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BOLETÍN INFORMATIVO

Vólumen 1   Número 5      Diciembre        2006

2006, "Año del Bicentenario del Natalicio del Lic. Benito Juárez, Benémerito de América"

Recomendaciones para la práctica médica.(2a. parte) Consenso para el Manejo del Dolor Historia de Hospitales en Oaxaca EL MEDICO Y LA TERCERA COORDENADA: EL TIEMPO

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Recomendaciones Generales para mejorar la práctica de la medicina 2a. parte.

2ª. parte

Continuando con nuestros comentarios a cerca de las Recomendaciones generales para mejorar la práctica de la medicina , hoy nos ocupa la segunda recomendación que dice: “Informar y obtener el válido consentimiento por escrito antes de realizar procedimientos con riesgo”. El consentimiento informado es considerado uno de los mayores aportes del derecho a la medicina; c conceptualmente se ha pasado de una relación vertical, proteccionista, paternalista, a la priorización del principio bioético de autonomía que actualmente debe regirlo. Hoy en día se constituye pues en un derecho fundamental del paciente y en una obligación ética y legal para el médico , así como un punto clave en la relación médico-paciente. El consentimiento informado establece una exigencia en la lex artis médica, por lo que se considera un acto clínico cuyo incumplimiento puede generar responsabilidad.

Esta recomendación merece diversas opiniones:

1) Ofrecer información clara y completa. Una información completa y veraz sobre cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico que se le proponga. El médico tiene el deber de comunicar los beneficios y los riesgos que ofrecen tales procedimientos en un lenguaje sencillo, claro, suficiente y adecuado para el o los familiares del paciente. En los casos excepcionales en que la información pudiese ocasionar graves perjuicios al paciente, ésta deberá dirigirse a la familia o tutor legal con el fin de obtener un consentimiento válido.

2) Se le debe dar información amplia y precisa, es decir, dar a conocer las demás opciones o alternativas a los procedimientos propuestos, y ser el paciente o el tutor del mismo que decidan o elijan sin coerción, o en su caso de rechazar el acto médico propuesto.

Recomendaciones 2a. parte

Consenso para el manejo y tratamiento del dolor

 

A través del tiempo, el dolor ha sido motivo de mucho estudio en busca de su manejo y tratamiento y en otras ocasiones de las medidas de control, se han creado organizaciones exclusivos para llevar a cabo estas funciones, la organización más reconocida es la International Asociation for Study of Pain (IASP).

Después que la Organización Mundial de la Salud (OMS), planteara que el alivio del dolor es un derecho universal, la IASP en múltiples reuniones realizados por expertos en el dolor definieron al dolor como "Una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada o nó a daño real o potencial de los tejidos, o descrito en términos de dicho daño".

Fueron establecidos también, las definiciones para el dolor agudo y el dolor crónico, al dolor agudo como "Una desagradable y compleja constelación de experiencias sensoriales, perceptuales y emocionales, relacionadas con respuestas autonómicas producidas por daño a estructuras somáticas o viscerales".

"El dolor crónico es aquel que persiste al curso natural de un daño agudo, concomitante con procesos o patologías duraderas, intermitentes o repetitivas, en un término de tres a seis semanas o inclusive meses".

El dolor es un fenómeno complejo, en donde intervienen diversos factores, tales como: La personalidad, experiencias dolorosas previas (memoria dolorosa), status social y cultural, estado emocional, etc., la persona que experimenta cualquier tipo de dolor, la percepción se vuelve personal, íntimo e intransferible, es decir una experiencia multidimensional, fisiopatológica, psicoafectiva, sociocultural y espiritual.

La respuesta al dolor dependerá del umbral al dolor que presente una persona, el umbral es "la mínima sensación que el sujeto reconoce como el dolor", variando de persona a persona. Para valorar que tanto de dolor tiene una persona, se han creado métodos de medición del dolor, entre las que tenemos, la escala visual analógica, descriptores verbales, mediciones conductuales, faciales, corporales, escalas específica para niños de diferentes edades, escalas calorimétricas, frutas diferentes, escalas que valoran cualidades del dolor como la de MacGill y otras.

Considerando que nuestro País debe contar con unos parámetros para el manejo y tratamiento del dolor, a iniciativa del Colegio Mexicano de Anestesiólogos, se realizaron reuniones de trabajos en la Ciudad de México con diferentes especialistas relacionados con el manejo del dolor, entre algológos (algiológos), intensivistas, anestesiólogos, cirujanos, traumatólogos, tanatólogos y de cuidados paliativos, después de intensas y maratónicas reuniones de concensos, fueron establecidos mesas de trabajo relacionados con el dolor agudo, el crónico, dolor neuropático, dolor en pediatría, dolor oncológico, dolor perioperatorio, dolor en el anciano, el dolor en el paciente terminal, dolor en el paciente crítico, dolor en traumatología, finalmente se elaboraron una relación de recomendaciones entre las que se mencionan:

  • Una planificación anticipada del esquema analgésico, tomando en cuenta: edad, estado físico, experiencias dolorosas previas, antecedentes de medicación habitual, terapias de dolor empleados con anterioridad, adiciones.
  • Un entrenamiento y educación hospitalaria dirigida al equipo de salud (anestesiólogos, enfermeras, jefes de servicio, jefes de farmacia y administradores). Tal programa debe incluir la difusión y el estudio de las guías terapéuticas para el manejo del dolor perioperatorio a fin de tener una mayor adherencia por parte de todo el personal.
  • El entrenamiento del paciente y de sus familiares, el personal deberá proporcionar la información necesaria del derecho a recibir analgésicos eficaces y seguros.
  • Políticas Institucionales, para el manejo del dolor deben participar en forma conjunta la dirección del hospital, el cuerpo de gobierno, contar con áreas y personal para el manejo del dolor agudo.

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Los Primeros hospitales de Oaxaca.

Hospital Real de San Cosme y San Damián

Aún cuando los historiadores relatan vagamente la existencia de un Hospital Real instalado por el propio Hernán Cortés y sus oficiales, lo cierto es que anexo al Templo de San Cosme fue fundado hacia el año de 1570 por Fray Bernardo de Alburquerque, Segundo Obispo de Antequera, el Hospital de San Cosme y San Damián, que más tarde tuvo la protección del Rey de España, de ahí el nombre de Hospital Real que llevó desde entonces.

El hermano Andrés Gutiérrez, conocedor y estudioso de la medicina, estuvo al frente del establecimiento por algunos años, tocándole asistir a los enfermos de las graves epidemias de "cocolixtle" (enfermedad febril que atacaba principalmente a los indios) que se presentaron de 1576 a 1579 y de 1591 a 1595, llenando las salas del hospital en los últimos años del siglo XVI.

Y fue en el año de 1613 que dicho Hospital pasó a poder de los Hipólitos. El Obispo Gómez de Angulo lo dotó con algunas rentas para su sostenimiento, mismas que fueron disminuyendo con el paso del tiempo. Un siglo después de haberlo ocupado, los monjes Hipólitos lo abandonaron debido a las malas condiciones en que el edificio se encontraba, tomándolo a su cargo nuevamente el clero secular.

Contaba con 50 camas, las que aumentaban a 400 o más en los períodos de epidemias, tales como la "peste matlazáhuatl" (Tifo epidémico) en 1738 y 1742, que causó estragos entre los indios y las graves epidemias de Viruela en 1781, 1796 Y 1829. En ocasión de dos fuertes terremotos que sacudieron a Oaxaca en diciembre de 1603 y 'marzo de 1604, albergó entre sus muros tanto a heridos como a cientos de personas que se quedaron

Historia de los Hospitales>>Más

El médico y la tercera coordenada: El Tiempo

… Con amor eterno para mi hija, razón de mi SER y fuente inagotable de inspiración: Soledad Ramírez Galván Rasgado…también Médico Cirujano.
*Alberto Patricio Ramírez Galván.

Decía San Agustín Obispo de Hipona: “si alguien me pregunta ¿Qué es el tiempo? se lo que es, pero si deseo explicarlo a quien me lo pregunta no puedo hacerlo”. En nuestro momento, posiblemente un niño conozca la respuesta pero el investigador mas sabio sería puesto a un fuerte reto al tratar de dar una definición completa y satisfactoria. No podemos asegurar cuando empezó el tiempo o cuando terminará, ni siquiera si existe en sentido filosófico; sin embargo, lo que si sabemos es que de la actividad creativa del hombre nació el tiempo pero que ahora en su afán de batir records y acortar distancias contempla como en venganza, lo devora. Así, en las últimas décadas de nuestro devenir vivimos en angustia contemplando el tiempo como el monstruo que se desliza inclemente en nuestros tejidos, en nuestros órganos y en nuestra mente, marcando en ocasiones el final de nuestra etapa vital. Y así día con día…frente a nosotros un espacio cada vez mayor, pero menos comprendido y en nuestro interior una lucha incongruente entre el tiempo y el espacio con mil interrogantes. Situados en ésa encrucijada tal parece que contemplamos a manera de espectáculo el curso de nuestras vidas.

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