmo no permite la entrada de líquido y la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia.

En todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado de hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia; esto es importante, ya que no se debe abandonar la reanimación de un ahogado basándose en su frialdad.

En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento principal que precipita la Inmersión; a menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son advertidas y conducen a consecuencias desastrosas.

  1. VALORACION, SOPORTE y ESTABILIZACION.

  2. SACAR DEL MEDIO ACUÁTICO

  3. PERMEABILIZAR VÍA AÉREA

  4. INICIAR VENTILACIÓN/OXIGENACIÓN

  5. SI PRESENTA P.C.R., INICIAR R.C.P.

  6. MONITORIZACIÓN E.C.G.

  7. CONTROL SEGMENTO CERVICAL

  8. CUIDAR LA HIPOTERMIA

Lo más importante es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e iniciar prontamente las medidas de reanimación.

La asfixia es el primer determinante de la mortalidad tanto temprana como tardía. Por tanto, el primer objetivo en la resucitación es corregir la hipoxemia y establecer la circulación ya en el lugar del accidente.

Se deben iniciar las medidas tendentes a la ventilación pulmonar, mediante las respiración boca-boca o la administración de altas concentraciones de oxígeno, si se dispone de él, incluso en los pacientes conscientes y sin aparente dificultad respiratoria.

Si no se aprecia latido cardíaco o pulso carotídeo, se debe pasar a una reanimación cardiopulmonar básica completa.

Recordar que los vómitos pueden tener lugar en más del 50% de los ahogados durante la resucitación.

Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de proceder a la ventilación y el manejo del paciente como si existiera lesión de la columna cervical.

También es muy importante tener en cuenta que en presencia de hipotermia, el tiempo convencional de límite de resucitación (30 minutos) debe ser ignorado hasta que la temperatura central supere los 30ºC. En niños los límites con respecto a la resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser sometidos a una rápida y continuada reanimación hasta que se logre actividad cardiaca. La hipotermia hace extremadamente irritable el miocardio, por lo que es necesario en ocasiones, múltiples choques para revertir la fibirílaci6n hasta que la temperatura alcance los 33-35ºC. Por todo ello, la monitorización electrocardiográfica es necesaria durante el calentamiento.

Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas porque pueden provocar el vómito o la aspiración.


OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR UN OBJETO.


Cuando un objeto compromete la permeabilidad de la vía aérea compromete la vida. En la reanimación cardiopulmonar veremos la forma de abrir las vías en el caso de una víctima supuestamente inconsciente, donde será la propia lengua del accidentado la que impedirá el paso del aire. En este caso, va a ser un objeto el que va a entorpecer el paso del aire hacia los pulmones, pudiendo la víctima estar consciente o no.

Antes de continuar, recordemos por un momento la anatomía de las vías respiratorias. Estas se dividen en dos partes: vías respiratorias altas y bajas. La boca, nariz , faringe y laringe constituyen las vías respiratorias altas. Traquea, bronquios y bronquiolos las vías bajas. Habitualmente las obstrucciones se localizan en las vías altas con lo que obstrucción es total. Una vez que el objeto pasa de la traquea, la obstrucción es parcial pues el objeto suele alojarse en el bronquio derecho, permitiendo la ventilación del izquierdo.

La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño suele ir acompañada por el estado de consciencia de la víctima y la ingestión accidental de un cuerpo, bien comida u otros objetos, causa de la asfixia. Si estamos presentes observaremos como la víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de atragantamiento y asfixia. Si no estuviéramos presentes en el preciso momento del atragantamiento la observación del lugar puede darnos una pista de vital importancia (p.ej. un niño desmayado junto a un bote de canicas). ¿Qué hacer entonces?.

NIÑO < 4 Años

En un niño menor de un año realizaremos la MANIOBRA DE HEIMLICH adecuada a esta edad.

Le colocaremos a horcajadas en el antebrazo del auxiliador, quién le dará cuatro golpes entre los omóplatos; en caso de fracaso, girar al niño sobre la espalda, con la cabeza baja y efectuar cuatro apretones sobre la parte anterior del tórax, en mitad del esternón.

NIÑO > 4 Años y ADULTOS

En un niño grande o en un adulto, realizaremos la MANIOBRA DE HEIMLICH para estas edades . Esta maniobra pretende desalojar cualquier obstáculo de las vías aéreas mediante un brusco aumento de presión intratorácica. La maniobra de Heimlich tiene diversas modalidades según esté la víctima de pie o acostada.

* Si la víctima está DE PIE: el socorrista se colocará detrás de ella, colocando los brazos por debajo de los de la víctima. Seguidamente cerrará la mano alrededor del dedo pulgar en forma de puño, lo colocará horizontalmente con el dorso de la mano hacia arriba y el pulgar justo por debajo del esternón. La otra mano la colocará sobre el otro extremo del puño. En esta posición tirará bruscamente hacia él comprimiendo el abdomen en sentido ascendente varias veces seguidas.

* Si la víctima está SENTADA: el socorrista se colocará detrás de ella con las rodillas flexionadas para estar a la altura más correcta, y procederá como en el caso anterior.

* Si la víctima está EN EL SUELO: el auxiliador lo estira boca arriba, colocandose a horcajadas sobre sus muslos, con la palma de la mano encima del ombligo y la otra mano sobre la primera. De esta forma comprimirá hacia abajo y hacia la cabeza bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza de la víctima ladeada para facilitar la salida de objetos.

En todos los casos las maniobras pueden repetirse varias veces seguidas y acompañandose de la búsqueda y retirada de objetos de la boca.

Si todo esto no fuera suficiente o la víctima permaneciera inconsciente o tomara una coloración violeta practicaríamos varias insuflaciones con la intención de alojar el posible objeto en las vías bajas permitiendo una ventilación parcial. Si tras extraer el cuerpo extraño no respirara practicaríamos la R.C.P. (Que estudiaremos a continuación).


II. REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP).

La vida se ve comprometida en cualquier situación en la que exista una obstrucción de la difusión de gases, fracaso de la bomba cardiaca o inadecuado transporte sanguíneo de oxígeno a los tejidos. En estos casos es necesaria la intervención urgente. El ABC de la asistencia de emergencia y el objetivo prioritario en la evaluación y tratamiento para evitar la muerte del sujeto, reside en:

A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas.

B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración.

C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación.


INDICE:


JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE APRENDER LA RCP.

BREVE FISIOPATOLOGÍA DE LA PARADA CARDIO-PULMONAR.

DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO DE LA PARADA CARDIO-PULMONAR.

ACTUACIÓN: REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR (RCP).

A.- AIRWAY.    B.- BREATHING.    C.- CIRCULATION

Secuencia de actuación

¡CUANDO NO REALIZAR LA R.C.P.!

CUANDO SUSPENDER LA R.C.P.

JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE APRENDER LA RCP.

En la actualidad, prácticamente el 50% de los fallecimientos se deben a enfermedades cardiovasculares, mientras que un 30% se deben a traumatismos. En el primer caso afecta a personas en las edades más productivas de la vida, entre los 35 y 60 años de edad. El traumatismo supone la primera causa de mortalidad para los menores de 40 años.

El 40% de las muertes producidas por enfermedades cardiovasculares podrían sobrevivir con una correcta Reanimación Cardio-Pulmonar antes de los 4 minutos.

El 60-70% de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular tienen lugar fuera de los centros sanitarios. En un estudio realizado en Navarra por Seron y Arbeola, la mortalidad por infarto de miocardio en dicha región se produjo en el 61,1% de los casos en el domicilio y en el 5,4% durante el transporte.

Estos datos avalan la necesidad de enseñar la maniobra de la R. C. P. entre la población general.

BREVE FISIOPATOLOGÍA DE LA PARADA CARDIO-PULMONAR.

Una parada cardio-pulmonar puede estar producida, o bien por una parada cardiaca, o bien por una pulmonar.

* PARADA CARDIACA. Esta puede estar ocasionada por un FALLO PRIMARIO DEL CORAZÓN, originado en él mismo, o por un FALLO SECUNDARIO, originado en otro/s órgano/s o sistema/s y que afecta al corazón como un órgano más.

* PARADA RESPIRATORIA (apnea). Las causas de una parada respiratoria pueden ser de tres tipos: Neurológicas, Musculares y Mecánicas. De forma desarrollada las causas de Asfixia pueden ser:

1.- Insuficiencia de oxígeno en el ambiente por humo, gases tóxicos, etc..

2.- Obstrucción de las vías aéreas por: Cuerpos extraños, Lengua retraída hacia la laringe, Edema de las vías respiratorias, Laringoespasmo: Aspiración de contenido gástrico por vómito

3.- Secreciones en las vías aéreas en los casos de semiahogamiento o edema pulmonar.

4.- Interferencia con la respiración por traumatismo torácico o depresión del centro respiratorio mediante fármacos o drogas.

5.- Interferencia con la circulación en casos de: Shock eléctrico, Infarto de miocardio, Envenenamiento por monóxido de carbono

DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO.

Se define una Parada Cardio-Pulmonar como el cese brusco de la circulación sanguínea con la consiguiente interrupción del aporte de oxígeno a los tejidos.

Para determinar la existencia de una Parada Cardio-Pulmonar diferenciaremos la parada cardiaca de la pulmonar.

*Diagnóstico de una parada cardiaca: Pérdida brusca de la consciencia. Ausencia de pulsos en las grandes arterias (carótida, femoral, humeral, etc.)

Son signos adicionales: la presencia de apnea (ausencia de respiración) o patrón respiratorio ineficaz,

cianosis (coloración azulada de la piel, sobre todo en labios y zonas distales, frialdad en las extremidades y, dilatación pupilar.

*Diagnóstico de una parada respiratoria:

A) Completa: - Ausencia de paso de aire, - No se oye flujo, - Dificultad para insuflar aire, - Incapacidad para toser - Escasa o nula expansión torácica - Tiraje supraclavicular e intercostal

B) Parcial: - Ausencia de ruidos respiratorios

- Ronquido (hipofaringe)

- Estridor (laringe)

- Sibilancia (bronquial)

- Gorgoteo (cuerpo extraño)

- Si existe, capacidad para toser


ACTUACIÓN: REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR (RCP).

La RCP es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una parada cardio-respiratoria, evitando que se produzca la muerte biológica por lesión irreversible de los órganos vitales (cerebro). Pretendemos obtener un flujo sanguíneo suficiente para evitar la muerte cerebral.

El conjunto de maniobra denominadas como RCP pueden dividirse en tres grupos:

1º.- RCP Básica: No requieren medios especiales y puede ser realizada por

cualquier persona debidamente preparada: A- Permeabilidad de la vía aérea. B- Respiración boca a boca. C- Masaje cardiaco

2º.- RCP Avanzada: Requiere medios especiales y es realizada exclusivamente por personal sanitario.

a) Uso de drogas, líquidos de infusión intravenosa, etc. b) Monitorización del electrocardiograma.

c) Desfibrilación.

3º.- RCP en cuidados intensivos: Orientada a la recuperación cerebral: a) Evaluación del paciente y de su función cerebral. b) Cuidados intensivos.


La RCP Básica.

Como comentamos al principio el ABC de la asistencia de emergencia y objetivo prioritario en la evaluación y tratamiento reside siempre en:

A.- AIRWAY ----------> La permeabilidad de las vías aéreas.

B.- BREATHING -----> La facilitación de la respiración.

C.- CIRCULATION --> La conservación de la circulación.

Sobre estos tres pilares vamos a explicar la reanimación cardio-pulmonar.

Airway) Mantenimiento de la permeabilidad de la vía aérea.

a) Colocación de la cabeza. Si la persona está inconsciente, es probable que la lengua obstruya la vía aérea impidiendo el paso de aire. Para evitarlo se pueden realizar una de las siguientes maniobras:

- Hiperextensión Frente-nuca

- Hiperextensión Frente-mentón

- Triple maniobra

Las dos primeras maniobras realizan la hiperextensión del cuello usando la frente y la nuca o el mentón como puntos de apoyo. La triple maniobra realiza la apertura de la vía aérea, dislocando la mandíbula inferior. Esta última maniobra se utiliza ante la sospecha de fractura cervical.

b) Limpieza de la boca. La limpieza de la boca se ha de realizar manualmente con el "dedo en gancho", buscando posibles objetos causa de obstrucción (chicles, caramelos). Así mismo se retirará la dentadura postiza si existiera. Limpiaremos además, las secreciones que se hallasen en la boca (vómitos), con la ayuda de gasas, pañuelos, etc.

Si tras la realización de estas actividades no se hubiera obtenido una vía aérea permeable, es decir, que permita el paso libre de aire, se ha de sospechar la existencia de uno o más objetos en la garganta. Para solucionarlo se realizará la maniobra de Heimlich.

Si no se consiguió con estas maniobras una respiración espontánea se ha de pasar al siguiente punto.

Breathing) Respiración artificial.

La respiración artificial tiene por objeto hacer llegar aire hasta los pulmones del sujeto que se encuentra en parada respiratoria. Tres son las técnicas de respiración artificial: "boca a boca" (Fig. 3), mediante el uso de un ambú y mediante ventilación mecánica.

Se considera que la respiración "boca a boca" es idónea para la actuación de primeros auxilios por:

a) Conseguir un aporte de aire de alrededor de 1000 c.c. en cada insuflación.

b) Permitir apreciar en todo momento la distensión del tórax del accidentado, lo que nos indica que la inspiración es buena o, en su caso, la existencia de obstáculos a la entrada de aire en los pulmones.

TÉCNICA

Para realizar la respiración "boca a boca" o "boca a nariz" el accidentado debe estar tendido boca arriba. Hiperextender el cuello colocando, a ser posible, bajo los hombros una chaqueta o toalla. El auxiliador, arrodillado a la derecha de la víctima, cierra las fosas nasales (la boca en el caso de la técnica "boca a nariz") con el pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos dedos de su mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella hacia arriba, mientras el codo del brazo derecho descansa suavemente sobre el pecho del accidentado.

En esta posición el socorrista inspira profundamente, sella con su boca la del accidentado y le insufla el aire. A continuación, retira su boca para permitir el vaciamiento de los pulmones. Si existiera agua en los mismos la cabeza de la victima ha de estar lateralizada para facilitar la salida de la misma. En cada insuflación se comprobará que la ventilación es adecuada por: a) la elevación y descenso sucesivos de la pared del tórax (de 2 a 3 cm.); b) al oír y sentir como sale el aire al exhalarlo la víctima pasivamente; y c) al sentir el auxiliador en sus propias vías aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima al expandirse.

Este movimiento completo debe repetirse con una frecuencia de 16 a 20 veces por minuto, es decir, al mismo ritmo de la respiración normal del socorrista. Si el inicio de este proceso no fuera acompañado de una rápida recuperación de la respiración espontánea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada cardiaca. De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente.

Circulation) Masaje cardiaco.

El masaje cardíaco debe aplicarse siempre que se observe falta de pulso y del latido cardíaco. Esta técnica se basa en la posibilidad de comprimir el corazón contra la columna vertebral, ejerciendo presión sobre el tercio inferior del esternón. Con ello obligamos al corazón, que se encuentra parado y con sangre en su interior, a expulsar la sangre y a llenarse después, alternativamente, como si se realizara una contracción activa.

Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardíaco se tumbará al accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El socorrista, arrodillado a la derecha del accidentado, localizará la punta del esternón y colocará el talón de una de las manos dos dedos por encima de la misma. Colocará el talón de la otra mano sobre la primera entrecruzando los dedos; las palmas de las manos no deben tocar el pecho de la víctima, y los codos estarán rígidos, sin doblar. En esta postura el socorrista deja caer el peso de su propio cuerpo comprimiendo el esternón de 4 a 5 cm. Haciendo fuerza solo y exclusivamente sobre el talón de la mano. Manteniendo las manos en su sitio, retirar la compresión para permitir que el corazón se vuelva a llenar. Las compresiones se realizarán de forma rítmica, contando "y uno, y dos , y tres, y cuatro,..". Se continuará hasta que aparezca pulso.

Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje cardiaco se realizarán ciclos de 15 compresiones, dos ventilaciones, hasta un total de cuatro, momento en el que se valorará la existencia de pulso carotideo. Intentamos obtener de 80 a 100 compresiones por minuto.

Secuencia de actuación

CUANDO NO REALIZAR LA R.C.P.

- Cuando la muerte sea evidente. Por ejemplo: fractura craneal con salida de masa encefálica.

- Evolución terminal del paciente (medio hospitalario).

- Cuando se sepa que han pasado más de diez minutos desde la parada cardiaca, a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos.

CUANDO SUSPENDER LA R.C.P.

- Cuando se obtenga respiración y circulación espontanea.

- Enfermedad irreversible e incurable confirmada (medio hospitalario).

Confirmación de haber iniciado la R.C.P. diez minutos después de la parada a excepción de niños, ahogados, electrocutados y accidentados hipotérmicos.




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